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La comunión entre plantilla y grada vuelve a estar en lo alto de la ola en el Athletic Club

La comunión entre plantilla y grada vuelve a estar en lo alto de la ola en el Athletic ClubEFE

Ernesto Valverde y cómo logró la resurrección del Athletic Club

El Athletic Club había entrado en un periodo de mediocridad que amenazaba con llevarse por delante el interés de la masa social y el prestigio del club en el extranjero y a nivel nacional. La filosofía de fichajes, que tan orgullosos les había hecho sentir, pasó a ser una prisión y el principal motivo de culpa por la falta de nivel en la plantilla. La derrota en la final de la Copa del Rey ante su eterno rival, la Real Sociedad, fue la gota que colmó el vaso.

Si no fuese porque, apenas dos semanas después, de nuevo en una final de Copa del Rey, el Barcelona de Koeman, sin aparente dificultad, les endosó un contundente 4-0 que siguió sumiendo en un mar de dudas a la afición bilbaína. Sobraban motivos para creer, pero faltaban actos para esperanzarse.

La plantilla, y el peso histórico en el día a día, seguía siendo suficiente motivo para no peligrar el descenso, aunque tampoco tan buena como para optar a Europa, quedándose anclados en esa peligrosa zona de la mediocridad y la falta de estímulos que es la mitad de tabla.

Además, en la Copa del Rey, competición, en clave Athletic, cargada de historia –segundo equipo con más títulos, solo detrás del Barcelona–, la afición seguía llevando al equipo en volandas y la plantilla se lo creía más que nunca, logrando meritorias clasificaciones hasta la final, pero ahí la falta de confianza y el miedo a ganar volvían a hacerse visibles, como muestran las cinco finales perdidas en lo que llevamos de siglo (2009, 2012, 2015, 2020 y 2021).

Ernesto Valverde, entrenador del Athletic Club para la próxima temporada

Ernesto Valverde está devolviendo las noches de gloria al Athletic ClubGTRES

Tras el adiós de Ernesto Valverde en 2017, rumbo al Barcelona, hasta cuatro entrenadores –Ziganda, Berizzo, Garitano y Marcelino– pasaron por el banquillo de San Mamés, incapaces de encauzar el rumbo de la institución y devolverles a la competición europea. Un lustro después, en 2022, las elecciones presidenciales enfrentaron dos propuestas con los dos últimos grandes entrenadores de los 'leones': el propio Ernesto y Marcelo Bielsa.

Ganó Jon Uriarte y, por tanto, Valverde se convirtió en el entrenador, su tercera etapa. Y tras una primera temporada donde el desinfle final les dejó, de nuevo, a las puertas de Europa y en la prórroga de las semifinales de Copa, en su segunda temporada al cargo está volviendo a conquistar a la grada de San Mamés gracias a sus resultados.

Con 45 puntos en 23 jornadas (la temporada pasada finalizó con 51), el equipo de Valverde tiene un colchón de 10 unidades para acabar en puestos europeos y está a tan solo tres puntos de la zona Champions. Esto mientras han vuelto a llegar a las semifinales de la Copa del Rey, donde les espera el Atlético Madrid, y su filosofía sigue vigente: la irrupción de los Aitor Paredes y Beñat Prados, junto a la confirmación de los hermanos Williams u Oihan Sancet, son una muestra del éxito del proyecto.

Valverde ha revitalizado al club en base a las señas de identidad sobre las que se construyó su glorioso pasado: un fútbol eléctrico, de mucha intensidad, de presionar arriba, transiciones fugaces y no negociar ningún esfuerzo. Esto llevó a Míchel, entrenador del Girona y por tanto gran revelación del campeonato, a verbalizar que eran «el mejor equipo que había pasado por Montilivi» tras el 1-1 que se dio en un partido entre ellos el pasado mes de noviembre.

Su presión alta, sustentada por los fantásticos rendimientos tanto del defensa central Daniel Vivian como del mediocentro Íñigo Ruiz de Galarreta, llegado el pasado verano procedente del Mallorca, funciona como un acordeón. Los movimientos de la línea defensiva, moviéndose al unísono tirando el fuera de juego, son hipnóticos.

Iñaki Williams ha sido el héroe del Athletic Club ante el Barcelona

Iñaki Williams fue el héroe del Athletic Club ante el BarcelonaAFP

Y el ataque funciona igualmente bien. La confirmación de Sancet, recogiendo el testigo de Iker Muniain, como esa figura que gira y conecta a todos por dentro, un delantero como Gorka Guruzeta que está al servicio del colectivo y por fuera las dos balas, los hermanos Williams, Nico e Iñaki, que driblan, corren y empujan y empujan sin parar, inmunes al error y con una creencia a prueba de balas. Y es que si algo puede definir a este Athletic es eso: se lo creen más que nadie.

El Athletic durante el siglo XX fue un club ganador, uno de los grandes dominantes del fútbol español, lo que les inoculó un miedo a perder que les ha estado lastrando durante los últimos 40 años –la última Copa data de 1984–. Ahora, la sensación que transmiten, mérito de Valverde de por medio, es que, de haber perdido tanto, ya no le temen a ganar.

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