El Madrid se gana a sí mismo

No tenía escapatoria. El Madrid, digo. Hizo algo nuevo: se ganó a sí mismo con la colaboración de Morata y Lino, entre otros. No me río, como diría Suker tienen su calidad: escribo lo que pasó. Morata salió internacional por la FIFA y Lino pareció Junior y Rivelino en un solo hombre. Si me pinchan no sale sangre. Ni agua.

Ganó bien el Atleti, por supuesto. Pero da igual el rival para este Madrid si se planta así. Es complicado que gane regalando un gol de salida. Esta vez lo bordó pues lo hizo dos veces. Esa fue la clave del partido. Más que ninguna. Le sucede casi siempre y se superó en el derbi. Minutos 4 y 46, el primero del segundo tiempo. 1-0 y 3-1.

Especialmente doloroso, mortal, el tercero pues se había ido al descanso con un marcador interesante, un gol abajo nada más. El problema de concentración es evidente y eso es responsabilidad del entrenador. Lo que me cuesta criticar a Ancelotti sólo lo sé yo. Darle dos goles al Atleti y en su casa… Al Atleti y al Girona, próximo rival. A cualquiera.

El Madrid lo hizo todo para no puntuar, no diré ya ganar. No estuvo fino en la alineación, las áreas ni en la creación. O sea en nada. Nos hemos tirado el verano diciendo que le falta un 9. Pues habrá que admitir que le faltan más cosas. ¿Courtois, Carvajal y Militao? Más Vinicius. Lo de este y el lateral tiene arreglo. Lo otro, no. Atrás fue una verbena. Y eso, y la atención, sí se puede apañar.

Tiene un lío también en el centro del campo, en la organización del equipo. Parece que Ancelotti se embolica entre tanto centrocampista. Acostumbrado a tantos años a Casemiro, Kroos y Modric se encuentra ahora con mucho donde elegir y no ha dado con la tecla, los tres fijos más Bellingham. Brahim pide paso, por cierto.

La primera cornada fue gorda. Este Madrid no lo esperaba el Atleti. Ni nadie.