Reyes Pla va a por la medalla y no quiere otro 'robo' como en Tokio: «Arrancaré la cabeza del rival que sea»
El boxeador español presentó su candidatura tras vencer a Han y ya está a un paso de la lucha por las medallas
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Enmanuel Reyes Pla tiene los Juegos Olímpicos de París entre ceja y ceja después de lo que le sucedió en Tokio 2020. El púgil español se quedó muy cerca de conseguir morder metal en la pasada edición de las Olimpiadas, pero una decisión dudosa de los jueces le dejó en cuartos de final frente al campeón en Río y Tokio, Julio Cesar La Cruz.
El boxeador cubano cayó en primera ronda contra todo pronóstico y es un rival menos para Reyes Pla en estos Juegos, donde la mayoría de rivales que quedan han perdido contra él en alguna ocasión. Además, en esta ocasión la suerte le ha sonreído y teóricamente los rivales de su parte del cuadro son claramente inferiores a él. Más opciones para, esta vez sí, conseguir la medalla que ha ido a buscar.
Su primer combate, ante el chino Han, fue toda una declaración de intenciones aunque el marcador no resultase tan abultado. Rafa Lozano, el artífice del equipo español de boxeo en los Juegos, explicó que era parte de la estrategia y que Reyes Pla. «Habíamos ganado dos asaltos y ya decidimos que guardase energías», aseguró. El púgil español dejó sentenciado su combate en las dos primeras rondas y de nada iba a servir lanzarse a por todas en busca del KO.
Reyes Pla también habló tras el combate y avisó de que va con todo a por una medalla y que ningún rival (se enfrenta en cuartos al belga Schelstraete) se lo va a impedir. Es más, hasta se atrevió a lanzar un guiño a Nadal para mostrar su convencimiento de que este es su año. «Voy a por la medalla de oro. Quiero ganar en Roland Garros, donde Nadal venció tantas veces», dijo antes de mandar un recado a todos sus rivales.
«Le voy a arrancar la cabeza»
«Al rival que sea le voy a arrancar la cabeza», fue su frase más destacada y llena de confianza. Puede parecer que se da unos aires de superioridad tremendos, pero en boxeo siempre ha sido típico hablar con esta soberbia.