Sánchez no apoya al Bernabéu como sede de la final del Mundial 2030, rendido ante el voto catalán y Marruecos
El Real Madrid mueve los hilos para albergarla, pero el Mundial se otorga a España y es el Gobierno quien debe hacer una labor diplomática
Macron y Mohamed VI trabajan para conseguir la final en el nuevo estadio de El Mansouria, que comienza a construirse en 2025
El Gobierno español tira balones fuera y no defiende diplomáticamente la candidatura del estadio Santiago Bernabéu como sede de la final del Mundial 2030.
Pedro Sánchez se encuentra genuflexo ante los votos de Cataluña para continuar en el poder y se rinde también a la presión del rey Mohamed VI de Marruecos. Su única obsesión es continuar como presidente del Gobierno español y cede ante todas las «persuasiones» de los partidos catalanes en España y del rey marroquí a escala bilateral e internacional.
El presidente de nuestro Gobierno no se mueve un ápice para conseguir que la final del Mundial 2030 sea en el estadio más moderno del mundo, que es el Bernabéu. El voto catalán le pide que abogue por la candidatura del Camp Nou y rechaza el coliseo madridista. Mohamed VI, apoyado a nivel internacional por Macron, exige a la FIFA que la final se dispute en el nuevo estadio de El Mansouria que el país africano comienza a construir dentro de un año.
El Gobierno culpa al club
En esta tesitura, rodeado por dos flancos, Sánchez no da la cara y se esconde. Tira balones fuera y afirma que es el Real Madrid quien tiene que conseguir que su campo sea sede de la final. Es una falacia vergonzosa.
El presidente del Gobierno vuelve a mentir para salvar su pescuezo y carga las responsabilidades a otros. Por supuesto que el Real Madrid ejerce su labor diplomática para que su estadio sea sede de la final. Florentino Pérez conoce muy bien a Gianni Infantino desde hace un cuarto de siglo y la propia FIFA considera que el estadio de Chamartín es el mejor para que se dispute la final, pero las presiones políticas son enormes y el presidente del fútbol mundial observa que el Gobierno español no se mueve mientras que Francia y Marruecos bombardean con su objetivo de ser elegidos para organizar la final.
El Mundial se concede al país
La única verdad indiscutible es que el Mundial lo organiza España junto a Portugal y Marruecos y son los gobiernos y las federaciones los que deben hacer una labor ejecutiva en las cancillerías y en la FIFA para conseguir que la final se juegue en su país.
El quid de la cuestión es que Pedro Sánchez no se mueve en favor de la final en Madrid y la Federación Española tampoco, enfrentada al Real Madrid por muchos frentes, desde el Barçagate a la guerra del cambio del sistema arbitral basado en la trama Negreira.
Pedro Sánchez esconde la cabeza como un avestruz mientras la Francia de Macron presiona con sus medios de comunicación para criticar que se conceda la final a un país cuya Federación está cercada por la corrupción. Macron y Mohamed VI subrayan que debe concederse la final a un país del norte de África por primera vez en la historia.
España calla, atada por el voto catalán, que es voto barcelonista. Y la Federación de Pedro Rocha también calla, inmersa en una lucha de poder interna.
A pesar de la cobardía diplomática y la vaguería del Gobierno español, lo cierto es que a favor del Bernabéu juega que ya está terminado, mientras Marruecos habla de un campo del que no existe todavía ni una piedra.
El estadio de El Mansouria es un sueño de Mohamed VI que debe comenzar a construirse en 2025 y que deberá estar terminado en 2028, solo dos años antes de la final. Quiere que tenga una capacidad para 115.000 espectadores, una cifra que superará ostensiblemente al Bernabéu y al Camp Nou. Francia y Marruecos utilizan el aforo como otro arma para conseguir esa final.
Gran negocio para Francia y Marruecos
Detrás de toda esta constante labor diplomática de Macron y Mohamed VI se encuentra un gran negocio para empresas de ambos países.
El Rey marroquí ha concedido la construcción del coliseo de El Mansouria a la empresa Populous, un grupo anglosajón, pero en concierto con la empresa franco-marroquí Oualalou@Choi. Y es la división francesa de Populous, dirigida por el arquitecto Francois Clement, quien se encargará ejecutivamente del proyecto. Hay mucho dinero de por medio y beneficio para Francia y de Marruecos.
Ante este negocio clarísimo, y un trabajo diplomático encomiable de Macron y del Rey Mohamed VI, la España de Pedro Sánchez está callada y arrodillada.
Ante el miedo, la rendición, la desidia y el ansia de poder de Pedro Sánchez, podemos decir una cosa con claridad: si el Bernabéu es elegido como sede de la final 2030 será gracias a la decisión de la FIFA de Gianni Infantino y al trabajo diplomático en la sombra del Real Madrid.