Kepa o Lunin, el cara a cara en la portería que tiene que resolver Ancelotti los primeros días del 2024

Con la renovación ya sellada y firmada, Carlo Ancelotti prepara estos días en Madrid todos los retos que tiene que afrontar en 2024. Son muchos. Por supuesto lo más vital son los títulos, con uno ya a mediados de marzo (Supercopa de España). Después está la gestión de la plantilla, seguir teniendo al Real Madrid en un gran estado de forma o sobrevivir con éxito y como hasta ahora a la plaga de lesiones. Y en una primera decisión decidir qué hacer con la portería.

Y es que el Real Madrid se fue al parón por Navidad con este asunto por aclarar. Kepa jugó el último partido en Vitoria, pero el penúltimo ante el Villarreal lo disputó Lunin. El antepenúltimo fue para el portero español (ante el Unión Berlín) pero los dos anteriores –Betis y Granada– la meta madridista la ocupó Lunin. Antes Arrizabalaga, que fue quien jugó desde que fue fichado, estaba lesionado.

Esta rotación la tiene que resultar Ancelotti ya en estos primeros partidos del año. El día 3 juega ante el Mallorca, el 6 ante la Arandina (este no cuenta para la titularidad porque es el de Copa) y después llega la Supercopa de España, con la semifinal ante el Atlético el día 10. A ese duelo –y la final del día 14 si es que llega– Ancelotti ya tiene que llegar con una decisión y el portero que alinee será el titular, sobre todo pensando en el exigente duelo de enero y ya en febrero, cuando regresa la Champions y se requiere tener claro quien es el titular.

Eso ya lo confirmó Ancelotti en el último partido de 2023 («en la segunda parte de la temporada voy a elegir a uno de los dos», dijo) y este es un debate que sabe Carlo que se puede enquistar si no lo resuelve ya. En 2013, nada más llegar al Bernabéu, lo heredó de Mourinho en el duelo Casillas-Diego López y él no lo resolvió del todo bien: dio al madrileño dos competiciones (Copa y Champions) y al gallego la Liga. Al año siguiente incluso lo hizo peor, porque eligió a Casillas de titular cuando ya estaba mal y optaba de vez en cuando por Keylor Navas, que pedía a gritos la titularidad como así fue una vez que llegó Zidane.

¿Quién es mejor?

Sin que los dos lleguen a la seguridad que da Courtois en todos los sentidos (es prácticamente imposible, el belga es el mejor del mundo), a Kepa se le pone el debe en el juego aéreo, con dudas en muchas jugadas. O sale o mal o tarde o se queda bajo palos. Esto último, estar en la raya, le da a él seguridad interna porque sabe que ahí es muy bueno. Kepa es un portero que hace paradas difíciles.

Lunin, por su parte, es más práctico. Es decir, no luce tanto, no tiene paradas espectacular, pero cumple. Se está convirtiendo en especialista en el uno contra uno, en los cara a cara en los que el delantero tiene las de ganar. Ha tenido además paradas decisivas en duelos que han dado puntos. Es un portero correcto, sin alardes, mejor que Kepa por alto, pero sin ese cartel internacional que tiene su compañero.

Los dos han funcionado muy bien en una situación nada fácil. El titularísimo, porque es el mejor del mundo, es Courtois, pero el belga se rompió el cruzado justo antes de empezar la temporada. Asumió el puesto Lunin, que de repente se dio cuenta que sería titular en todo un Real Madrid. El club, de acuerdo con Ancelotti, trajo cedido a Kepa, que se hizo con la titularidad en todos los partidos... hasta que se lesionó a inicios de noviembre.

En el calentamiento previo al partido de Champions ante el Sporting de Braga Kepa se lesionó, estuvo cuatro partidos fuera (más los dos de la selección española, a la que iba a ser convocada y por este motivo no) y esos cuatro duelos los aprovechó Lunin para dejar un gran nivel. Fue ahí cuando Ancelotti comprobó el bendito problema que tenía en la portería porque los dos guardametas estaban a un gran nivel. Desde ese momento los ha ido rotando.

Y eso que tras el duelo en Cádiz (finales de noviembre) Ancelotti fue tajante: el titular es Kepa y no Lunin. Pero después echó atrás a esa decisión que había hecho pública. Cuando se recuperó el vasco jugó en Berlín y en Vitoria, dos de los cinco partidos en los que ya estaba disponible. La realidad es que los dos han funcionado muy bien, han rendido a la perfección y han contribuido con sus paradas al buen estado de forma del Real Madrid.