Vinicius, Bellingham y Mbappé, triple examen donde no se puede fallar
Tras el golpe del clásico, las figuras del Real Madrid tienen rabia por resarcirse y poner las cosas en el buen camino
La Champions y el Milán es una buena prueba de fuego para los tres y para el equipo: saben que deben remontar el vuelo y convencer al aficionado
No se puede fallar más. Hay que reaccionar. Las charlas en la cocina de Ancelotti con la plantilla son crudas y objetivas. No tiene que decirles mucho porque saben que el entrenador tiene razón. El Real Madrid y sus figuras saben muy bien lo que se juegan. El golpe del clásico y la marcha del aficionado de la grada antes del final del partido es un aviso del sentimiento de los seguidores. Bellingham, Mbappé y Vinicius decepcionaron frente al Barcelona y asumen su liderazgo para hacer remontar el vuelo del equipo. Están rabiosos por no haber jugado bien y por estar en la diana de la crítica, especialmente el inglés y el francés, porque el brasileño es quien mejor ha rendido esta temporada.
Es hora de dar un paso adelante y la Champions les pone otro examen sobre el tapete verde. Hay que vencer al Milán y después ganar al Osasuna para encarrilar la situación del grupo. El Bernabéu será escenario de estas dos apuestas.
Mejorar el sistema defensivo
El análisis en la cocina del vestuario ha sido profundo. La suspensión del partido de Mestalla ha permitido a Carlo Ancelotti dialogar largo y tendido y trabajar tácticamente el sistema defensivo para mejorar sus prestaciones.
Físicamente, Pintus ha dirigido una minipretemporada para terminar de poner a punto a muchos futbolistas. Y en ataque se ha centrado el foco en la velocidad de movimientos para explotar mejor las cualidades de Mbappé y Bellingham, los dos hombres de los que se espera mucho más por parte de los seiscientos cincuenta millones de madridistas reconocidos en todo el mundo.
Bellingham, en la derecha está lejos del gol
Jude Bellingham se encuentra ansioso por despegar. Es quien más ha pagado el encaje de Mbappé en el esquema. La pasada temporada fue un gran goleador y casi se lleva el trofeo Pichichi porque Ancelotti le situó como mediapunta, al borde del área. Su actual demarcación como mediocampista por la derecha ha alejado sus posibilidades de gol en beneficio de los dos puntas estelares y su rendimiento es menos espectacular. Hace un trabajo físico y de engarce del juego muy importante para el equipo que el seguidor no ve.
Es verdad que si se moviera por el centro aportaría mejor su calidad y anotaría goles. El británico desearía jugar de nuevo como punta de un rombo. En la derecha pierde opciones de combinación que antes sí disfrutaba, situado en el epicentro de la medular. Le gustaría estar más cerca de Mbappé y de Vinicius. Hasta hoy no ha marcado esta temporada. Ancelotti debe repensar la manera de explotar las características del inglés.
Mbappé: más acierto en el remate
Muchos subrayan la trampa del fuera de juego que anuló la efectividad de Mbappé en el clásico. Cayó muchas veces en el error porque se movió al límite pensando que su velocidad no era suficiente para desbordar a la defensa azulgrana. Y si lo fue. Hizo tres escapadas de gol y falló en el remate ante Peña, que realizó el partido de su vida.
El astro francés no acudió hace unas semanas a la llamada de su selección con el fin de ponerse a punto para rendir al máximo con la empresa que le paga, que es el Real Madrid. Esta semana ha sido importante en este capítulo físico.
Piensa Kylian que los disparos que antes entraban ahora no le entran. Es cuestión de rachas y también de mentalidad positiva. Lleva ocho goles, seis en Liga, y la Copa de Europa es su lugar ideal para dar la vuelta a la tortilla francesa. El Milán es su reto. Y luego el Osasuna. Quiere despegar, coger su altitud idónea de 'vuelo'.
Ancelotti adujo hace tiempo que Mbappé estaría en la mejor forma en noviembre, después de no haber hecho pretemporada, un problema que también han soportado Carvajal, Bellingham, Mendy, Tchouaméni y Camavinga.
El aficionado en general no entiende que todos estos jugadores siempre juegan para ganar y han acabado la temporada luchando por la Champions y por la Eurocopa. Bellingham conquistó la Copa de Europa y perdió la final de selecciones frente a España. Mbappé, Camavinga, Mendy y Tchouaméni fueron derrotados por nuestra selección cuatro días antes. A estos futbolistas nunca les vale el empate. Es un marco diferenciador importante. Los médicos dicen que llevan años sin descansar lo necesario, con el Mundial de Qatar en invierno un año antes y ahora la Eurocopa y la Copa de América. Todo esto desgaste de competir al máximo nivel por los títulos se acusa. De la misma forma que ellos saben que deben rendir hoy lo que se espera de ellos, porque el seguidor popular no admite justificaciones por el estado físico. 'Para eso cobran tanto', dice el forofo habitual. Pero los músculos no entienden de dinero, sino de su estado.
Todo está por ganar
Las estrellas del Real Madrid saben que deben remontar la situación y comenzar a trazar su senda. La conjura del vestuario es volver a jugar como saben. Y la enorme experiencia del club y de la preparación física de Antonio Pintus dicta que los grandes títulos se deciden a partir de febrero.
Expuesta esta gran verdad de planificación, Florentino Pérez, Ancelotti y la plantilla tienen también en su cabeza conquistar la Copa Intercontinental en diciembre y la Supercopa de España en enero. para la entidad es muy importante la victoria en los trofeos internacionales y la Intercontinental está en la diana. Faltan cuarenta y cinco días para eso. Los líderes del equipo saben que deben pilotar bien al Real Madrid en la Liga y en la Champions en estos dos meses, coger el timón y encontrar la ruta de siempre. El Milan es el primer envite. Otra final.