Reflexión en el Madrid tras el primer tropiezo: ¿con esta plantilla se puede luchar por Liga y Champions?
La exigencia del equipo blanco obliga a un debate interno; por ahora no hay urgencias y la derrota en el derbi es más por errores propios que por la planificación de la plantilla
Falta de concentración en los primeros minutos, la asignatura pendiente del Real Madrid
El Real Madrid ha jugado siete partidos en lo que va de temporada, seis de Liga y uno de Champions. Todos los ha ganado... menos uno, el último. Pero ese fue el derbi madrileño, el primer gran encuentro del curso. Y lo perdió bien, es decir, fue superado con claridad por su rival. El Madrid estuvo desdibujado, infiel a la idea con la que había ganado los seis partidos anteriores. Ancelotti cambió el esquema y le salió mal.
Toda derrota en el Real Madrid abre un periodo o de crisis o de tensión. Así es la exigencia y más si esa derrota es de forma clara y ante el Atlético, segundo gran rival de la temporada. Y en esas está el equipo blanco, en reflexión interna tras este primer tropiezo de la temporada que vuelve a abrir el cajón de las dudas.
El actual Real Madrid nació con dudas. No llegó Mbappé, nadie viste el '9' y para más dolor al inicio de temporada perdió a dos jugadores clave, al mejor portero del mundo (Courtois) y a uno de los mejores centrales (Militao). Estas dos bajas unidas a la de Vinicius, que se ha perdido también por lesión los últimos cuatro partidos, hacen del Real Madrid otro equipo diferente al del año pasado.
Si bien es verdad que de esas seis victorias previas al derbi, todas salvo dos (Almería y Bilbao) llegaron por la mínima, sufriendo y con remontadas al límite, también es verdad que este Madrid fue ganando todo sin esos jugadores ya mencionados. En la plantilla blanca ya se sabe desde hace semanas que no podrán contar con Courtois o Militao y también deben saber que habrá bajas por lesiones menores a lo largo de la temporada. Una de ellas, por ejemplo, ha sido la de Carvajal, que estaba siendo de lo mejor del equipo de Ancelotti.
Con estas consideraciones hay que abrir el debate. ¿Este equipo y esta plantilla del Real Madrid da para luchar por la Liga? ¿Y para pelear por la Champions? Las dos respuestas solo se sabrán en meses, pero en el club están convencidos de que sí. La derrota en el derbi puede ser dolorosa, pero no provoca una crisis ni tampoco una revolución. Hay que tener en cuenta que ganar siempre es imposible, pero también analizar si esta derrota puede representar al Madrid de esta temporada en los partidos más relevantes.
Tres causas claras
Para entender al Real Madrid del Metropolitano hay que ir al inicio, a la alineación. Ancelotti cambió el dibujo y las piezas que le estaban funcionando. Se olvidó de la figura del '9', tan bien cubierta por Joselu en estos duelos de ausencia de Vinicius, y modificó todo el centro del campo para dejar en el banquillo a Tchouaméni y sacar a Kroos y Modric, dos leyendas a las que el Madrid les debe todo, pero que ya desde la temporada pasada no funcionan juntos. O uno o el otro, pero los dos a la vez, mal.
Así, y unida a la obligada baja de Carvajal que estaba siendo un puñal por banda (Lucas está lejos del nivel del madrileño), a Ancelotti le dio por hacer uno de esos ataques de entrenador que en un partido ante Las Palmas (que es el próximo, este miércoles) quizá no se noten, pero en un derbi sí. El entrenador se equivocó y también tiene derecho a que así sea siempre que sea consciente de ello.
Otro problema del equipo blanco en el derbi estuvo en las marcas en defensa (los tres goles rojiblancos llegaron de remates de cabeza con jugadores –Morata, dos veces, y Griezmann– totalmente solos) y especialmente en la desconexión que sufre, algo que arrastra desde el inicio de la temporada. Regala goles de inicio que cambian el devenir del encuentro y que rompe con cualquier estudio previo al duelo.
En el Metropolitano hubo en el minuto 4 que se suman a los que ya marcaron Real Sociedad, Getafe y Almería (y el Celta, aunque a los gallegos se lo anularon), aunque el que más relevancia tuvo fue el del primer minuto de la segunda parte. Morata puso el 3-1 justo al volver de vestuarios, a los que se había ido el Madrid con buenas sensaciones y rozando el empate. Otro fallo de desconexión que cuesta muy caro.
¿Es por tanto problema de plantilla? Por lo visto ahora no. El futuro será lo que responda a esta pregunta. Si el Madrid perdió el derbi fue por una alineación y un esquema táctico equivocado, por los fallos defensivos y de desconexión y también porque algunos de sus jugadores estrella no rindieron. Bellingham, por ejemplo, estuvo ausente. No puede ser siempre decisivo, es humano. Rodrygo, que debió asumir los galones tras la lesión de Vinicius, está mal.
El mes de octubre, clave
El mes de octubre será clave. El Madrid tendrá que viajar a Nápoles, con quien se debe jugar el primer puesto en Champions, y a Sevilla y Barcelona en Liga. Tres visitas complicadas (la última de octubre es en Montjuic) que sí indicarán si esto que pasó en el derbi madrileño es por lo aquí expuesto, es decir, algo excepcional que entra dentro de lo que es el fútbol, o si de verdad esta plantilla no da para competir en los grandes partidos.
Hay que tener también en cuenta que el año pasado con Benzema, con Courtois en la portería, con Militao a pleno rendimiento y con Vinicius de titular el Real Madrid no ganó la Liga. Se quedó a 10 puntos del Barça. Y en Champions fue goleado por el Manchester City en semifinales.
Si este año pasa algo similar (difícil de creer que este año no pelee la Liga), ¿será culpa de la plantilla? ¿Lo era el año pasado? Llegar a unas semifinales de la Champions ya es algo complicado y más en el panorama actual. Si cae antes sí será un retroceso, pero eso es algo ahora fútbol ficción. Por ahora lo único que ha habido es una derrota en un derbi que no enciende las alarmas porque no se debe a un asunto de planificación de plantilla sino de fallos concretos en ese derbi.