El debut del 'Mágico' González en Cádiz tras rechazar al PSG

Que Jorge Alberto González Barillas decidiera jugar en Cádiz y en Segunda División en lugar de París casi cuenta la historia completa de un futbolista único por dentro y por fuera de un campo de fútbol. «El mago González» de sus inicios en el Ante salvadoreño se convirtió en «Mágico» en la tacita de plata. Lo tenía hecho con el Paris Saint-Germain, un equipo que nada tenía que ver aún con el club que es hoy y que apenas contaba con doce años de vida, pero el día de la firma no se presentó. Simplemente decidió en el último momento que no quería vivir en París.

«Sé que soy un irresponsable y un mal profesional, y que puede que esté desaprovechando la oportunidad de mi vida. Lo sé, pero tengo una tontería en el coco: no me gusta tomarme el fútbol como un trabajo. Si lo hiciera no sería yo. Sólo juego para divertirme». Cuando pronunció estas palabras ya era un ídolo, y puede que después de pronunciarlas lo fuera aún más. En realidad sus palabras le hicieron tan famoso como su talento. Las palabras que utilizaba para definir su vida libre.

Mi obsesión siempre fue pasarlo bien. Quise ser feliz sin pisotear a nadie'Mágico' González

El gol ante México que significó la clasificación de El Salvador para el Mundial de España de 1982, después de driblar a cinco contrarios, atrajo todas las miradas sobre él. Pero a él no le importaba nada de eso. Lo que le gustaba era dormir y las mujeres. Y un poco el fútbol. Rechazó lo irrechazable para vestirse de amarillo porque sí. Al año siguiente el equipo ascendió a Primera, pero fue un espejismo donde los cadistas llenaban el Carranza solo para ver hacer cosas bonitas a «Mágico».

«Mi obsesión siempre fue pasarlo bien. Quise ser feliz sin pisotear a nadie». Y fue cierto. Lo único que pisó fue la pelota y una vez que pasó por encima del Barcelona. Se quedó dormido después de una noche de juerga y no llegó hasta la segunda parte, pero entonces salió al campo y marcó dos goles y el Cádiz remontó para ganar a los culés por 4 a 3. Como para no ser ídolo.

El mismo club azulgrana se lo llevó a una gira de verano en la época de Maradona con la intención de ficharlo, algo que finalmente no hizo después de que sonara la alarma de incendios del hotel y el único jugador que no salió fue él. Cuando fueron a buscarlo se lo encontraron dormido y bien acompañado. «Siempre he sido muy vago y aquel día me costaba mucho levantarme», respondió.

Yo vengo del planeta tierra. Él es de otra galaxiaDiego Armando Maradona sobre 'Mágico' González

Maradona afirmó que era mucho mejor que él: «Yo vengo del planeta tierra. Él es de otra galaxia», algo que ya contó de otro modo David Vidal, uno de sus entrenadores en el Cádiz, cuando después de condenarle a la suplencia por su indisciplina le vio dar «20 o 30» toques con los pies a un paquete de tabaco. Unos pies que un día llegaron a entrenar sin zapatos porque se los había regalado a «un chaval» que no tenía.

Nunca quiso nada, ni siquiera los 50 millones de pesetas que le ofreció el presidente del Cádiz con la condición de que cada indisciplina le costaría medio de esos millones. «Mágico» supo que con aquella cláusula hubiera acabado debiéndole dinero a su equipo. Nunca se sujetó a nada ni permitió que nada le sujetara, aunque más tarde reconociera, como un arrepentimiento sincero por su vida indómita, que respetó al futbol, pero no se respetó a él. «Mágico» fue un genio que dormía. El sueño que se perdió entre sueños.