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Bellingham y Haaland se saludan tras el encuentro de ida

Bellingham y Haaland se saludan tras el encuentro de idaEFE

El Real Madrid se juega el reinado de Europa ante el equipo más dopado financieramente del mundo

  • Financiado por el jeque de Emiratos Árabes Unidos, Mansour bin Zayed, el club gastó 1.075 millones en fichajes en diez años

  • El City está acusado de violar 115 normas de la Premier por «falsificación de cuentas», pagos «inapropiados a jugadores y entrenadores» y patrocinios falsos

Cuando viajabas hace quince años a Mánchester, la ciudad era roja. El United era el club histórico de la ciudad, el líder del fútbol inglés, el equipo respetado en Europa con Alex Ferguson como referente. Desde hace un lustro, la ciudad es azul. El City, otrora el hermano pobre, habitualmente en Segunda, fue comprado en 2008 por Mansour bin Zayed y su ascenso al liderazgo del fútbol inglés y europeo se ha labrado al cabo de quince años de inyecciones económicas ilegales, un dinero no producido por la entidad y aportado por el fondo de inversión Abu Dhabi United Group, del que Mansour bin Zayed es dueño.

Hoy, las tiendas azules del City copan las calles más importantes de Mánchester en paralelo a sus títulos de la Premier. El colofón de la Champions conquistada hace un año marcó el dominio de un conjunto que cuenta con veinte futbolistas de primer nivel, bien pagados por Bin Fayed, que se ha gastado 1.075 millones en fichajes en los últimos diez años. Grealish, 117,5 millones, fue su mayor inversión.

El Real Madrid se enfrenta esta noche por el reinado de Europa a un Estado, a un emir, a un club que no cumple ni una sola regla financiera de la UEFA. Es esta permisividad de Aleksander Ceferin una de las causas del nacimiento de la Superliga. Ceferin admite la competencia desleal de clubes estado como el PSG (Qatar), Newcastle (Arabia Saudí) y City (Emiratos), además de equipos con irregularidades financieras como el Chelsea, también acusado por el campeonato inglés de falsificar las cuentas en la extensa etapa de Abramovich.

Inglaterra acusa y UEFA calla

Ha tenido que ser la propia Premier la que ha señalado con el dedo al City, al Chelsea y al Everton por violar todas las normas económicas del campeonato inglés, una acusación que hará extensiva a más entidades.

La UEFA debería aprender y actuar. La Liga inglesa acusa al City de violar las normas económicas en nada menos que 115 ocasiones entre 2009 y 2018.

La acusación legal del campeonato inglés al Manchester City subraya que el club propiedad de los Emiratos Árabes Unidos «falsificó sus cuentas», hizo contratos «inapropiados de entrenadores y jugadores» y presentó «acuerdos de patrocinio que no eran lo que decían ser».

Son denuncias muy graves que expresan claramente que todas las cuentas del City son falsas, que los pagos a entrenadores y jugadores no son legales y que los patrocinios encubren pagos ilegales. No se puede decir más en menos palabras.

La sentencia inglesa, en 2025

Una comisión independiente estudia en Inglaterra los casos del City y el Chelsea. Se espera su veredicto en 2025. Muy tarde. La UEFA no actuará mientras no haya veredicto de su país. Lo mismo ha hecho en el caso del Barcelona y sus pagos Negreira, vicepresidente de los árbitros españoles hasta 2018. Ceferin espera el fallo judicial español para emitir un veredicto. Pero en ambos casos los hechos son tan claros como graves y la UEFA debería actuar porque las pruebas son cristalinas.

En Gran Bretaña se habla de trato de favor a City y Chelsea, pues al Everton ya le castigaron con diez puntos menos por tener números rojos de 124 millones durante tres años consecutivos. La ingeniería financiera funciona mejor con los grandes. Y las influencias. El Everton es el hermano pobre.

El centrocampista del Real Madrid Jude Bellingham (C) lucha por el balón con el defensor croata del Manchester City Josko Gvardiol (L) y el centrocampista español del Manchester City Rodri

Bellingham (C) lucha por el balón con el defensor croata del City Josko Gvardiol (L) y RodriAFP

El gobierno de Gran Bretaña estudia poner un control financiero más estricto a sus clubes, pues las deudas son grandes y quiere evitar la explosión de la burbuja. Ceferin debería adelantarse a este movimiento británico. Cuando las barbas de tu vecino veas mojar pon las tuyas a remojar.

Ni un solo club inglés aprueba

Hay un dato muy evidente: Aleksander Ceferin sabe que hoy en día ni un club inglés cumple con las nuevas normas financieras de la UEFA, que exigen un balance trimestral de gastos e ingresos. Pero les permite competir, como se lo permite al PSG, su gran apoyo frente al Real Madrid, el Barcelona y la Superliga.

Los jueces europeos ya dieron vía libre a otro torneo continental y en el futuro se atisban cambios en el orbe del balón.

La gravedad de la denuncia que Javier Tebas realiza en la UEFA está bien argumentada. El City y el PSG son clubes ilegales, financiados por Estados, y su competencia es injusta, ilegal y desleal.

El Real Madrid y el Barcelona crearon la Superliga para que los equipos reciban más dinero y poder contrarrestar esa competencia desleal. De hecho, el PSG no entraría en la Superliga, una competición que denigra cuando hace cuatro años quiso montarla junto a la Juventus de Agnelli.

La gravedad de la denuncia que hacemos es que el Real Madrid se juega el reinado de Europa frente al City desde hace un lustro.

El análisis pausado que la Casa Blanca asume es que desde 2020 se ha encontrado al cuadro azul en cuatro ocasiones, y en la quinta se midió al Chelsea, otra entidad con cuentas falsas. La clave de la denuncia es: un lustro frente a adversarios con dumping financiero.

Combate contra un club ilegal

El mensaje que la UEFA debe estudiar es que el Real Madrid siempre está en la pelea con su trabajo bien hecho, con su dinero, con 1.267 millones invertidos en el nuevo estadio, que le cuestan 50 millones anuales de pagos de créditos. Y se ha enfrentado en cuatro oportunidades en un lustro al club que manda en Europa, el City, con cuentas falsas y fichajes dopados financieramente desde Emiratos Árabes Unidos. El equipo angloárabe eliminó al español en 2020 y 2023, cuando ganó su primera Copa de Europa. En 2022 triunfó el Real Madrid y se adjudicó su decimocuarta Champions. Ahora vivimos una cuarta confrontación desleal, injusta, admitida por la UEFA, entre los blancos y esta entidad inglesa que falsifica los contratos de patrocinio, de futbolistas y de entrenadores porque el control financiero le impediría ficharlos, ya que superan su presupuesto, y falsea patrocinios inflando cifras para poder fichar.

El balance de situación es que el Real Madrid siempre está por méritos propios en la pelea por el reinado de Europa y desde hace un lustro ataca el mandato europeo frente a un equipo dopado ilegalmente, que le ha quitado dos opciones de título y hoy puede quitársela por tercera vez en cinco años. ¿Esto es justo?

Los rivales históricos del conjunto madrileño en Europa fueron el Milan, el Inter, el Benfica y el Bayern. Ahora es el City. La diferencia es que el rival inglés juega con las cartas marcadas, con ventaja, ayudado por un Estado, financiado con un dinero que no produce y por eso se falsifican patrocinios y contratos de futbolistas y técnicos. Ceferin lo admite, porque sus amigos del PSG hacen las mismas trampas.

El Real Madrid se mide a los tramposos año a año en esta lucha por el cetro continental. Hace dos temporadas se vio las caras con todos los tramposos en cuestión de tres meses, el PSG, el City y el Chelsea. Y venció. Pero juega en inferioridad de condiciones.

Ceferin, mírate el ombligo y actúa. En cuartos de final siempre hay clubes dopados financieramente, porque son más fuertes artificialmente y quitan el sitio a los equipos honestos. El Real Madrid se enfrenta esta noche a un Estado. El único estado legal del fútbol que conocemos es el Stade de Reims de Raymond Kopa. Y el cuadro español le ganó en buena lid. Esta noche no hay buena lid.

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