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Los jugadores del Atlético de Madrid abrazan a Jan Oblak, héroe de los penaltis

Los jugadores del Atlético de Madrid abrazan a Jan Oblak, héroe de los penaltisAFP

Atlético Madrid 2-1 Inter de Milán (3-2 en los penaltis)

El Atlético de Madrid nunca deja de creer y completa la machada desde los once metros

El equipo de Simeone firma un partido tremendo y consigue una merecida clasificación para cuartos después de eliminar al subcampeón de Europa

Olía a partido cardíaco. De esos que se decidían por pequeños detalles, por individualidades o, incluso, por algún error puntual. Y así fue. El Inter golpeó primero. El Atlético respondió rápido y, a partir de ahí, fútbol en su máxima expresión. El Metropolitano nunca dejó de creer, como reza el lema de su equipo, y jugó un papel determinante para llevar en volandas a su equipo, que consiguió pasar a cuartos en unos agónicos penaltis (2-1; 3-2 en los penaltis) y, de paso, eliminar al vigente subcampeón de Europa.

En una competición como la Champions, los partidos se suelen empezar a jugar el día antes. Y dentro de todos los preparativos, los entrenadores suelen aprovechar para hacer un llamamiento a su afición. Eso entra dentro de toda lógica. Sin embargo, Simeone optó por no decir nada al respecto porque sabía que la afición iba a responder. Dicho y hecho. El ambiente en el Metropolitano era volcánico, el propio de las grandes noches y la afición apretó desde el primer segundo.

Con un 0-1 adverso y jugándote el pase a cuartos de final de la Champions hay que salir a morir. Eso fue lo que hizo el Atlético de Madrid. Presionó al Inter desde el principio y en el 5' a punto estuvo de poner el 1-0 en el luminoso. Lino entró al área con toda la intencionalidad del mundo y sólo Sommer fue capaz de evitar el zarpazo del brasileño.

La táctica del Atleti era muy clara. Buscar balones en largo y así poder sorprender a la zaga neroazzurra. Los primeros compases del duelo fueron claramente colchoneros. Al Inter le costó despertar, pero supo resistir las embestidas locales para reaccionar a partir del 12'.

Si la primera ocasión atlética fue de Lino, la del Inter nació de las botas del carrilero Denzel Dumfries. El neerlandés aprovechó una pérdida de Koke en el centro del campo, salió como un puñal y a punto estuvo de sorprender a Oblak. Primero fue el palo y luego fue el meta esloveno el que evitó el zarpazo interista.

Estaba siendo un duelo de ida y vuelta. Al Atlético atacaba y el Inter respondía. El ritmo era frenético, vertiginoso, galopante, fulgurante. Se acababan los adjetivos para definir lo que estaba sucediendo en el Metropolitano. Cada vez que el Atlético robaba un balón, la afición se venía arriba. En ese sentido, Griezmann estaba siendo el arquitecto del Atleti de tres cuartos de campo para arriba.

Al Inter le duraba muy poco el balón. Pero eso no le importó demasiado al conjunto italiano. Los de Inzaghi estaban jugando sus cartas. Por algo son uno de los equipos más en forma del fútbol europeo. Y eso es lo que les diferencia del resto. Saber sufrir y cuando se presente la oportunidad... pegar la estocada.

Samuel Lino disputa un balón con Pavard

Samuel Lino disputa un balón con PavardAFP

Viendo que el partido seguía 0-0, el Metropolitano empezó a jugar su particular duelo. Los decibelios subieron exponencialmente. Sin embargo, esa intensidad bajó de golpe con el 0-1 del Inter. Savic saltó con Lautaro y el balón le quedó a Dimarco. El italiano avanzó como si fuera Usain Bolt y le dio la primera alegría de la noche a los aficionados neroazzurri.

No obstante, lejos de venirse abajo, el Atlético reaccionó de maravilla y tan solo dos minutos después, Griezmann aprovechó una indecisión de la zaga del Inter para poner el 1-1 y provocar el delirio del Metropolitano. Había partido. Los de Simeone estaban planteando un encuentro muy, pero que muy serio. Así se llegó al descanso.

El Atlético necesitaba un gol para llevar el encuentro a la prórroga y dos para ganar. Y tras el paso por los vestuarios, se vio un inicio algo más pausado, pero sin renunciar al ataque. Y la primera de la segunda parte la firmó el Atlético. Marcos Llorente le hizo un sombrero espectacular a Dimarco y le dejó en bandeja el gol a Griezmann. El problema es que el remate del francés fue blandito y directo al muñeco. Es decir, a las manos de Yann Sommer.

El Atleti estaba teniendo mucha facilidad para robar en campo contrario, pero al mismo tiempo sabía que no se podía descuidar en defensa. El Inter es un equipo que sabe aprovechar los espacios que se le presentan, como ya demostró en el primer acto con el gol de Dimarco.

Con el paso de los minutos, al Atlético le estaba empezando a costar un mundo el replegarse hacia atrás. El esfuerzo titánico de la primera mitad le estaba empezando a pasar factura al conjunto colchonero. Y en ese sentido, el ritmo de partido decayó bastante. Eso no le venía nada bien a los de Simeone.

Antoine Griezmann celebra el 1-1

Antoine Griezmann celebra el 1-1AFP

Y para intentar dar un golpe de efecto, el 'Cholo' optó por meter a Griezmann como interior y dejarle la delantera a Ángel Correa, al mismo tiempo que sustituyó a Samu Lino por Riquelme. Piernas frescas para encarar el tramo decisivo del duelo. El Inter hizo lo mismo. Acerbi por Bastoni y Darmian por Dumfries.

Justo después de los cambios de ambos equipos, Marcus Thuram gozó de una ocasión clarísima para sentenciar la eliminatoria, pero el disparo del francés se fue alto. Vida extra para el Atleti. El desarrollo del encuentro en la segunda mitad fue muy táctico. La posesión de balón era del conjunto colchonero, pero la férrea defensa interista no le dejaba ni un solo espacio a los de Simeone.

La estadística decía que ningún equipo había sido capaz de marcarle un gol al Inter en los últimos 15 minutos de la segunda parte. Sin embargo, el Atlético se encargó de romper ese dato y Memphis puso patas arriba el templo rojiblanco. Golazo del neerlandés para poner el 2-1 y empatar la eliminatoria. El conjunto rojiblanco apuró hasta el final y Riquelme estuvo a nada de completar la machada, pero el disparo del '17' se fue alto. Quién sabe si ahí pudo estar la eliminatoria.

Prórroga

Se llegó al tiempo extra. 30 minutos vitales para decidir una eliminatoria. Todo o nada. Y en ese sentido, el ritmo de partido cambió por completo. Tanto Atleti como Inter bajaron las revoluciones y se empezó a jugar con más cautela que otra cosa. Nadie quería perder porque pasar a cuartos de final de la Champions no se consigue todos los días.

En ese sentido, las imprecisiones se apoderaron de ambos equipos. El cansancio se notó y las piernas se empezaron a quedar sin gasolina. No hubo grandes ocasiones y parecía que tampoco iban a surgir. Y las pocas veces que se llegaba al área, los defensores rojiblancos y neroazzurros lo neutralizaban absolutamente todo.

Jan Oblak fue el héroe del Atlético de Madrid en los penaltis

Jan Oblak fue el héroe del Atlético de Madrid en los penaltisAFP

En la segunda parte de la prórroga, el partido se jugó en el área del Atlético de Madrid. El Inter se hizo con el control del balón, no arriesgó demasiado, y las pocas veces que se internaba en el área rojiblanca los disparos salían centrados y plácidos para Oblak. No hubo tiempo para más. El partido se fue a la tanda de penaltis y Oblak se hizo grande para darle el pase a cuartos al conjunto colchonero.

Ficha técnica

Atlético de Madrid 2: Jan Oblak; Nahuel Molina (Pablo Barrios, 79'), Savic, Witsel, Hermoso, Lino (Riquelme, 71'); Marcos Llorente (Azpilicueta, 98'), Koke, De Paul (Correa, 71'); Griezmann (Saúl, 106') y Morata (Memphis, 79')

​Inter de Milán 1: Sommer; Pavard, De Vrij, Bastoni (Acerbi, 72'); Dumfries (Darmian, 72'), Barella (Frattesi, 84) , Calhanoglu, Mkhitaryan (Klaassen, 110'), Dimarco (Bisseck, 84'); Lautaro Martínez, Thuram (Alexis Sánchez, 102')

​Goles: 0-1 Dimarco (33'); 1-1 Griezmann (35'); 2-1 Memphis (87')

PENALTIS: 0-1 Calhanoglu; 1-1 Memphis; 2-1 Riquelme; 2-2 Acerbi; 3-2 Correa

​Árbitro: Simon Marciniak (Polonia). Amonestó a los locales Hermoso (41'), Koke (90') y a los visitantes Calhanoglu (104'), Acerbi (105+2'), Bisseck (118')

​Estadio: Cívitas Metropolitano (Madrid). 69.196 espectadores.
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