Indignación en el fútbol europeo por los gritos a favor de Putin en el partido del Dinamo de Kiev
Algunos hinchas del Fenerbahçe de Estambul lanzaron proclamas a favor del presidente ruso para herir a los jugadores ucranianos
El pasado jueves, en el partido de previa de la Champions entre el Fenerbahçe turco y el Dinamo de Kiev ucraniano, algunos aficionados del conjunto de Estambul -donde se disputaba el partido- comenzaron a gritar proclamas a favor de Vladimir Putin, presidente de Rusia.
La indignación fue total. La polémica, como era normal, llegó a la UEFA, que ha abierto una investigación sobre estos gritos de muchos ultras turcos en favor de Putin. En realidad hay poco que investigar: los aficionados del Fenerbahçe lanzaron proclamas de forma ajena al club y lo hicieron para herir a los jugadores rivales, los del Dinamo de Kiev, que finalmente ganaron y pasaron de ronda. Se da la circunstancia que estos dos partidos de la eliminatoria -correspondiente a la segunda de las cuatro rondas previas de la Champions- han sido los primeros que ha jugado el equipo ucraniano de forma oficial desde la invasión ordenada por Putin.
«El fútbol es un juego justo y el Dinamo Kiev fue más fuerte. Me entristece mucho oír las palabras de apoyo de los hinchas del Fenerbahçe al asesino y agresor ruso que bombardea nuestro país», comentó Vasyl Bodnar, embajador ucraniano en Turquía. Presentó una protesta en Ankara, aunque especificó que están «muy agradecidos por el apoyo del pueblo amigo turco a Ucrania al considerar inapropiada la actitud de la hinchada».
Los cánticos, que se escucharon durante varios momentos del encuentro, se originaron a partir del minuto 53 de la segunda parte, cuando el partido se 'calentó por la expulsión de Ismael Yüksek, jugador del Fenerbahçe, y el gol de Vitaliy Buyalskiy, del Dinamo de Kiev. Con un ambiente ya más caliente, la prensa turca explica que algunos aficionados cantaron a favor de Putin en lo que sería una acción de «venganza» como respuesta a la derrota que en ese momento firmaba su equipo y que después se concretó en la prórroga.
Consternados al escuchar todos esos gritos de apoyo a Putin, los jugadores del Dinamo -clasificados pese a ser una plantilla sin prácticamente rodaje- no salieron a hablar después del partido y el entrenador, Mircea Lucescu, se negó a contestar a preguntas en la ruda de prensa y se limitó a decir que «no contábamos en este partido con los gritos de la hinchada: son una vergüenza».
El Fenerbahçe no tardó en lamentar esos cánticos a favor de Putin y en un comunicado oficial explicó que «una parte de la hinchada se acaloró durante 20 segundos en un partido de 120 minutos», aunque especificó que se debieron a una respuesta a los «movimientos exagerados» de Vitaliy Buyalskiy en la celebración de su gol. El club turco, ya eliminado de esta Champions, recordó además su invitación al Shakhtar Donetsk ucraniano en abril pasado para un amistoso a favor de la paz y rechazó que se le atribuya responsabilidad alguna en los gestos de los hinchas.
Se espera sanción de la UEFA, que ha sido implacable en lo que se refiere a este asunto. Excluyó a todos los equipos rusos de sus competiciones y dio las facilidades necesarias para que los conjuntos ucranianos pudieran volver a la competición. El Dinamo de Kiev ganó y sigue adelante en las rondas previas de la Champions. Ahora se tendrá que enfrentar al Sturm Graz austriaco, recordando que cuando actúa de local lo hace en la ciudad polaca de Lodz, situada a más de 900 kilómetros de Kiev.