Gabinete de crisis: Ancelotti se ve capaz de remontar la situación y los jugadores admiten que las cosas no les salen
Hubo reunión en caliente tras la derrota ante el Milan y el entrenador recibió el apoyo del club
Los futbolistas creen en lo que hacen y afirman que van a dar un paso adelante; el gran problema es una defensa que no rinde
Sí, hay crisis, porque dos derrotas importantes en el equipo más premiado del mundo significan una crisis. Y lo primero que hace el Real Madrid es reunir un gabinete de crisis para superarla. Lo ha hecho cien veces en su largo devenir histórico, como ha ganado mil veces para generar su leyenda. Los gabinetes de crisis entre el entrenador y los dirigentes y entre el técnico y la plantilla se han reunido inmediatamente. Y este es 'el estado de la nación' madridista.
Los fracasos frente al Barcelona y el Milan provocaron sendas cumbres entre el club y Carlo Ancelotti. Pero el 1-3 ante el viejo rival italiano, que incidía en un problema que es grave, suscitó ya un cara a cara en caliente para analizar el estado del equipo después de dos duros golpes consecutivos en el Bernabéu.
La conversación fue clara porque no es momento de pañitos calientes. Se cuestionó al entrenador si se veía capaz de remontar la situación, pues el Real Madrid no funciona ni arriba ni abajo, ni atrás ni adelante. No rinde en ningún capítulo del esquema. Y Carlo Ancelotti dejó claro que se siente capacitado para sacar esto adelante, como ha hecho en otras ocasiones, y que debe volver a sacar lo mejor de cada futbolista y del equipo en general.
El balance de esta crisis es que el campeón de Europa ha sufrido nueve goles en los últimos tres partidos, la defensa es un coladero y las estrellas del ataque no marcan goles. Todo sale mal, reconocen los propios jugadores, que entonan el mismo mea culpa que el allenatore. Sí, aquí nadie se esconde porque nadie puede decir que esté funcionando. Nadie. Todos se sienten culpables y lo dicen.
Tras la charla entre Ancelotti y los dirigentes de la entidad ha llegado la reflexión cruda del entrenador con sus pupilos en la cocina de Valdebebas, donde se lavan unos trapos sucios que solo conciernen al capítulo futbolístico, que tiene una nota de suspenso morrocotudo, pues a nivel de ambiente la unión del grupo es total y todos han hablado para remontar ellos la crisis.
Hay que salir de esta crisis
Sí, se admite la palabra crisis. No son palabras grandilocuentes, sino el reconocimiento de una realidad. El Real Madrid marcó una plusmarca de 42 partidos sin perder y ahora suma tres derrotas en un mes frente al Lille, el Barcelona y el Milán. Tres fiascos en el club más laureado del mundo suponen una crisis, sí.
El análisis interno en la cocina ha sido crudo, realista. Carletto, como le llaman en la distancia corta, ha expuesto al grupo que el equipo no funciona en defensa y no marca los goles que habitualmente anota este conjunto. Es de perogrullo, falla en los dos puntos clave del fútbol. El italiano ha explicado a sus hombres los problemas que deben solventar: falta velocidad de reacción, falta concentración defensiva y falta disciplina táctica. Lo ha repetido en varias ocasiones, después de cada derrota, pero no ha cambiado nada. Y ha dicho con rotundidad que si no hay concentración atrás y no hay disciplina táctica volverán a perder. Y las consecuencias serán graves, empezando por él mismo.
Los futbolistas han expuesto, uno a uno, cómo se sienten personalmente y cómo ven al equipo. Los líderes del plantel han admitido que las cosas no salen. No les salen individualmente. Han reconocido que han cometido errores. Y han afirmado con sinceridad que son ellos los que tienen que sacar esto adelante.
La defensa no tiene muchos recambios
La marcha de Kroos y de Nacho se acusa demasiado. Se reflexiona dentro de la casa blanca que quizá hubo que hacer más fichajes en el verano, pero se pensaba que Carvajal y Lucas Vázquez cubrían el lateral derecho perfectamente y se esperaba que Alaba hubiera regresado antes para rotar en el centro de la retaguardia.
El gran problema es que Carvajal se ha roto y Alaba sigue sin volver. Los grandes rivales han dejado claro que Lucas Vázquez no es un lateral derecho de verdad y que tanto Militao como Rüdiger no son suficientes para frenar las ofensivas enemigas. Ancelotti necesita un lateral derecho defensivo y otro central.
Ya sabemos que en un equipo con la exigencia del Real Madrid se buscan culpables en cuanto hay dos derrotas consecutivas. La caza de brujas tiende a señalar culpables individuales cuando la gran verdad es que la mayoría de los futbolistas son culpables.
Ahora las bombas se han centrado en Tchouaméni. Es cierto que el francés no está rindiendo como pivote defensivo, pero tampoco están funcionando Bellingham, Valverde, Mbappé e incluso Vinicius, que ha decepcionado en los dos últimos encuentros. Tchouaméni está en la cresta de la ola y quizá debería admitir jugar como central, como le pide el entrenador, y dejar el pivote para Camavinga o Valverde, que desean ejercer de mediocentro.
Ancelotti, al lado de Mbappé
No está funcionando casi nadie, por no decir nadie. Mbappé no acierta con el gol. Es verdad que no es un delantero centro puro y no se siente a gusto en esa posición. Pero Vinicius es ahora mismo el mejor extremo izquierdo del mundo y el nuevo fichaje estelar debe hacerse a la idea de moverse por otras zonas. Kylian es un goleador y tiene que marcar desde donde sea.
Ancelotti hizo labor psicológica con el astro francés después de la derrota ante el Milán. El italiano es un viejo zorro del fútbol y sabe que los delanteros viven de rachas y cuando no marcan pueden entrar en un bloqueo mental. Carletto le dijo a Mbappé que los goles llegarán y que no se atormente por ello.
Hasta Vinicius no está fino
¿Qué pasa con Vinicius? Es la pregunta que se hace el aficionado. No puede ser que le afecte tanto haber perdido el Balón de Oro, que es un premio muy inferior a conquistar la Champions y la Liga, que es lo verdaderamente importante. Lo único importante.
El Balón de Oro es un galardón que otorgan votos de periodistas de todo el mundo, muchos de los cuales, principalmente los que viven en Asia y África, no ven muchos partidos y lo que miran son meros resúmenes. Por eso no se puede dar tanta relevancia a un premio otorgado por las opiniones personales. Son los títulos los verdaderos premios.
Dichas las verdades, Vinicius sacó las castañas del fuego al Real Madrid al remontar el 0-2 del Borussia Dortmund y convertirlo en un 5-2, pero después no ha dado su rendimiento ante el Barcelona y el Milan.
Aquel 0-2 inicial del Borussia ya avisó de los problemas que ahora han explotado en el conjunto madridista. El brasileño evitó aquel momento duro, pero no ha vuelto a rendir y no ha podido frenar la crisis actual. Frente al Barcelona creó grandes jugadas de gol y falló estrepitosamente en el remate, solo ante Peña. Ante el Milan tampoco estuvo bien. Y no hay que estudiar dos carreras en Oxford para saber que si Mbappé y Vinicius no marcan el Real Madrid pierde. Así ha sucedido.
Una de las cuestiones clave en la charla de los dirigentes con Carlo Ancelotti es si los futbolistas creen en lo que hacen. El italiano ha dicho que sí. Que les pregunten a los jugadores. Ellos han admitido que lo están haciendo mal y son ellos los que han manifestado que esto lo tienen que sacar ellos adelante.