Pues quizá conviene que nos echen de Europa…
¿Un partido de empate? Puede. Pero no seré yo quien discuta la victoria del animoso equipo francés
Sabrán ustedes que la FIFA ha dicho que nuestra federación tiene presidente en diciembre o nos quita el Mundial y echa a nuestros clubes de Europa. Pues es para pesárselo visto lo de este miércoles terrible. Nos vamos, reseteamos y el próximo agosto volvemos. Bueno, que dejen al Barça que ilusión sí tiene…
Dos goles del Girona y ocho en contra ante potencias como Feyenoord, Lille y el Benfica que fue verlo y ríanse ustedes de aquel de Eusebio que en gloria está. La duda es si es tan bueno, en su Liga no parece, o que ante esta versión del Atleti es imposible no meter cuatro y no fueron seis de milagro. Una pesadilla que empezó antes de las siete y terminó cerca de las once. Un tormento.
Girona al margen, que él ya paga estando aquí, es verdad que el derbi se iba a notar en las piernas de Real y Atleti pues de aquella batalla sólo pasaron tres días. ¿Pero tanto? ¿Para tanta incapacidad? Dio grima verlo. Simeone hizo tres cambios en el descanso, se fueron Koke, De Paul y Griezmann, y Ancelotti, uno: Mendy. Y dos más antes del 60. Eso no se recordaba el Madrid. Que había ido una sombra en otro primer tiempo pavoroso.
Cansancio, sí. Pero en blanco, una evidencia indiscutible: sigue sin encontrar su ritmo de juego, carece de plan que le sostenga porque no da con la tecla en el centro del campo. Donde está todo. El Madrid no tiene juego, es eso.
Apareció por fin Camavinga, juntó lo más físico en nómina pero ni por ahí superó al Lille que llevó el partido a su terreno, se adelantó, pudo hacer el 2-0 y sólo al final, cuando el Real llamó a la heroica, vio peligrar su triunfo.
¿Un partido de empate? Puede. Pero no seré yo quien discuta la victoria del animoso equipo francés: animoso. No pudo hincarle el diente el Real en lo colectivo ni en lo individual. Vinicius, Bellingham, el rato de Mbappé… Fantasmas. Sus estrellas son una sombra, huérfanos, como el resto del equipo, de lo fundamental: el juego.
Fin pues a una racha de 36 partidos sin perder y sentencia de Ancelotti: hemos dado otro paso atrás. El gran problema es dónde estaba y sigue: lejísimos de una imagen presentable. Aplíquese al Atleti, claro. Ah, si puede que no vuelva jamás a Lisboa… Pasan los ocho primeros y ‘tropecientos’ más jugarán una eliminatoria para llegar a octavos. Ahora mismo es para firmarla.