El Atlético tira de coraje y corazón y se lleva un duelo cargado de energía

Hubo que sufrir para conseguirlo. El Atlético de Madrid sabe mucho de eso. Siempre cuesta debutar en una nueva competición y más si enfrente tienes a un rival que te pone las cosas muy difíciles. Los colchoneros sacaron adelante un partido muy sufrido contra el cuadro energético y arrancan su andadura en la Champions con victoria gracias a los goles de Griezmann y Giménez (2-1).

Después de un inicio de Liga bastante convincente, al Atlético de Madrid le llegó el momento de debutar en la Champions. Y para empezar su andadura en la máxima competición continental, el RB Leipzig esperaba al otro lado del terreno de juego con el objetivo de provocarle el primer disgusto europeo a los colchoneros.

El encuentro prometía ser igual de eléctrico que la tormenta que cayó sobre la capital española que obligó a interrumpir la circulación en la línea 7 de metro. Y eso se pudo comprobar nada más arrancar el duelo. El Leipzig salió a morder desde el inicio y llevó a cabo una presión sin balón asfixiante, lo que provocó que los zagueros del Atlético anduvieran algo timoratos cuando tenían que sacar el esférico desde atrás.

Ese insistir sin balón le vino que ni pintado al conjunto energético. Porque en el minuto cuatro de la primera mitad, los de Marco Rose iniciaron un contraataque lleno de intenciones que acabó en gol. El esloveno Benjamin Sesko fue el encargado de dejar helados a los seguidores colchoneros después de aprovechar un balón que dejó suelto su compatriota Jan Oblak para mandarlo al fondo de las mallas con la testa.

Tocaba reaccionar. El Atlético se puso manos a la obra y la afición también colaboró. El encuentro no había empezado de la mejor manera, pero la buena noticia es que quedaba mucho tiempo por delante. Los partidos los gana el equipo que más insista. Y en eso, el Atlético es líder indiscutible.

Los de Simeone lo intentaron y según pasaban los minutos empezó a oler a pólvora mojada. Daba la impresión de que el tanto del empate podía llegar de un momento a otro. Y en el minuto 28, el conjunto colchonero cantó bingo. El encargado de hacer el gol de la igualada tenía acento francés. Es decir, Antoine Griezmann.

El '7' colchonero se colocó en el sitio perfecto para rematar un centro maravilloso de Marcos Llorente que llegó desde la banda derecha y la afición colchonera coreó el nombre de su ídolo. Ese 'Antoineeee Griezzzzmannn' iniciado por el speaker y rematado por el Fondo Sur del Metropolitano seguro que se escuchó desde la Fuente de Neptuno.

El 1-1 no le valía a ninguno de los dos equipos. Había que seguir picando piedra. Pero el marcador no se movió. Vaya por delante que no fue por falta de ocasiones. Oblak y Gulacsi tuvieron trabajo. La cosa es que los delanteros no atinaron cuando tocaba. Así se llegó al descanso. Todo por decidir en la segunda mitad.

Dominio sin gol

Para sumar su primera victoria en esta nueva Champions, el Atlético necesitaba seguir jugando como lo hizo en los compases finales del primer acto. Tenían que atacar con cabeza y seguir probando a Gulacsi. Alguna iba a acabar entrando. Pero había que intentar cosas distintas para pillar desprevenida a la zaga alemana.

La afición iba a jugar un papel muy importante. Cuando la grada está enchufada todo es más fácil. Y a eso se aferró el Atleti. Querían aprovechar el rugido del Metropolitano para marcar ese 2-1 que diera un punto extra de tranquilidad. La posesión era colchonera. Pero había que traducir ese dominio de balón en goles.

El Atlético necesitaba cambiar algunas teclas para tener esa frescura para afrontar los 30 últimos minutos del duelo. Y Simeone decidió intervenir. Mandó al banquillo a Julián Álvarez, De Paul y Riquelme y dio entrada a Sorloth, Conor Gallagher y Samuel Lino.

El plan del 'Cholo' Simeone estaba claro. Meter músculo en el medio con Gallagher como box to box, ganar velocidad por el carril izquierdo con las llegadas supersónicas de Lino y añadir centímetros en ataque con el gigantón Sorloth. La teoría estaba ahí. Solo faltaba ponerlo en práctica.

Las revoluciones del encuentro habían bajado. La intensidad no era la misma y el cansancio empezaba a hacer mella en los futbolistas. Solo un picotazo en forma de gol podría subirle la temperatura al duelo. Y para volver a activar a la afición, el 'Cholo' Simeone empezó a hacer sus aspavientos característicos.

El problema es que se palpaba cierto nerviosismo en el ambiente. El tiempo se iba consumiendo y el gol no llegaba. Y en esas, el conjunto energético empezó a jugar su partido. Es decir, a perder tiempo y sacar de quicio a los futbolistas colchoneros. Y justo cuando el encuentro llegaba al final, José María Giménez apareció para rescatar al Atlético y darle un triunfo capital. Cómo lo celebró el uruguayo y cómo lo festejó el Cívitas Metropolitano.