Giuliano Simeone recrimina el lanzamiento de objetos por parte de los aficionados marroquíes

Giuliano Simeone recrimina el lanzamiento de objetos por parte de los aficionados marroquíesAFP

El problema del fútbol en los Juegos con sus polémicos arbitrajes y que no se puede cambiar

Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más grande de todos, de eso no hay ninguna duda. Lógicamente, no todas las disciplinas cuentan con la misma importancia a pesar de que las medallas valgan lo mismo independientemente del deporte. El atletismo, la natación o la gimnasia deportiva suelen llamar mucho más la atención que el fútbol.

Aun así, en una competición de la grandeza de las Olimpiadas, todo debe estar controlado a la perfección y la profesionalidad debe estar siempre presente. Nada puede salir mal y la sensación tiene que ser de que no hay nada más grande que los Juegos Olímpicos, independientemente de la disciplina que se juegue, algo que no está ocurriendo en París.

Los primeros días de estas Olimpiadas ya han dejado varias quejas de los deportistas. En natación la piscina no cumple con la profundidad que pide el nuevo reglamento acuático, en tenis la organización de los horarios está siendo un desastre y en fútbol hay un gran problema con los arbitrajes. Esa circunstancia hace al fútbol especial, puesto que no tiene arreglo ni a corto, ni a largo plazo mientras las normas de la FIFA y el COI no cambien.

Mientras que lo onda que sea la piscina o el caos que está habiendo este año en el tenis son problemas perfectamente subsanables en la próxima edición de los Juegos, en fútbol el pobre nivel de los colegiados es muy difícil de cambiar. La Comisión de Árbitros de la FIFA tiene que llevar por normativa a colegiados de todos los continentes.

No están acostumbrados al primer nivel

Para empezar, muchos de los colegiados que llegaron a París apenas habían tenido contacto con el VAR antes. El videoarbitraje, ya muy asentado en el fútbol europeo, no está todavía en las ligas de todos los países y eso provoca que muchos trencillas no dominen la herramienta. Por ello, la FIFA matizó que habría «un equipo multidisciplinar compuesto por especialistas técnicos, incluidos instructores de arbitraje y videoarbitraje, analistas de partidos, preparadores físicos, fisioterapeutas y especialistas en ciencias del deporte».

Nada más lejos de la realidad, esto no deja de ser un cursillo express para los árbitros menos cualificados y no sirve para evitar todos los errores. Más aún si se tiene en cuenta que, al igual que pasó hasta el escándalo del Mundial de Corea 2002, los árbitros pueden ser de diferentes nacionalidades y eso en muchas ocasiones dificulta la comunicación.

El árbitro Carlos del Cerro Grande revisando una acción en el VAR durante la final de 2023

Imagen de archivo de un árbitro revisando una acción en el VARUEFA

Así las cosas, se han visto cosas surrealistas como el escándalo del partido entre Argentina y Marruecos que terminó con victoria del país africano aunque dos horas después de que se diese inicialmente por finalizado el encuentro. La selección albiceleste trató de remontar un resultado adverso (0-2) y 'consiguió' el gol del empate en el minuto 106.

Sin embargo, tras una invasión de campo de los aficionados marroquís y cuando parecía que el encuentro terminaría en tablas, el VAR apareció dos horas más tarde para corregir al colegiado, anular el gol argentino y dictaminar que todavía faltaban cuatro minutos por jugar y que los jugadores debían salir al campo.

Más errores arbitrales

Evidentemente, el error que se acaba de comentar ha sido el más claro, pero no el único. Los futbolistas en estos Juegos no están entendiendo nada bien las actuaciones de los trencillas. Se supone que el fuera de juego semiautomático no tarda ni medio minuto en anular un gol o validarlo y las decisiones se han llegado a retrasar hasta cinco minutos porque les cuesta utilizar la herramienta.

Pasa lo mismo con las tarjetas amarillas, no hay un criterio único y algunos árbitros se han hinchado a sacarlas cuando normalmente en este tipo de eventos se suele ser algo más laxo, pues ver dos cartulinas ya acarrea suspensión. Mucho castigo en un torneo tan corto.

El problema de los arbitrajes no es único del fútbol y pasa en todos los deportes. La cosa es que hasta ahora donde más se ha evidenciado ha sido en el deporte rey. Una disciplina que por un motivo u otro, siempre termina cuestionada en los Juegos Olímpicos porque no tiene nada que ver con la perfección que se suele dar en una Copa del Mundo.

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