Atlético de Madrid 1-3 Lille
El Atlético se pega un batacazo de época ante el Lille y se complica su futuro en la Champions
Los pupilos de Diego Pablo Simeone se durmieron en la segunda mitad y vieron como el Lille les remontó un 1-0 adverso
El tempranero naufragio del Atlético de Madrid que abre el debate sobre Simeone
En una competición como la Champions League no hay ningún partido fácil. Nunca se debe subestimar a un rival que sobre el papel es inferior porque si el equipo grande tiene un mal partido la cosa puede acabar mal. Y eso es exactamente lo que le ha pasado al Atlético de Madrid contra el Lille. Los pupilos de Diego Pablo Simeone se durmieron en la segunda mitad y vieron como el Lille les remontó un 1-0 adverso (1-3).
El Atlético de Madrid tenía ganas de resarcirse ante su gente después del desastre de Lisboa. Y ese sentimiento se notó desde el principio. Una nueva derrota dejaría a los de Simeone contra las cuerdas. Y el Metropolitano empezó a jugar su partido desde el pitido inicial.
Sin embargo, fue el Lille el que salió con ganas de fiesta y los franceses estuvieron a nada de aprovechar un error garrafal de Giménez que Fernández tiró desviado. Respiraba el Atleti después de un inicio impetuoso del conjunto visitante. Ese gol les podría haber destrozado psicológicamente hablando, pero la diosa fortuna quiso que el electrónico siguiera reflejando el 0-0 inicial.
Fue entonces cuando el Atlético se entonó y empezó a llegar con más peligro a la portería defendida por Chevalier. El gol estaba pululando en el ambiente y en el 8' llegó el primer arañazo de Champions de Julián Álvarez. El atacante argentino aprovechó un error clamoroso de Touré y definió como el gran delantero que es. El Metropolitano coreó su nombre con ese punto extra de energía con el que se suelen cantar los goles de los cracks en la avenida Luis Aragonés.
El tanto de Julián le dio esa tranquilidad de ir con ventaja en el marcador y el encuentro entró en un tramo algo más pausado. Era el Lille el que tenía más urgencias, pero el Atleti no le iba a poner en bandeja las cosas. Si los mastines (apodo que recibe el equipo galo) querían hacer el 1-1 antes del descanso se lo iban a tener que ganar. En el fútbol, como en la vida, no se regala nada.
El Atleti estaba jugando a su antojo y haciendo un buen fútbol (jogo bonito, que dirían los brasileños). Los futbolistas estaban enchufados y el público presente en el templo colchonero estaba disfrutando de un bonito encuentro. El resultado era corto, pero las sensaciones de los pupilos del 'Cholo' Simeone eran francamente buenas. Así se fueron ambos equipos a vestuarios.
Exceso de relajación
El encuentro tenía color rojiblanco, pero ese 1-0 no era lo suficientemente amplio como para relajarse. Y en ese sentido, el Atlético salió con ganas de marcar el segundo lo antes posible. El Lille tenía potencial ofensivo y lo podía demostrar en cualquier momento. Por ese motivo, el Atlético no se podía dormir en los laureles. El partido no estaba para dejarse llevar.
En los primeros compases de la segunda mitad, al Atlético se le vio algo nervioso, las jugadas no terminaban de salir y la afición colchonera se temía lo peor. Los jugadores estaban perdonando más de lo habitual y justo cuando se alcanzó el 60' de partido, el Lille pescó en río revuelto y Edon Zhegrova se inventó un golazo tremendo ante el que nada pudo hacer Jan Oblak.
El Atlético de Madrid había salido muy dormido al segundo acto y, por lo tanto, el empate del Lille era merecido. Si el cuadro colchonero quería volver a la senda de la victoria, con eso no bastaba. Había que dar un paso adelante. Y para tratar de aportar frescura al ataque, Simeone cambió a Correa por Sorloth. El Atleti necesitaba tirar de coraje y corazón.
Los más de 1.000 aficionados del Lille estaban radiantes y sólo se les escuchaba a ellos. Al Atlético le tocaba remar contra viento y marea. Entre tanto, la crispación llegó al Metropolitano cuando vio que Marco Guida indicó un penalti surrealista a favor del Lille. Como lo leen. El árbitro italiano señaló pena máxima para los franceses.... ¡cuándo el balón había impactado en la mano de un futbolista de los mastines! Jonathan David cogió el balón y lo mandó al fondo de las mallas.
El partido se le había puesto de color negro al Atlético de Madrid. Y la peor noticia es que los de Simeone no daban demasiados síntomas de querer subsanar la pájara que habían sufrido en la segunda mitad. De nada valía sobar el balón sin sentido. El Lille le estaba dando una lección de fútbol al Atlético. Y en esas llegó el 1-3 definitivo, que fue obra de Jonathan David (otra vez). En ese momento, la afición colchonera dejó de creer y fueron abandonando el estadio. Dura derrota de los colchoneros, que se complican (y mucho) su futuro en Champions.
Ficha técnica
3- Lille: Chevalier; Touré (Diakité, 46'), Mandi, Alexsandro; Meunier, André, Ayel, Gudmundsson; Fernández, Bayo (Jonathan David, 65'), Cabella (Zhegrova, 16').
Goles: 1-0 Julián Álvarez (8'); 1-1 Zhegrova (60'); 1-2 Jonathan David (p. 75'); 1-3 Jonathan David (89')
Árbitro: Marco Guida (Italia). Amonestó a los locales Javi Galán (17'), Giménez (78'), Witsel (88') y a los visitantes Touré (45'), Meunier (78')
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la UEFA Champions League, disputado en el Riyadh Air Metropolitano.