De jugar en la Liga a la zona cero de la DANA: todos los futbolistas que han ido a Valencia a arrimar el hombro
Los jugadores han demostrado que no viven en una realidad paralela y que tienen un lado humano que ha sido agradecido por las más de 845.000 personas afectadas
Así fue el sentido homenaje que el Bernabéu le dedicó a las víctimas de la DANA
La terrible catástrofe generada por la DANA a su paso por la Comunidad Valenciana ha hecho despertar a toda la sociedad civil, la cual no ha dudado en aportar su granito de arena. En estas últimas semanas se han enviado ingentes cantidades de alimentos no perecederos, productos básicos de limpieza e higiene. Pero, sin duda alguna, la ayuda humana ha adquirido un papel fundamental.
Han sido miles y miles las personas que se han acercado y volcado con los pueblos afectados para echar una mano, algo que se convirtió en necesario ante la pasividad y reacción tardía mostrada por las instituciones políticas. Y en todo este proceso, también ha existido la colaboración de los futbolistas, que no han dudado en arrimar el hombro cuando más falta ha hecho y que han dejado claro que ante una tragedia de estas características el famoso cliché de que viven en una realidad paralela no ha existido.
Las localidades más afectadas por la DANA han sido Sedaví, Paiporta, Chiva, Algemesí, Massanassa, Catarroja, Alfafar... y en todos esos sitios ha habido futbolistas que han bajado al barro para echar una mano a las más de 845.000 personas que han sido afectadas por esta terrible catástrofe y han demostrado que ellos también tienen su lado humano a pesar de los estereotipos que puedan existir.
La mayor ayuda ha llegado por parte de los jugadores del Valencia, Levante y Villarreal que, a fin de cuentas, son los que más cerca han estado de la tragedia. Futbolistas como Hugo Duro, Diego López, Pepelu, Vicente Iborra, Rubén Iranzo, Diego Conde y compañía se pusieron el mono de trabajo, pero tampoco conviene descartar la ayuda que ha llegado de fuera. Y en ese sentido, Ferran Torres (Barcelona) y Marcos Llorente (Atlético de Madrid) también han puesto de su parte.
Marcos Llorente, en pleno proceso de recuperación por una lesión en el muslo derecho, viajó de incógnita a Valencia saliendo de Madrid a las cinco de la mañana y su visita estuvo caracterizada por haber llevado un total de 400 hidrolimpiadoras con un valor económico superior a los 200.000 euros. Ese gesto honró mucho al futbolista del Atlético de Madrid, que llegó a decir que no podía quedarse de brazos cruzados viendo lo mucho que se estaba involucrando la ciudadanía.
Otra ayuda destacable fue la que le brindó Osasuna a todos los afectados por medio de Rubén García y de Vicente Moreno. El futbolista natural de Játiva tomó la decisión de ir a Paiporta a ayudar a todos los afectados en lugar de viajar a Chiclana, donde el conjunto rojillo disputó su partido de Copa del Rey el pasado jueves (acabó en victoria por 0-5 de los navarros) y el técnico rojillo le pidió permiso al club para poder irse a su Massanassa natural para colaborar y visitar a toda su familia, que lógicamente fue afectada por la DANA.
El testimonio de Dani Parejo
En los últimos días, han sido muchos los testimonios y el dolor expresado por los futbolistas. Dani Parejo fue uno de ellos. El centrocampista del Villarreal se trasladó hasta Sedaví a ayudar y contó públicamente cómo había ido su experiencia en la localidad valenciana y cómo se había sentido.
«He ido allí a ayudar, al igual que otros compañeros. Ya los que tenían que haber ido antes por circunstancias, no fueron. Hemos demostrado que el pueblo siempre está ahí y sacaremos esto adelante. Ir allí es como ir a la guerra. Yo fui a Sedaví a ayudar. Vivo en Valencia y tengo gente cercana que se ha visto afectada dentro del equipo de fútbol de mis hijos. Es una situación difícil, complicada, porque le está pasando a miles de personas. Quiero darle todo el ánimo del mundo. Es increíble ver a toda la gente que se está desplazando a ayudar. Nosotros estamos bien, dentro del gran problema que hay», reconoció el futbolista nacido en Coslada.