Rodrygo aprende la lección: hablar en el campo

Eficacia y discreción. El lema del Real Madrid deberían aprenderlo y asimilarlo sus futbolistas internamente. La eficiencia se diluye con la indiscreción. Y la discreción sin eficacia no vale para nada. Rodrygo Goes estaba mal aconsejado por sus agentes o su indignación era incontrolable para él, pero en cualquiera de las dos situaciones las respuestas no han sido buenas. El brasileño no se hacía ningún favor al contestar a las simplificaciones de la prensa.

Los periódicos hablaban de la BMV, de Bellingham, Mbappé y Vinicius, por hacer un símil con la marca de coches alemana, y Rodrygo quedaba apartado del juego mediático. La BMV aspira a ganar el Balón de Oro y Rodrygo ha sido descartado de esta lista, un error de juicio de la UEFA que se sumaba a su enfado. El delantero ha protestado ante la prensa y ante el endogámico organismo continental presidido por Ceferin, que le ha dejado fuera de la lista de los treinta mejores futbolistas de la pasada temporada. Ancelotti le ha puesto los puntos sobre las íes al desaguisado. Su rendimiento es magnífico y no debe entrar en comparaciones.

Más vale el diablo por viejo que por diablo y Carlo toreó el torito bravo de Rodrygo dando una lección de experiencia para que sepa valorar lo importante. El italiano le ha explicado que lo único importante es lo que el entrenador opine de él. Ha calmado los ímpetus de juventud de un chaval que en Brasil decían que técnicamente era mejor que Vinicius. Y en estos primeros compases de la temporada ha jugado incluso mejor que Vinicius y Mbappé en diversos momentos.

Eficacia y discreción. No gustan en el Real Madrid los futbolistas que hablan demasiado. Deben manifestar lo justo y solo deben hablar en el campo. Es la ley triunfal de la casa blanca desde que en 1955 comenzó la Copa de Europa y escribió la mejor leyenda del fútbol. El Real Madrid habla en el césped, no en la prensa. Por ello, la respuesta gratuita de Rodrygo al verse excluido del tridente de la prensa, la BMV, sonaba a infantilismo, a rabieta juvenil.

Fue cuando Ancelotti cogió el toro por los cuernos. Le hizo reflexionar. La contestación era clara. Mira el once y verás dónde estás. Goes es titular fijo en la alineación del allenatore. Suma tres goles y tres asistencias en nueve partidos y ha sido decisivo en varios de ellos. La búsqueda de Mbappé para el remate también oscurece su buen fútbol en favor de la nueva figura. Lo tapa para el aficionado medio, no para el cuerpo técnico y el club, que saben valorar lo que hace un jugador en pro del equipo.

Titular fijo

Durante muchas semanas se pensó que el técnico madridista pasaría a un sistema 4-4-2 más sólido que excluiría a Rodrygo. Pero el máximo responsable deportivo del Real Madrid ha mantenido hasta ahora los tres puntas y al muchacho dolido por su exclusión externa.

El mensaje es cristalino. El que manda es un tal Carlo, un tipo que lo ha ganado todo con los clubes y que ya es el primer entrenador de la historia del Real Madrid al lado de Miguel Muñoz. Lo que diga la prensa queda en tercer plano. La ceja hacia arriba de Carletto es la única importante.

Ancelotti sí le incluye en el Balón de Oro

Sí, Ancelotti ha sido contundente con el brasileño nacido en Osasco. Aquí la única marca relevante es la del entrenador, que dibuja una BMWR y se acabó el atasco de letritas. Zorro plateado, Carletto le ha dicho en su cara que merece estar entre los treinta mejores futbolistas aspirantes al Balón de Oro y que no sufra por estas equivocaciones. El italiano de la Reggiana criado entre agricultores le selecciona entre los mejores once profesionales del campeón de Europa y eso es más que suficiente.

Hay que ser francos. Rodrygo tiene mucha culpa en esta situación. O ha permitido que sus agentes le hayan comido la cabeza y le hayan aconsejado mal. Porque durante meses ha coqueteado con su marcha del mejor equipo del mundo.

Antes del enfrentamiento con el Manchester City elogió tanto al grupo de Guardiola que parecía que se iría allí este verano. Expresó que el City era el conjunto que mejor jugaba. A lo largo del mes de julio se pensó que esa operación podría hacerse. La llegada de Mbappé redundaba en esta visión. Sus apoderados y el futbolista podían pensar que sería suplente si el técnico elegía el 4-4-2 como sistema. Pero con Mbappé, Vinicius y Rodrygo en buenas condiciones se ha decidido siempre por el 4-3-3.

Ahora, la mala noticia de la lesión de Kylian puede hacer pensar a Carlo en un 4-4-2, pero Rodrygo será titular en ese esquema. La vida da muchas vueltas.

Actualmente es el Liverpool el que presiona para contratarle en el verano. Hablemos claro: Rodrygo está en las quinielas porque quiere. Dijo por fin este verano que no se iría, pero el rumor persiste. Si desea continuar en el Real Madrid deberá manifestarlo definitivamente. Se encuentra en el mercado porque su padre y sus agentes le colocaron en él y no lo han sacado de la lista de ventas.

Está jugando bien y debe concentrarse solo en eso. Si se convierte en imprescindible será intransferible, pasando por encima de nombres y titulares fáciles de prensa. Todo depende de su decisión de futuro.