Leo Messi y la alfombra en Estados Unidos: cuando todo te lo ponen a favor para que brilles
El argentino arrasa en su estreno con el Inter de Miami en una mezcla de buen juego, bajo nivel y decisiones arbitrales que siempre caen a su favor
En Estados Unidos el fútbol tiene todavía un componente más mediático que deportivo. Se llevan más los fuegos artificiales y las cámaras de fotos que los jugadores de calidad o el nivel de la competición. Entienden que lo segundo llegará tras lo primero y tienen dos grandes motivos para creerlo: el Mundial de fútbol, que se jugará allí en 2026, y la presencia de Leo Messi.
El argentino ya juega y brilla en Miami. Y lo hace mucho más incluso de lo esperado. Con 36 años recién cumplidos y tras un traumático paso por el PSG, Messi está feliz. Todo le va bien. Tiene un suculento contrato con el Inter de Miami –cobra unos 54 millones de dólares– y en lo deportivo es protagonista.
Y es que Leo, al que ya han dado el brazalete de capitán (otro ejemplo de decisión tomada en base al componente mediático y no al futbolístico), está triunfando en los Estados Unidos de América. Su fútbol vuelve a ser el de Barcelona: goles espectaculares, brazos en alto, alegría en su rostro, celebración con compañeros y jugadas para que la MLS se frote las manos con los highlights que es lo que ahora se lleva en el fútbol.
Messi lleva ya siete goles en cuatro partidos. Estos son datos que no se veían en el argentino desde su mejor etapa en Barcelona, hace ya un lustro. Y para que Estados Unidos tenga esas imágenes que dan la vuelta al mundo (Messi siempre feliz vende mucho y muy bien) contribuye la propia MLS, algunas veces por cosas intrínseca a la competición, otras porque así ellos lo han preparado.
Por un lado no hay que olvidar que la MLS es lo que es, una liga de fútbol muy menor, un lugar de retiro para aquellos jugadores o que ya no tienen hueco en Europa o que quieren ganar mucho dinero si su nombre así se lo permite. Y eso ayuda a que Messi tenga esos highlights, momentos espectaculares que caben en un vídeo de corta duración y que es lo que ahora se consume. Messi hace regates, marca goles, es feliz. Es también líder en el campo, algo que fue imposible de ver en París y en Barcelona.
Y todo eso es porque Estados Unidos es perfecto para ello. Es una liga menor, con la inmensa mayoría de jugadores que no destacan por su gran calidad. Messi es muy bueno, es evidente, pero ayuda que los rivales tengan un nivel más bajo. A la MLS en espectáculo pocos podrán superarla, pero en lo que se refiere al fútbol no estaría ni en el top 20 de Europa.
Por otro lado está la alfombra que inteligentemente está poniendo la propia organización. Estados Unidos quiere espectáculo y atención, que la gente vea sus partidos. Y para ello han facilitado que al Inter de Miami le vaya bien y a Messi, más.
Un equipo que llevaba seis partidos sin ganar y que solo tenía dos victorias en los últimos 13 partidos ha pasado a ganar cuatro de forma consecutiva. Bien es verdad que los cambios son notorios y que fichajes ha habido varios, pero también hay cosas que llaman la atención. Por ejemplo el triste nivel competitivo que existe o los fallos surrealistas de rivales, que cometen errores pocas veces vistas en el que se supone que es el gran nivel.
Ayuda arbitral
O el asunto arbitral. Y es que Estados Unidos le pone la alfombra a Messi con decisiones arbitrales muy polémicas. Igual les dan penaltis inexistentes al Inter de Miami que los árbitros toman decisiones en función de las quejas de Leo. Si el argentino levanta el brazo y se queja porque le hacen una falta eso se pita falta aunque no lo sea. Y si además pide amarilla, se la enseñan al rival. Y si él hace falta no se pita nada.
Todo ello se une a que lo jugado por Messi hasta ahora (cuatro partidos, todos con victorias) es una competición de poca importancia. Se llama Leagues Cup y lo disputan equipos de Estados Unidos y México. Era un torneo que venía a ser de verano, sin relevancia alguna, pero fue llegar Messi a Estados Unidos y darle oficialidad.