¿Uno mejor que Asencio en enero? No se me ocurre
El Madrid fue esta vez un equipo. Quizá también tuvo que ver eso con lo que vimos. Un equipo, no una serie de tíos muy buenos con poco orden y ningún concierto. Fue equipo y eso le ayudó a confirmar su superioridad y ganarlo
No era cosa de pifiarla, el Madrid digo. Y no lo hizo. Y jugó un muy buen partido. Quizá tuvo que ver la presencia de gente joven, con piernas. Y calidad, claro. Estuvieron muy bien Camavinga, Güler y Ceballos, más suplentes que otra cosa. Gente con pie. Francés y turco mezclan bien. Personal fresco. Valverde, lo esperado: lateral goleador.
Magnífico Bellingham, segundo partido marcando. Como Kylian, que cayó más a la izquierda y se notó. Hay cosas que no se discuten. Máxime si tienes a Vinicius, que recibe y encara donde le llegan. El primer gol llegó tras presión y robo: si Carletto tuviera veinte años menos habría saltado al campo.
¿El rival? Pues no sé si es mucho más o menos que Las Palmas y Mallorca, con los que empató el Madrid. O el Alavés, frente al que acabó pidiendo la hora en el Bernabéu. Sí, sí, en efecto: Anfield será otra cosa. Hasta ahí llego, muchas gracias.
El Madrid fue esta vez un equipo. Quizá también tuvo que ver eso con lo que vimos. Un equipo, no una serie de tíos muy buenos con poco orden y ningún concierto. Como el estadio, fíjense. Fue equipo y eso le ayudó a confirmar su superioridad y ganarlo.
Que el Barça iba a perder cinco puntos en Anoeta y Balaídos, pues como que no se esperaba. Ha abierto una puerta al acercamiento. Y luego, Dios dirá. El fútbol… El equipo del 0-4 en el Bernabéu ha resbalado dos veces. Es imposible ganar siempre, claro.
El Madrid debía hacerlo y lo hizo. Pues sigamos. Acostumbra a ganar, le estaba faltando arte, mando, personalidad, carácter. Esto último era una broma. Esta vez tuvo todo eso y en todas las zonas del campo.
Arriba Vinicius no marcó, decidió dar pases de gol o casi. Partidazo digo de un Balón de Plata. Le dio el primero a su pareja, que pudo hacer tres. Una noche pasará, lo ha hecho siempre.
Mis ojitos se centraron en Asencio que volvió a confirmar lo sabido: la cantera, esta y todas las de club grande, saben parchear los momentos difíciles. Y los hay que acaban siendo más que un parche y se quedan. Se convierten en esparadrapo de los de mi infancia, esos que quitarlos te costaba perder cincuenta pelos. O más. Nos daba más miedo que una inyección. Me lo desmientan mis contemporáneos y alrededores.
El chico estuvo bien, pegadito a Rüdiger y con la tranquilidad de la vuelta de Courtois en una de las defensas más raras de la historia del Madrid. Segundo partido en el que no le tiraron a puerta y con Asencio jugando. Eso, como el gol, es tarea de todos: ya. Pero seguro que el debate de fichemos un central va a menos.
¿Uno mejor que Asencio? ¿En enero? Pues la verdad es que no se me ocurre. Pagando 80, 100 kilos, pues quizá. No pasará, claro. Hizo el Madrid lo que debía rumbo a Liverpool. Se trata de ver si la mejoría permanece. O aumenta. Es eso: ha mejorado. Por ahí había que empezar.