La Federación presenta ante la UEFA las licencias de entrenadores españoles con las firmas de Rubiales y Camps
La FEF aduce que es un error burocrático; otras fuentes subrayan la falta de mando y el desbarajuste que existe con las inhabilitaciones de Rubiales y Rocha en un año y la presidencia interina de María Ángeles García Chaves
Los entrenadores comentan que en teoría esas licencias expedidas son ilegales porque las firmas de Rubiales y Camps no tienen validez
Rocha fue precisamente inhabilitado por el Tribunal de Arbitraje del Deporte al despedir a Camps sin tener potestad para ello, al ser un cargo provisional
Esperpento. Desorganización. Desbarajuste. Falta de una línea de mando en la Federación Española con una presidenta interina, María Ángeles García Chaves, 'Yaye', que dejará de serlo el 16 de diciembre cuando la Asamblea del Fútbol Español elija al nuevo presidente. Los calificativos se atropellan ante el nuevo error, otro más, del máximo organismo de nuestro balompié. La última equivocación nos ha sido relatada por los propios afectados, los entrenadores. Inicialmente sorprende, pero después de vivir la prepotencia federativa de Villar, de Rubiales y de Rocha durante cuarenta años ya no sorprende nada.
Todos los preparadores del fútbol español deben renovar ahora su licencia por tres años, después de pasar unos cursos de reciclaje. Esos cursos se han realizado en cada una de las Federaciones Territoriales de España. Las licencias actuales tienen valor hasta el 31 de diciembre de este año y la nueva extiende su potestad ejecutiva hasta el 31 de diciembre de 2027. Todos los entrenadores que ustedes ven por los campos de fútbol de nuestro país deben tener esta licencia para trabajar con los equipos que ustedes idolatran.
La sorpresa que se han llevado muchos de estos técnicos es que la licencia que se les concede y que se entrega a la UEFA está firmada por Luis Rubiales como presidente y por Andreu Camps como secretario general, cuando los dos ya no ostentan esos cargos.
La FEF lo considera un error burocrático
La Federación señala que se ha producido un error burocrático al utilizar las antiguas plantillas, las que eran válidas hasta que Rubiales fue inhabilitado, para presentar las licencias de entrenadores ante la UEFA.
Las licencias no tienen validez
Los propios entrenadores nos han comentado que 'esas licencias en teoría no deben tener validez porque están firmadas por un presidente y por un secretario general que ya no ejercen'. No poseen las responsabilidades jurídicas que constan en la rúbrica de las licencias de los técnicos de nuestro balompié. No solo eso, sino que Rubiales ha sido inhabilitado directamente por la UEFA ante su infausto comportamiento en la final del Mundial femenino.
El caso de Andreu Camps es distinto. Fue despedido por Pedro Rocha al ser elegido presidente provisional de la Federación Española hasta la celebración de las elecciones, que tendrán lugar en diciembre. Rocha ostentaba una misión temporal y no tenía capacidad de decisión para echar a nadie.
El gran error de Rocha que le ha costado muy caro
El despido de Andreu Camps fue una enorme equivocación de Pedro Rocha, que le ha costado muy caro. Quería pasar de ser presidente provisional a ser presidente efectivo con el apoyo mayoritario de una Asamblea del Fútbol Español controlada por el 'rubialismo', que le iba a votar abrumadoramente en diciembre. Pero su exceso de celo al echar a Camps supuso su inhabilitación, una petición que solicitó y ganó Miguel Ángel Galán, el opositor constante de Villar, de Rubiales y de Rocha, el hombre que siempre ha denunciado todas las irregularidades de estos cuarenta años con una fe admirable. Tacita a tacita, hormiguita, Galán consiguió que Rocha fuera inhabilitado. Galán dejó en evidencia la gran equivocación del extremeño.
Valedor de Rubiales, hombre continuista del rubialismo, Rocha presentó un recurso ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte para poder presentarse a las próximas elecciones. Fue rechazado. Ha realizado un segundo recurso para poder aspirar a ser presidente. Sabe que si se presenta ganará de calle, porque representa el continuismo para mantener todo como está. El TAD debe decidir. Si es coherente, mantendrá su inhabilitación.
La UEFA decidirá si hay que enviar de nuevo las licencias
El fallo burocrático de la Federación supone ahora que la UEFA debe decidir si admite las licencias de los entrenadores españoles con las firmas de Rubiales o de Camps o si exige repetir el proceso con la firma de la presidenta interina, María Ángeles García Chaves. Como se imaginarán, los técnicos se temen lo peor.
La Federación, advertida por la FIFA
Desde que la UEFA descabezó a la Federación al inhabilitar a Rubiales hemos vivido una etapa en la que el poder fáctico interno de la FEF ha querido mantener todo como estaba, sin hacer caso del castigo externo. Retrasó las elecciones todo lo pudo para que Rocha siguiera en el mando. Justificaron la tardanza de la convocatoria electoral bajo el argumento de las denuncias de Miguel Ángel Galán, que atrasaban el proceso. Cierto. Pero Rocha y la Federación querían seguir de manera provisional todo el tiempo que pudieran. El objetivo era mantener todo igual. La vida sigue igual, que cantaba Julio Iglesias.
Sin embargo, ya no sigue igual. La FIFA instó a Rocha a convocar elecciones inmediatamente. Esta situación provisional perjudicaba a la candidatura de España en el Mundial 2030 y a la candidatura del Bernabéu como sede de la final, decisión que se tomará el 11 de diciembre en el congreso de la FIFA. Y allí acudiremos con María Ángeles García Chaves como presidenta provisional, cosa que no ayuda. Las elecciones de la Federación se celebrarán cinco días después, el 16. El mundo al revés.
No les importa perjudicar a la candidatura de España en el Mundial
Rocha y su Junta demostraron que solo pensaban en perpetuarse en el poder y no les importaba nada más.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quiere que la final del Mundial 2030 se celebre en el Bernabéu, el mejor estadio del mundo, y ni el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ni el entonces presidente provisional de la Federación, Pedro Rocha, han hecho nada para ello.
Pedro Sánchez no ha hecho nada, como bien sabe Infantino, porque depende de la veintena de votos de los partidos catalanes para seguir en el Gobierno y esos partidos le dicen que la final se dispute en el Camp Nou o en Marruecos. Así que no apoya al Bernabéu como sede de la final. En la FIFA nunca habían vivido una realidad como esta, que el presidente de un país no defienda la candidatura de un estadio suyo para la final.
La provisionalidad de Rocha en la FEF también perjudicaba porque fue aprovechada por Mohamed VI para decir que la final debe jugarse en Marruecos, pues España suma tres presidentes del fútbol inhabilitados, Villar, Rubiales y el extremeño. María Ángeles García Chaves es presidenta por la necesidad de cubrir un cargo que se ha 'cargado' ya a tres presidentes. Qué tendrá esa poltrona que pasan estas cosas.
Lozano y Louzán, a la espera
Ahora todo depende del veredicto del TAD ante la segunda petición de Rocha para anular su inhabilitación. Louzán y Lozano, presidentes de las Federaciones Gallega y Andaluza, aspiran a tomar el testigo de Rocha.
De la Fuente no puede ser renovado
La incongruencia que provoca todo el esperpento de las licencias de entrenadores firmadas por Rubiales y por Camps es que Pedro Rocha, primero, y María Ángeles García Chaves, después, han justificado el retraso de la renovación de Luis de la Fuente como seleccionador en sus estados provisionales en la presidencia. El contrato lo debe firmar un presidente electo y no temporal. Es decir, Luis de la Fuente ganó la Eurocopa y Pedro Rocha sí despidió a Camps pero no renovó al seleccionador campeón. Estos son los individuos que mandan en el fútbol español. Candidatos como Carlos Herrera desean acabar con todo este surrealismo que da una imagen nefasta del mejor país del fútbol europeo.