La amarilla de Cuadra Fernández guiñando un ojo a Vítor Roque que ha desatado la polémica: «Son intocables»
El colegiado balear no tuvo su mejor actuación y en dos acciones concretas sacó su lado más soberbio y chulo para perjudicar al Betis
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El encuentro entre el Villarreal y el Betis disputado en el estadio de La Cerámica estuvo marcado por la polémica arbitral, como viene sucediendo en los últimos tiempos en el fútbol español. El duelo acabó con victoria por 1-2 del conjunto bético, pero fue un triunfo algo amargo para los de Manuel Pellegrini.
El colegiado Guillermo Cuadra Fernández no tuvo su mejor actuación y perjudicó al Betis con alguna que otra decisión controvertida, como por ejemplo la expulsión del Chimy Ávila. El delantero argentino se llevó la tarjeta roja directa tras haber 'trastabillado' a Álex Baena en una acción en la que lo más normal hubiera sido tarjeta amarilla.
Esa tarjeta roja desquició al Betis. Desde el banquillo bético, Lo Celso, Bakambu y Pellegrini pidieron encarecidamente la revisión del VAR (Ávila no tocó a Baena) y el trencilla acabó amonestando a los tres.
Esa fue la primera acción polémica del duelo. La segunda fue aún peor y sacó el lado más soberbio de Cuadra Fernández. En el minuto 65 de la segunda mitad, el colegiado balear amonestó a Vítor Roque guiñándole un ojo, riéndose del delantero brasileño de forma clara, atendió a sus protestas y, acto seguido, le dijo «pues toma amarilla» dándole una palmadita en el hombro y continuó dialogando con Roque de manera burlesca.
Estas dos acciones provocaron las quejas de los dirigentes béticos. Ángel Haro, presidente del Betis, consideró que lo que había hecho Cuadra Fernández con su equipo había sido inaceptable y expresó su malestar a pesar de haber ganado por 1-2. «Cuando hay errores como los que hemos tenido, hay que pedir explicaciones. Veremos qué ha pasado en esos audios de VAR y confío que el CTA actúe y cuando estas cosas pasen, que tengamos respuesta. Hay errores graves, y nosotros a veces entendemos que el error arbitral es parte de su trabajo, pero esto es más que un error grave, es una grosería y un insulto a todo el beticismo».