El Madrid, a la Copa Libertadores. Europa la tiene superada
Esta vez tumbó al magnífico Borussia que tuvo el partido en la primera parte. Es probable que el peso de la condición de favorito le pesara al Real
Los números del Madrid en la Copa de Europa se los saben ustedes. Todos. Que si Florentino 7 - Bernabéu, 6. Que si al gran Paco Gento le acompañan Kroos, Modric, Nacho y Carvajal en la media docena. (Paréntesis: cinco madridistas tienen más títulos que el Barça. Y sólo les quedan por delante el Milán, 7, y el rey, claro) ¡Qué dominio!
Que si no ha perdido un partido en todo el torneo. Y dos en todas las competiciones. Que esta vez se ha cepillado a la Bundesliga, Leipzig-Bayern-Dortmund, como cuando la 14 hizo con la Premier: Chelsea, Liverpool, City… ¿Saben? Me acuerdo de M´Bappé. Si se viene cuando la última vez tendría dos Copas de Europa.
Ojo. Y empezando a competir allá por agosto sin 9, ¡Kane, qué error no traer a Kane!, y sin el portero y los dos centrales titulares para mucho tiempo. Y de estos no fichó ninguno. La Cátedra pronosticaba Ruina. Con mayúscula. El balance es Copa de Europa-Liga y el añadido de la Supercopa. La Cátedra…
Pues eso, como todo eso se sabe y está en la historia por los siglos de los siglos, puesto que cada copa llega de una manera distinta, demos el necesario paso adelante: el Madrid debe explorar otros escenarios. Seis en once años, 2014-2024. Parecen diez, pero son once. Otra de sus rarezas. Pido pues formalmente que se apunte a la Copa Libertadores de América y deje lo de Europa para los europeos que van, le achuchan, le tienen de los nervios… y acaban palmando. Europa es una página superada. ¿La Superliga? Valdría, claro. Otro escenario, ya digo.
Esta vez tumbó al magnífico Borussia que tuvo el partido en la primera parte. Es probable que el peso de la condición de favorito le pesara al Real. Salió entre atontado y mal puesto. Ancelotti dijo que en esa fase Vinicius estuvo vago. Y otros. Estuvo en un tris de verse por debajo, pero resistió. Y hablaron en el vestuario. Y salieron los mismos, pero eran otros. Y no es que ganó, es que el mejor alemán en el segundo tiempo fue su portero. El Madrid.
Con goles de Carvajal, el mejor del partido, el delantero más peligroso de su equipo, y Vinicius. Goles con mensaje: uno, jugador de toda la vida, tanto que puso la primera piedra de Valdebebas mano a mano con Di Stefano nada menos, Un Dani crío.
Y otro, de Vinicius, la puntilla. Ahora mismo, el colocado para el Balón de Oro. El que no tenía gol, el que no era líder, todo eso. Otra ruina, vamos. Acabo que me da la risa. En esta España tan peculiar, fiarse, lo que se dice fiarse, el Madrid. Quince. 'Pa morirse'.
