Mbappé elige el Real Madrid para ser por fin el mejor jugador del mundo
El francés asume que su carrera está parada y necesita relanzarla en el equipo más importante para dar el salto definitivo, el que le falta
La operación se convertirá en la más relevante de la historia y romperá todos los registros económicos de derechos de imagen y prima de fichaje
Lo tiene decidido hace mucho tiempo y su negativa a renovar por el PSG es todo un mensaje de intenciones. Mbappé ha elegido el Real Madrid como el destino ideal para relanzar una carrera que va cuesta abajo en el Paris Saint-Germain, un club que ha fracasado sempiternamente en la Champions, y que Kylian solo ha sustentado por el Mundial conquistado hace seis años y por los tres goles marcados en la final de la Copa del Mundo de Qatar. El francés asume que ya no aspira ni al Balón de Oro ni al FIFA World Player porque militar en el conjunto parisino le penaliza. Ganar la liga del país vecino no le renta personalmente y necesita jugar en un club de máximo nivel para que su calidad entre en valor. El Real Madrid es el mejor equipo del mundo y ese es el lugar adecuado.
La estrella admite que debió venir hace dos años, cuando la casa blanca ofreció 180 millones. Dejó el futuro en manos de Fayza Lamary, su madre, y ella apostó por el dinero. Se equivocaron. Ahora ha tomado, por fin, las riendas de su trayectoria profesional. Y ha decidido el Real Madrid.
Kylian le ha dicho a mamá que el dinero ya no es la prioridad. Debe irse de Francia para ser cotizado futbolísticamente como el número uno, una posición de liderazgo en el ranking internacional que no posee porque los fracasos del PSG perjudican su valoración.
Vente para España
Kilian ha dicho a sus padres que necesita irse al Real Madrid. Es considerado popularmente el mejor futbolista del mundo y sin embargo no recibe esos premios que lo certifican porque no se encuentra en el equipo idóneo para hacerlo.
El delantero lo ha meditado tranquilamente durante bastante meses. El Real Madrid es la institución perfecta para triunfar, porque a su clase le falta el aura del prestigio y los títulos que suelen rodear a la entidad madridista.
Lo ha estudiado profundamente durante un año. Quiere al Paris Saint-Germain, se quedó en Francia hace dos años por hacer patria, como le pidieron Macron y Sarkozy. Pero su trayectoria va para abajo. No puede permitir que siga la cuesta descendente.
Las comparaciones son odiosas: el título de la Premier y el premio de máximo goleador obtenidos por Haaland fueron una espita que le hizo reflexionar. Mientras el noruego va para arriba, Mbappé va en caída libre. El PSG es una carga en su carrera. Quiere escapar de esa cárcel de oro. Y los «carceleros» sospechan ese acuerdo con «le Real» desde hace dos meses e intentan convencerle de renovar.
Kylian está ya en otra onda. El Paris Saint-Germain se le queda corto, pequeño. Piensa que la trascendencia que tiene conquistar un título en el Real Madrid no la obtendrá en ningún otro destino. Y tiene razón. Si celebra una Champions vestido de blanco blanco, la repercusión mundial será un hito internacional. Si gana en Europa, Mbappé entrará en la leyenda del club madrileño. Porque en el equipo de las catorce Champions festejar otra más significa engrosar el aura del éxito y entrar en esa historia legendaria.
El fichaje más mediático
La esperada llegada del francés al Real Madrid se transformará en el fichaje más importante de la historia del fútbol. En un mundo globalizado, la operación será la más mediática y la más relevante de este deporte, superando la contratación de Di Stéfano en 1953.
La previsión es que Mbappé firme por seis años con una ficha de 60 millones brutos, 32 netos, y una prima de fichaje, por venir con la carta de libertad, cercana a los cien millones. Pero la clave está en los derechos de imagen.
El tira y afloja
El plan trazado es que Mbappé cobre en España alrededor del 60 por ciento de los derechos de imagen mientras el Real Madrid perciba el 40 por ciento. Una concesión de la entidad hacia el futbolista, pues en la mayoría de los casos el reparto es equitativo, el 50 por ciento.
El quid de la cuestión es que Mbappé y el Real Madrid pueden producir juntos más de 165 millones de derechos de imagen en su primera temporada, cifras que aumentarán paulatinamente y que establecerán plusmarcas de año en año. Los títulos y especialmente la consecución de la Copa de Europa engrosarán esas cantidades en beneficio de ambas partes.
Mbappé va a ganar cantidades magníficas en el Real Madrid, pero su meta es triunfar en el Bernabéu y pujar por el Balón de Oro. Lograr los éxitos futbolísticos que no ha podido alcanzar en el PSG. Tiene 25 años y es el momento.
Eficacia y discreción
Lo que no harán el Real Madrid y Mbappé será anunciar el acuerdo en plena campaña. Primero, en apoyo del futbolista, que puede sufrir las duras críticas de la afición parisina si manifiesta que se marcha. Messi y Neymar saben lo que es soportar a los radicales en la puerta de su casa parisina. Segundo, por deferencia al PSG, aunque las relaciones no sean buenas desde que Al-Khelaifi no se dignó siquiera a contestar hace dos años la propuesta de 180 millones que José Ángel Sánchez le envió en las últimas horas del mercado.
No se dirá nada hasta final de temporada.
Eurocopa y Juegos Olímpicos de París
Mbappé jugará la Eurocopa con Francia nada más finalizar la temporada de los clubes y su deseo es disputar igualmente los Juegos Olímpicos en su país y su ciudad, dos citas que retrasarán su ansiada incorporación al Real Madrid. Al club español no le agradaría que Kylian disputara los Juegos, pero es una oportunidad única para el delantero, tienen lugar en Francia y en París, en su tierra. No habrá prohibición desde el cuartel general de Valdebebas.
Un estadio y estrellas
Florentino Pérez sigue los pasos dados históricamente por Santiago Bernabéu: un gran estadio y estrellas en el césped. El nuevo coliseo, Bellingham y Mbappé cumplen esa norma del éxito. Mbappé se ha dado cuenta al fin que el Real Madrid es el listón que requiere su carrera. Mejor tarde que nunca.