Flick paga caras sus rotaciones frente a Osasuna y el Barça encaja una goleada en El Sadar

El Sadar no suele ser el mejor sitio para hacer experimentos y Hansi Flick ha pecado de novato. El campo de Osasuna es siempre una caldera y una de las plazas más complicadas de la Liga española. Llegaba ahí el FC Barcelona con siete triunfos en siete partidos jugados y se tomó el lujo de rotar para intentar prolongar la racha contra los menos habituales. De ello se aprovechó el conjunto de Vicente Moreno para llevarse el choque por 4-2.

Osasuna fue superior en todo momento. Tuvo muy claro el equipo rojillo como hacer la presión para sacarle los colores al Barça. El Sadar hizo lo suyo siendo una olla a presión y los jugadores mostraron un extra de motivación por la magnitud del rival. Había ganas de acabar con el invicto del Barcelona para que se apretara la Liga y Osasuna ha devuelto a la realidad a un club que ya no es lo que era.

Desde el pitido inicial, los rojillos dejaron claro que no iban a ceder terreno. Osasuna, fiel a su estilo aguerrido, comenzó a explotar los espacios detrás de la joven defensa azulgrana, donde la velocidad de Bryan Zaragoza fue una constante amenaza. Sin embargo, los visitantes lograron resistir en los primeros compases, con un Eric García que, a pura garra, se lanzó para bloquear un disparo peligroso del propio Bryan.

El partido tomó aún más ritmo cuando Ante Budimir, al filo del cuarto de hora, recibió un pase en profundidad y, tras avanzar por el campo, remató con potencia. Su disparo, para frustración de los locales, se marchó desviado por el poste. No tardó en redimirse el croata, apenas unos minutos después, un desborde de Bryan Zaragoza abrió un hueco en la zaga azulgrana, dejando a Jules Koundé descolocado. El extremo encontró el espacio suficiente para centrar y Budimir se anticipó a Pau Cubarsí para cabecear al fondo de la red.

El equipo de Vicente Moreno no se conformó con el primer tanto y siguió buscando el segundo. La presión alta de los navarros generó un nuevo susto para el Barcelona, cuando Iñaki Peña, en un intento desesperado por despejar un balón fuera de su área, lo dejó en los pies de Rubén García, quien estuvo a punto de marcar, aunque su remate rebotó en Budimir.

No cesó la ofensiva rojilla y cayó el segundo. Pablo Ibáñez metió un pase en profundidad milimétrico para Bryan Zaragoza, quien se escapó solo, regateó al portero y definió a placer, ampliando. Se quedó el Barcelona tocado y sus intentos por llegar a la meta rival se estrellaban en una defensa bien organizada.

Herrera reactivo al Barcelona

Con la reanudación, el Barça buscó reactivarse. Lewandowski tuvo más protagonismo, pero su intento de tiro libre se fue por encima del arco, y Sergio Herrera apareció para negarle el gol en otra oportunidad. El guardameta de Osasuna, sin embargo, tuvo un desliz que permitió a los culés acortar distancias. Un error al despejar dejó el balón en los pies de Gerard Martín, quien asistió a Pau Víctor para que este definiera desde lejos con un tiro blando que se le escapó de las manos al meta local.

El Barça empujaba con la entrada de Lamine Yamal y Raphinha, quienes comenzaron a generar peligro por las bandas. Osasuna, acorralado por momentos, también tuvo sus opciones al contragolpe. Minutos después, Ferran Torres se coló entre la defensa local, pero Herrera se redimió de su error impidiendo el empate.

Las opciones del Barcelona se acabaron cuando Budimir forzó un penalti tras una falta de Sergi Domínguez. El croata no perdonó desde los once metros y remató el partido. Aun así, la noche guardaba todavía más goles y en la recta final Abel Bretones firmó un tanto espectacular con un disparo lejano que hizo estallar El Sadar. Goleada al Barça con un partido perfecto.

Lamine Yamal respondió casi de inmediato con un gol de gran factura, el tiempo no fue suficiente para que el Barça consiguiera la remontada. Osasuna celebró no solo una victoria más en su fortaleza de El Sadar, sino un triunfo que tardarán en olvidar.