Once titular y unidad B: ¿es posible que el Real Madrid haga dos equipos en uno?
Zidane logró un doblete en 2017 formando dos bloques en los que había equipo A y equipo B
En los tres partidos de pretemporada que ha jugado el Real Madrid en Estados Unidos Carlo Ancelotti tuvo un nexo común: utilizó bloques. Sacaba a once jugadores y a excepción del portero los cambiaba a todos de golpe. Jugaba un equipo y después otro, sin que hubiera cambios sueltos, lo habitual en encuentros oficiales.
Si bien todos estos duelos de preparación no sirven de grandes conclusiones (y tienen cambios ilimitados, algo impensable en encuentros oficiales), el método utilizado por el técnico italiano ha recordado al que tan buen resultado le dio a Zinedine Zidane en la temporada 2016/17. Entonces el francés separó a la plantilla –la mejor de los últimos años– en dos bloques y formó un equipo A y otro B. El resultado fue excelente, con el primer doblete de Liga y Champions en 60 años y dejando momentos brillantes de buen juego. Fue, eso sí, un modelo que se basaba en el corto plazo, una temporada tan solo, ya que muchos futbolistas de gran nivel estaban en el considerado equipo B y eran entonces catalogados casi de forma oficial como suplentes.
En esta pretemporada Ancelotti formó dos equipos. Por un lado el que jugaba las primeras partes y por otro el que salía en la segunda. Tras los dos primeros partidos ante Barcelona y América, 'Carletto' anunció que el de la Juventus sí sería más preparatorio y que ese encuentro sí le valdría para sacar más conclusiones. De ahí saldría la base del equipo que jugará la Supercopa de Europa. En ese encuentro repitió Ancelotti el formato de bloques y sacó a los teóricos titulares en Helsinki y los cambió por completo a todos ellos por un nuevo equipo que dio muy buena sensación.
El equipo B en 2017 estaba formado por jugadores de gran nivel como Marco Asensio, Nacho, James Rodríguez, Kovacic, Pepe, Isco, Morata... Aquel once, que era la segunda unidad, rindió tan bien que permitió al equipo titular descansar casi al completo en partidos de Liga como los jugados en Gijón, La Coruña, Éibar o Granada. Ese plan era una rotación total, un equipo por otro, y funcionó muy bien dando protagonismo a jugadores suplentes, pero que, eso sí, tenían la etiqueta en el mercado de futbolistas no titulares. Y eso al final acaba cansando a todo jugador y por eso aquella gestión de Zidane solo pudo durar una temporada debido a que muchos de ellos pidieron salir para no repetir esa situación.
Mientras un once, el titular, se dedicaba a jugar los grandes partidos, los más difíciles y disputaba la brillante Champions que aquel año cerró el Real Madrid en Cardiff, el otro once salía en esos partidos complicados fuera del Bernabéu para ganar minutos y dar descanso a sus compañeros. Eso es lo que se vio en estos partidos de pretemporada en Estados Unidos con Ancelotti, aunque evidentemente hay que salvar todas las distancias.
El Real Madrid de la temporada que en pocos días comienza tiene más o menos un once claro, muy similar al de la temporada pasada: Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Mendy, Casemiro, Kroos, Modric, Valverde, Vinicius y Benzema. El último y exitoso curso Ancelotti se basó en hacer pequeños cambios como las entradas de Camavinga o Rodrygo en momentos muy destacados. Este año se unen Tchouaméni, que no parece que vaya a ser titular de inicio, y Rüdiger, que sí puede alternarse con algún central. Pero además de ellos cuatro el equipo blanco tiene un fondo de armario destacable y podría firmar un equipo perfectamente alternativo si se suma a jugadores como Nacho, Lucas Vázquez, Dani Ceballos, Asensio, Rodrygo o el recién recolocado como falso nueve Eden Hazard.
Esta idea, eso sí, no casa con el tradicional método de Ancelotti que juega con once prácticamente siempre y como mucho les da minutos de descanso en ciertos partidos con dos o tres jugadores. También es cierto que eso se puede hacer con una buena preparación física, la que firma en el Real Madrid Antonio Pintus, la verdadera figura clave que todo lo explica.