El Barcelona se da un festín en el Bernabéu y se presenta como gran candidato al título

Perdonar no suele ser buen negocio en el fútbol y al Real Madrid le ha pasado una factura tremenda en el primer clásico de la temporada. Las tuvo de todos los colores en la primera mitad, pero dejó con vida al Barcelona y Lewandowski lo aprovechó a la perfección. Dos zarpazos en menos tres minutos dieron comienzo a una goleada de las que duelen. 0-4 y a seis puntos en la clasificación

Llegaba mejor, en cuanto a juego, el Barcelona que el Madrid, aunque ambos estaban sacando adelante sus partidos con bastante autoridad. No se notó en la primera mitad, donde fue muy superior el equipo de Ancelotti, pero los de Flick sobrevivieron y en el segundo acto demostraron que ahora mismo están sobrando de confianza jueguen donde jueguen.

Se vistió de gala el Santiago Bernabéu para recibir el Barcelona en el primer clásico de la temporada. El ambiente era de gran noche y no era para menos, pues en juego estaba dar la primera plaza del campeonato liguero. Lo sabía el Real Madrid, que era quien más se jugaba y salió en tromba empujado por la afición. Presión alta del equipo de Ancelotti que trataba de incomodar en la salida de balón de los azulgranas.

Entró mejor el vigente campeón al partido, con Vinicus arengando a la grada y Bellingham mostrando su versión de la temporada pasada, esa que tanto echan en falta los madridistas. Con este gran nivel no tardaron en llegar las ocasiones y el Real Madrid aprovechó la línea adelantada del Barcelona -en el centro del campo- para tirar balones en largo y pillarles la espalda. Entre eso y la presión asfixiante, los blancos tuvieron por medio de Mbappé el primer acercamiento, pero su disparo se marchó por encima del larguero.

Respondió el Barça, pero mandaba el Madrid

Lamine Yamal respondió con un mano a mano ante Lunin aunque no estuvo nada fino en la definición e intentó una vaselina que acabó en las manos del guardameta ucraniano. Fue la única que tuvo el Barça en la primera mitad, que trataba de sobrevivir como buenamente podía al vendaval blanco. De hecho, pocos minutos después de la ocasión de Lamine, Iñaki Peña firmó una de las paradas del año a un disparo a bocajarro de Bellingham.

Mbappé dio el pase de la muerte al inglés y, cuando el meta ya estaba vencido, sacó su brazo izquierdo para desde el suelo atajarla en la línea. No obstante, la jugada estaba invalidada por fuera de juego. También se anuló el primer gol del Real Madrid, aunque esta vez tuvo que ser el VAR quien rebobinara la jugada cuando el Bernabéu ya había celebrado el tanto. La defensa adelantada del Barça la aprovechó Kylian, pero su rodilla estaba ligeramente adelantada. Antes de eso había sido Vinicius quien rozara el gol, pero su disparo se marchó al lateral de la red. Apretaba el Madrid pero no lograba adelantarse.

No mereció el Real Madrid marcharse empatado al descanso, pero así es el fútbol. Esto no va de merecer sino de ganar. Le pasó factura no haber encontrado el premio del gol y en la reanudación se vio un Barcelona mucho más entero. Flick dio entrada a De Jong en lugar de Fermín y las cosas le fueron mucho mejor.

En cinco minutos estelares, Casadó filtró un pase de escándalo para que Lewandowski definiera a placer en el mano a mano ante Lunin y pusiera al Barça por delante en el marcador. Mazazo para el Madrid, que cuando todavía pensaba en el primer gol le cayó el segundo. Un centro perfecto de Balde al punto de penalti sirvió al delantero polaco para poner un espectacular cabezazo en la cepa del poste y duplicar la ventaja.

El Barça montó la fiesta en el Bernabéu

Trataba la grada de conectar a los suyos, pero cuando no es la noche no es la noche. Mbappé estaba muy activo y cerca estuvo de recortar distancias, aunque nuevamente lo hizo en fuera de juego. A ese gol respondió Lewandoski tirando al palo un remate a puerta vacía. No sentenció el partido el polaco y podía parecer que era lo que necesitaban los blancos para reengancharse.

Nada de eso pasó. El Barça ya era el único equipo sobre el campo y primero Lamine Yamal y después Raphinha sentenciaron un partido que en absoluto se esperaba así. Noche muy dura para el madridismo y fiesta absoluta en Barcelona, donde ya se ven como favoritos al título de liga.