Rafa Nadal cae con honores y peleando hasta el final en la pista en la que forjó su leyenda
El español se despide del cuadro individual de los Juegos Olímpicos en un partido que Djokovic dominó de principio a fin
Nadal responde a Djokovic por «su último baile» y carga contra la organización por los horarios
Era el desafío más complicado que podía tener Rafa Nadal en estos Juegos Olímpicos y le tocó afrontarlo en la segunda ronda del torneo. Novak Djokovic viene decidido a por el oro, que es el único gran título que le falta, y le dio lo mismo tener al otro lado de la red a su mayor rival, a toda una leyenda como el español y se impuso por un contundente 6-1 6-4 . Empezó muy mal Nadal, pero al final casi levanta lo imposible.
Ni jugar en el complejo de Roland Garros sirvió para que Nadal diese batalla en gran parte del choque. Ahora mismo la realidad, y Rafa lo sabía, es que Nole está a años luz del balear. Que el partido fuese en tierra batida y en una pista que perfectamente podría llevar el nombre del 14 veces rey de París dio esperanzas a todos los españoles, pero pronto se vio que había poco que hacer. Djokovic es Djokovic y nada de lo que se había hablado en la previa le iba a amedrentar.
Si algo se vio reflejado nada más comenzar el choque es que Djokovic ayer vio el duelo de Nadal ante Fucsovics y trató de imitar todo lo que le funcionó al húngaro. Comenzó sacando abierto e invirtiéndose constantemente de derecha, algo que a Rafa le está costando mucho contrarrestar este año. Él mismo lo reconoció: «No estoy siendo capaz de leer el juego de mis rivales».
Eso con Djokovic resultó un problema muy serio y ni los gritos de 'Rafa, Rafa' de la Philippe Chatrier le metieron algunas dudas en el cuerpo al serbio. La pista en la que el balear ha forjado su leyenda trataba de llevarle en volandas, pero Nole tenía claro su plan y lo ejecutó a la perfección para pasar por encima del máximo rival de su carrera.
Nadal nunca se rindió
El partido fue un monólogo del serbio y resultaba difícil hacer una distinción entre la primera y la segunda manga. Todo el rato se siguió el mismo guion, con Nole muy sólido al saque y sin apenas sufrir y después yéndose con todo cada vez que servía Nadal. El serbio ahogó a Rafa en los peloteos largos, incapaz de seguir su ritmo de bola. Le faltaban piernas al español y se llenaba de errores para intentar acortar los puntos. Mala idea ante un muro como Djokovic.
Así se llegó al 6-1, 4-0 y aparecieron los nervios del ganador de 24 Grand Slams. Hasta un campeón como él sufre para cerrar los partidos y Nadal en ningún momento tiró la toalla. Ni un mal gesto porque no le estuvieran saliendo las cosas, más bien todo lo contrario. Buenas caras y animándose constantemente en busca de su oportunidad, que terminó llegando.
Luchó hasta el final, como siempre hace, y le metió el miedo en el cuerpo a Djokovic. De repente Nadal sacó su mejor versión, esa con la que ha dominado con puño de hierro durante 15 años en Roland Garros y empezó a hacer más y más pequeños al serbio. La pista también empujaba y lo que estaba siendo un paseo se convirtió en una tortura para Nole, que quería terminar el encuentro cuanto antes.
Le faltó creérselo a Rafa tras conseguir el 4-4. Los errores le jugaron una mala pasada cuando sacó por primera vez para ponerse por delante y Nole volvió a su versión del inicio, esa con la que rozó la perfección. Su revés paralelo fue clave para desarmar de nuevo al español y sacar para ganar, una oportunidad que ya no desaprovechó.
Honor a Rafa Nadal
Durante gran parte del partido, dio la sensación de que el español se iba a marchar humillado de los Juegos Olímpicos. No estaba por la labor Nadal y reaccionó dejando claro que sigue teniendo tenis. Ya no es el de hace 5 años, pero cuenta con armas para seguir siendo competitivo. Ahora le queda el dobles con Alcaraz, una oportunidad única para seguir agrandando su leyenda olímpica.