El manotazo de Remiro sobre Bellingham por el que el Real Madrid pidió penalti y el VAR decidió no intervenir

Se ha llegado a un punto en el fútbol en el que no hay partido sin polémicas arbitrales. Y en el partido de este martes entre el Real Madrid y la Real Sociedad se produjo una de esas acciones que, con el reglamento en la mano, tendría que haber sido señalada como penalti.

Corría el minuto 48 de la segunda mitad cuando el Real Madrid dispuso de un saque de esquina a su favor. Rodrygo fue el encargado de colgar el balón al área y después de que Asencio peinara ligeramente el remate, el esférico fue en dirección a las manos de Álex Remiro.

El problema es que Bellingham se interpuso en su camino y el guardameta navarro le pegó un manotazo que dejó al inglés noqueado en el suelo. El Bernabéu protestó la acción, pero Alberola Rojas pasó de la misma. Dependía del VAR, en el que estaba Trujillo Suárez.

Sin embargo, el colegiado tinerfeño volvió a hacer de las suyas en contra del Real Madrid, al que ya había perjudicado en el partido liguero frente a Osasuna en El Sadar, y no revisó la acción. Había sido un manotazo muy claro de Remiro a Bellingham, pero para el videoarbitraje no fue suficiente y Alberola Rojas mandó seguir, lo que provocó la indignación del Bernabéu.

En ese momento, el resultado reflejaba un 1-1 y si se hubiera decretado la pena máxima, el Real Madrid hubiera tenido la posibilidad de darle la vuelta al marcador y colocar el 2-1 a su favor, lo que le hubiera servido para afrontar casi toda la segunda parte con una renta de dos goles a su favor en el marcador global.