El Atlético agoniza en Champions y se complica el pase a octavos

En ningún partido de esta temporada tuvo tantas ocasiones, y tan claras, el Atlético de Madrid. Y en ningún encuentro de este curso se vio cómo un equipo es ganado por la agonía con la que vive. Este equipo no jugó este miércoles contra el Brujas. Lo hizo ante sí mismo. Ante sus miedos, ante sus problemas, ante su falta de gol. Y ante Mignolet, portero del equipo belga que las sacó todas. El Atlético ha empatado (0-0) y agoniza en la Champions. La fase de grupos que está firmando el equipo de Simeone es pésima. Cuatro puntos en cuatro jornadas -una sola victoria, firmada ante el Oporto en el minuto 100- y eso que el grupo es de lo más fácil posible. Precisamente por eso, porque sus rivales son flojos, tiene aún vida en la Champions a pesar de su pobre participación europea.

Sabedor de que se jugaba la vida, el equipo rojiblanco salió en tromba y mantuvo esa intensidad todo el encuentro. Hasta el último minuto tuvo ocasiones claras el conjunto español. Pero ni aun así, con remates por todos lados y un Metropolitano a reventar, pudo el Atlético. El empate ante el Brujas deja tocado a un club que en Europa es una caricatura de aquel de aquellos años gloriosos. Y también a Simeone, que toma decisiones inentendibles. Tendrán que dar gracias todos los colchoneros que en su grupo los rivales son muy flojos. En otro cualquiera estaría ya eliminado, aquí aún depende de sí mismo y ganando los dos duelos que le quedan (ante Leverkusen y Oporto) pasará a una ronda de octavos que ahora se presenta injusta para ellos.

Las ocasiones llegaban por todos lados. Igual Griezmann aparecía por el centro que por bandas. Mignolet, el portero belga, se las sacaba todas desde remates fuertes a cabezazos medidos. Por otro lado estaba Ángel Correa, siempre bien cuando sale, que tuvo también otra clara que se fue rozando el palo. El argentino metió un gol en la segunda parte anulado por el fuera de juego, misma situación por la que había pasado a Saúl en la primera mitad. Dos goles le anularon al Atlético en este encuentro, ambos de forma correcta. El Brujas se refugió en su campo y se limitó a salir de vez en cuando, provocando alguna vez miedo en el Metropolitano cuando Jutglà remataba sin éxito. Más pánico hubo cuando le pitaron penalti al Brujas a pocos minutos del descanso y la hinchada colchonera apretó tanto que provocó que el árbitro fuera al VAR y viera allí una falta del delantero del equipo belga más que polémica.

El estadio madrileño fue una olla a presión desde el inicio, pero cuando el reloj ya apretaba y solo quedaban 25 minutos la tensión era total. A Simeone cada vez que la televisión le enfocaba era para recoger el nerviosismo que no podía ocultar. Se vio el 'Cholo' al borde del KO e hizo un triple cambio cargándose al capitán Koke, dando entrada al polémico De Paul acompañado de Morata y Carrasco. El Atlético ya atacaba de todas formas y a la vez que se acercaba al área del Brujas alcanzaba cada vez más síntomas de agonía. Y esa situación hizo que Simeone ya hiciera de las suyas. Si había que 'morir' que se hiciera a su estilo.

Al técnico argentino se le ocurrió que para ganar en los últimos 10 minutos la opción era quitar a la máxima estrella, Griezmann, para sacar a un centrocampista, Witsel. Y Joao Félix, en el banquillo, se quedó sin minutos. El cabreo del portugués fue tremendo: tiró el peto de calentamiento a los ojos de su entrenador. Ni la expulsión de Sowah, al que echaron por perder tiempo, la aprovechó el Atlético, que tuvo en las botas de Álvaro Morata la ocasión más clara de la temporada. La sacó el portero, que estaba a menos de un metro, con la cara.

Las caras fueron precisamente las que no levantaban del suelo los jugadores rojiblancos. Qué manera de complicarse en este grupo. Y sí, en este partido lo dieron todo y tuvieron ocasiones por todos lados. Pero el fútbol es mucho más. El Brujas, un club muy débil, está ya clasificado para octavos. El Atlético, a seguir agonizando un año más. Y eso que el sorteo esta vez les dio mucha suerte.