El Real Madrid pincha en Vallecas y sufre un toque de atención en la Liga

Pinchó el Real Madrid en Liga. Quien iba a decir a principios de temporada que el Rayo Vallecano iba a parar dos veces al conjunto de Ancelotti, en Vallecas y en el Bernabéu. En Chamartín arañó un empate, mismo empate que este domingo (1-1). Al Madrid se le atraganta el barrio de Vallecas, donde ya perdió el año pasado.

Su liderato no peligra (si el Girona gana este lunes en Bilbao se colocará a tres puntos), pero sí que el Real Madrid ha sufrido un pinchazo inesperado que no entraba en los planes. Un duelo que era a priori sencillo ante un Rayo en horas bajas y con nuevo entrenador acaba con un empate que sabe a derrota y que deja claro que aquí la Liga se debe pelear cada fin de semana, en cada campo, y que si se cree que el título está ya conseguido entonces sí es cuando se pierde el título.

Y todo ello en un duelo que no pudo comenzar mejor para un Real Madrid que en cada duelo de fin de semana se juega parte de una Liga que tiene de cara, pero no cerrada. Una carrera de Fede Valverde, con una faceta más ofensiva que nota el equipo, acabó con un buen remate de Joselu. Gol al minuto 3 con suspense, ya que el tanto fue anulado por fuera de juego, que no era.

Jugó bien el Madrid los primeros 20 minutos. Marcó otro gol, otra vez Joselu, ahora de cabeza, pero en la asistencia a otro gallego, Lucas Vázquez, se le había ido el balón por línea de fondo. Bien anulado. Esa acción acabó siendo clave porque el Madrid se electrocutó de forma inexplicable.

En el 24' al Real Madrid le tocó la mala suerte del fútbol. Un disparo de Trejo golpeó de forma accidental en la mano de Camavinga, que estaba dándose la vuelta y quitando el brazo. Pero el balón le golpeó en la mano y desvió el disparo, penalti en este fútbol moderno de VAR. En el videoarbitraje revisó el colegiado Muñiz Ruiz la acción y pitó penalti. Lo marcó Raúl de Tomás tras tener sus más y sus menos con Isi por quien era el lanzador.

1-1 y de un mal Rayo Vallecano se pasó a un inofensivo Real Madrid. Dominó el equipo de Vallecas, con dos ocasiones relevantes, una de Trejo y otra de Álvaro García. Ambas las paró Lunin. Fede Valverde, en el 35', tuvo el gol, pero el disparo pegó en el palo y se fue fuera. No estaba cómodo el equipo de Ancelotti, falto de ideas y dominado por momentos por un Rayo que no ganaba en Vallecas desde octubre y solo ha vencido en uno de sus últimos 13 partidos, motivo por el que se estrenaba Iñigo Pérez en su banquillo.

Estuvo el Madrid falto de ideas. Más allá de que en esta Liga se pierdan tres minutos por una simple falta, lo que rompe cualquier ritmo de juego, a los blancos –de negro en Vallecas– se les vio enormemente espesos y el duelo ya se veía que era de esos que se decidirían por una individualidad. La hizo Brahim con un giro y asistiendo a Joselu, pero el gallego llegó muy forzado en el disparo.

Otra, ya en el tramo final, fue un lanzamiento de falta de Kroos que mandó Dimitrievski a córner. Ancelotti apeló al alemán y a Rodrygo para salvarse en Vallecas y ya a falta de pocos minutos a Güler. Pero ninguno llegó a hacer nada y el empate se quedó ahí cerrando un partido triste, insulso y sin mucha historia que se acabó con una expulsión de Dani Carvajal por doble amarilla y que solo sirve para que el Real Madrid pierda dos puntos y le sirva como toque de atención: la Liga no se gana hasta que de verdad se gana.