Aymeric Laporte no se adapta a Arabia Saudí y presiona para fichar por el Real Madrid
El jugador siente que ha bajado muchos escalones al irse a Arabia y está dispuesto a renunciar a 50 millones de euros para venir a España
Su agente trabaja con el Al Nasser para obtener la carta de libertad, porque el Real Madrid no pagará traspaso
No está a gusto en el Al Nassr. Aunque tenga a Cristiano Ronaldo como compañero y a Fernando Hierro como director deportivo, Aymeric Laporte no se siente bien en Arabia Saudí. Lo que ha sucedido no debería haberle pillado de sorpresa porque sabía que dejaba el máximo nivel futbolístico del mundo, en el Manchester City, para irse a una liga, la árabe, de mucho dinero y muchos menos quilates deportivos. Pero hasta que no lo ha constatado no ha sabido lo que podía pasar y la realidad es que el jugador hispano francés se siente a disgusto en el Al Nassr aunque haya cobrado 25 millones millones de euros netos esta temporada.
Debió presumirlo. Pero Laporte ha comprobado que el campeonato árabe no tiene ni una mínima comparación con cualquier gran liga europea. Tenía que haberlo previsto porque estaba muy claro. Pagan muchísimo dinero a futbolistas como él, como Ronaldo, como Benzema, pero el nivel de prestaciones es mínimo. Es solo un espectáculo mantenido con dinero, dinero y más dinero. Nada más.
La gran mayoría de los futbolistas que van allí son viejos leones que van a cobrar el último gran contrato de su vida, el más caro de su carrera, el más suculento y nada más. Y nada menos, pero balompédicamente ese campeonato no tiene interés alguno. La prueba es que en Europa nadie está interesado en presenciar por televisión sus partidos. No se vende. El fútbol de Arabia no se puede vender televisivamente porque es un bluff pagado con cientos de millones.
Sabe a poco tras conquistar la Eurocopa
Aymeric debería haber sabido esto, pero percibir de golpe en tres años todo el dinero que has podido ganar en una carrera es una tentación muy golosa como para rechazarla. El quid de la cuestión es que el futbolista ha estado un año en Arabia, ha percibido 25 millones y quiere marcharse. El interés del Real Madrid ha radicalizado su deseo de irse. La victoria con España en la Eurocopa fue el comienzo de un pensamiento de Aymeric que el interés del campeón de Europa caldeó.
Laporte pudo nacionalizarse francés y eligió la nacionalidad española. Un acierto. Vini, vidi et vinci. Ganó con Luis de la Fuente el título continental de selecciones un mes después de abandonar el Manchester City por el dinero árabe.
La clave es que Laporte se marchaba al desierto saudí a cobrar dinero pensando que su carrera iniciaba una curvatura hacia abajo y la victoria en la Eurocopa le ha dicho mentalmente que puede competir en lo más alto varios años más.
La posibilidad de militar en el Real Madrid ha rematado su objetivo. No solo pretende volver a jugar al máximo nivel sino que hacerlo en el Real Madrid significa alcanzar el tope cuando no lo tenías en tu agenda mental.
Un sueño inesperado, tras dejar el City
Vencer en la Eurocopa le ha supuesto estar de nuevo cotizado en el mercado continental a los treinta años. Y el Real Madrid es lo más grande que le puede llegar.
Saltar del Manchester City al Real Madrid, el equipo que le eliminó en cuartos de final, es un sueño imposible, inesperado, que se puede hacer realidad. Hay que partir de una verdad. La operación es muy difícil, casi imposible, pero estando el Real Madrid por medio nada es imposible hasta el 1 de septiembre.
El Real Madrid no desea pagar traspaso
El punto fundamental es que el Al Nassr abonó al Manchester City 27 millones de euros por el traspaso de Laporte hace un año y ahora no solo no quiere vender sino que, de a llegar a un acuerdo, exigiría al menos ese dinero como transferencia.
Hay que analizar una base cultural en este capítulo. Los árabes tienen mucho dinero y fichan para traer a los jugadores de Europa a base de llenarlos de millones, porque saben que su liga no vale nada. Entonces no quieren traspasar de vuelta a sus futbolistas europeos porque su organización de un campeonato pierde todo el sentido. Es el propio Estado de Arabia Saudí el que paga los fichajes y coloca al futbolistas en diversos equipos para hacer una liga. No quieren vender, porque es un contrasentido.
En este ambiente de la idiosincrasia saudí, el agente de Aymeric ha hablado con el Al Nassr y específicamente con Fernando Hierro, director deportivo del conjunto de Riad, para que permitan su adiós. El diálogo con un icono madridista tiene argumentos sólidos para intentar la operación.
Fernando Hierro sabe lo que es venir al Real Madrid y lo que cuesta. Se puso la camiseta del Atlético en 1989, que había llegado a un acuerdo de traspaso con el Valladolid, y cuando iba a ser rojiblanco surgió el interés del Real Madrid. El joven Fernando detuvo el pacto y se negó a firmarlo.
Hierro le pidió a Jesús Gil, por favor, que le dejara marcharse a cumplir un sueño de su vida que era militar en el Real Madrid. Jesús Gil accedió a la petición de Fernando. Ramón Mendoza, el presidente del Real Madrid, indemnizó al Atlético por permitir este cambio del jugador.
Los setenta mil relojes
Fue entonces cuando Jesús Gil propagó la noticia del pago de Ramón Mendoza de una indemnización al Atlético para permitir que Hierro fuera futbolista del Bernabéu. El presidente rojiblanco utilizó ese dinero para comprar setenta mil relojes y regalárselos a sus socios. Y en el paquete de entrega a los socios constaba el reloj y un texto que decía: 'Regalo de Don Ramón'. Así se las gastaba Jesús Gil y otros dirigentes en unos tiempos en los que la agresión dialéctica era desayuno diario y cena semanal.
En este contexto, el representante de Laporte solicita a Fernando Hierro que entienda que es una oportunidad única y que acceda por favor a permitir que se vaya al Real Madrid. Aymeric ha dicho que anhela marcharse pero tampoco hace una presión brutal porque es consciente que hace un año firmó un contrato por tres temporadas. Por eso pide que le dejen irse perdonando cincuenta millones de euros de salario.
Ancelotti dice sí
La llegada del jugador hispano-francés es muy complicada porque el campeón de Europa no quiere abonar traspaso por un profesional de 30 años. Sí valora positivamente que el central esté dispuesto a bajarse su ficha hasta los ocho millones netos con tal de firmar con la casa blanca.
Quedan veinte días de mercado y todo es posible. Aymeric quiere venir. Y Carlo Ancelotti es el Madrid es el mayor interesado en que venga. Ahora cuenta con Militao y Rüdiger como defensas de confianza. Alaba no estará en condiciones hasta enero. Vallejo no cumple los requisitos del nivel que exige este club. Y Tchouamení va a tener que ejercer de central de urgencia para rotar. Pero no le gusta jugar en esa posición.
El entrenador necesita un tercer central de experiencia y especialmente por la zona izquierda tras el adiós de Nacho. Laporte cumple esa necesidad. Veinte días restan.