Los dos jugadores patrimonio con los que el Real Madrid sufrirá para encontrar sustitutos

No son estrellas del equipo, no son los jugadores que más flashes acaparan ni los que acaparan más atención por parte de los entrenadores rivales, sin embargo son un elemento vital en una plantilla tan exigente como la del Real Madrid.

Hablamos de Nacho Fernández y Lucas Vázquez. Ambos llegaron al Real Madrid siendo unos niños y con un objetivo claro: triunfar en el equipo de sus sueños. Ambos pasaron por todas las categorías del club blanco y alcanzaron la cima del primer equipo, aunque de distinta forma. El gallego tuvo que emigrar a varios equipos antes de retornar a Chamartín, en 2016, mientras que el madrileño desde que llegó al primer equipo no tuvo que moverse.

Se trata de un tipo de jugadores que todos los entrenadores quieren tener. Secundarios de lujo, que nunca tuercen el gesto y que siempre están disponibles, rindiendo, incluso, mejor que muchos titulares. Hacedores de vestuario que siempre piensan en el grupo.

Los dos, junto a Dani Carvajal, son canteranos que han vivido desde dentro una de las épocas más gloriosas del Real Madrid, donde han conseguido un total de 10 semifinales de Champions de las últimas 12.

Patrimonio del madridismo

Nacho no conoce otra camiseta que no sea la merengue. Un auténtico One Club Man. En junio acaba contrato y, desde el pasado 1 de enero, es libre para negociar su futuro. Un futuro que está más en el aire que nunca por su escasa presencia en los planes de Ancelotti. Tras el Mundial, el defensa aglutina tres titularidades consecutivas. La cuarta la tendrá en el derbi ante el Atlético de Madrid. Esta continuidad puede ayudarle a suavizar sus dudas. El Madrid le ofrecerá un año de contrato. El jugador, de 32 años, ha recibido ofertas de importantes clubes europeos. Todo hace indicar que si Nacho vuelve a sentirse importante rubricará su renovación con el club blanco.

Lucas Vázquez es otro elemento que al Madrid le da muchas cosas en situaciones extremas. El invento de laboratorio que Zidane creó para hacer del gallego un lateral ha sido un éxito, tanto como que ha sido el pasaporte para que Lucas siga en el conjunto merengue cuando su salida se dio por segura en, al menos, un par de ocasiones.

El gallego acaba contrato en el verano de 2024, cuando tenga 33 años.

En el equipo blanco son conscientes de que no hay ningún jugador en el mercado que atesore su calidad y acepte de tan buen grado su rol en la plantilla. Dos jugadores patrimonio a los que el club blanco les costará encontrar recambio el día que decidan abandonar la casa blanca.