España acaba con su sequía y Álvaro Martín logra el bronce en 20 km marcha
Álvaro Martín firma una grandísima carrera y se lleva su primera medalla olímpica tras triunfar en el Mundial y el europeo
El miércoles 31 de julio fue un día negro para la historia del deporte español. Hasta cinco opciones de medalla se esfumaron en los últimos momentos y fue un varapalo tremendo. No se esperaba morder cinco metales, pero al menos alguno sí. No pudo ser y afortunadamente eso ya es pasado y este jueves ha empezado de manera grande con el bronce de Álvaro Martín en 20 km marcha.
El extremeño, de 30 años, firmó una prueba espectacular e hizo valer su experiencia en todo momento. No se exhibió en los primeros kilómetros de la carrera y esperó tranquilamente junto a los 'tapados' en segunda línea para dejarse ver a partir del kilómetro 10, cuando el ritmo sube. Le salió a las mil maravillas y se quedó en el grupo de los cuatro mejores, donde dio un recital de saber sufrir para agarrarse a la pelea por las medallas.
La carrera, que se retrasó media hora, tuvo un ritmo tremendo, cercano al del récord olímpico logrado en Londres 2012. Había tres españoles con posibilidades de medalla, pero Diego García fue cayendo poco a poco y pronto dijo adiós. Quien si luchó hasta casi el final fue el catalán Paul McGrath, que estuvo en cabeza de carrera, pero se desfondó al final de la prueba y su esfuerzo no obtuvo premio, pues también se quedó sin diploma.
Así las cosas, solo quedó Álvaro Martín para aumentar el medallero de España. El extremeño, que llegaba como vigente campeón mundial, aceptó el reto más grande de su carrera y se fue con todo a pelear por los metales. Su prueba estuvo siempre controlada y merecía medalla, pero el grupo de cuatro que quedó para pelear por ellas dejaba claro que a uno le iba a tocar vivir la cara amarga de la derrota. Mal asunto viendo como estaban yendo las cosas para España en estos Juegos.
Mantenerse en segunda línea
El ecuatoriano Brian Daniel Pintado pronto se escaparía y se haría inalcanzable para el resto. El oro estaba imposible porque el subcampeón mundial tenía más pulmones que los demás y nadie pudo seguir su marcha. Tocaba luchar por la plata o el bronce y para ello había tres candidatos. Bonfim y Stano eran los rivales del español y ninguno lo iba a poner fácil. Cuatro años de espera son demasiado como para tirar la toalla por mucho sufrimiento que haya.
Dio su brazo a torcer el italiano, Massimo Stano, que se torció el tobillo a falta de 2 km y abandonó por unos minutos la pelea. Por tanto, quedaron Bonfim, con dos amonestaciones y Martín para la lucha por la plata. El brasileño, que había estado liderando ese grupo de cuatro durante un largo rato, parecía estar muy cansado y además no podía arriesgar de más porque estaba a un paso de la descalificación.
Sin embargo, ahí se vio que Martín también estaba cansado y que no se podía lanzar a pasar a Bonfim. El extremeño quería sí o sí medalla y arriesgar lo podía terminar pagando caro, ya que Stano (anterior campeón olímpico) se rehízo y en los últimos 500 metros se acercó al brasileño y al español y amenazaba un bronce que parecía hecho. Por ello, Martín se centró en terminar su carrera con un gran final y olvidarse del resto. El ecuatoriano marcó un crono de 1h18:55, por 1h19:09 del brasileño y 1h19:11 del español, que aventajó en un segundo al italiano Massimo Stano.
El objetivo era conseguir un metal y está hecho. Enorme triunfo para España y a pensar en el mixto, donde puede caer otra medalla. Álvaro Martín ya es historia del atletismo español y se puede marchar de París con otro éxito más.