La boxeadora trans Imane Khelif

La boxeadora trans Imane KhelifAFP

La mayor injusticia de los Juegos: dejar competir contra mujeres a boxeadoras con cromosomas masculinos

Los Juegos Olímpicos de París 2024 van a polémica por día, pero la de boxeo apunta a ser la más grande de todas, con permiso de la ceremonia inaugural. Imane Khelif y Lin Yu‑ting compiten en categoría femenina de boxeo sin haber superado las pruebas que demostraron que tenían cromosomas XY. Vaya por delante que ninguna de ellas es boxeadora trans, sino que tienen altas tasas de testosterona.

Es lo que se conoce como atletas hiperandróginas. Esto quiere decir que son mujeres de nacimiento, pero que se desarrollan como hombres al tener cromosomas XY y más testosterona. Por tanto, aunque son mujeres, su participación en las competiciones femeninas es motivo de discusión, pues desarrollan la fuerza de un varón y eso en una competición como el boxeo puede resultar hasta peligroso.

Ya se vio en los octavos de final de peso wélter categoría femenina. Allí midieron fuerzas Khelif y la italiana Carini y el combate duró únicamente 46 segundos. Se llevaba días avisando que algo así iba a pasar y se cumplieron los pronósticos. Un derechazo de la argelina noqueó a Carini, que levantó la mano para parar de inmediato el combate. «Estoy destrozada. Me dijeron muchas veces que era una guerrera, pero preferí parar por mi salud. Nunca había sentido un puñetazo como este», dijo en la rueda de prensa.

Además, la transalpina habló sobre si el COI debe cambiar sus normas para regular la participación de atletas intersexuales. «No soy yo la que hace las normas, depende del Comité Olímpico Internacional juzgar. Salgo con la cabeza en alto y con el corazón roto», comentó la púgil a la que ya se había visto en el ring decir: «No es justo, no es justo».

Con las normas del boxeo en la mano, Imane Khelif no podría haber competido. La argelina ya fue excluida por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) del pasado Mundial de Nueva Delhi en 2023, basándose en un estudio biológico que es confidencial, pero sacó pruebas concluyentes para determinar que no podía participar en sus competiciones.

Su condición física, al igual que la de Lin Yu‑ting (que debuta este viernes), le da una enorme ventaja sobre el resto de púgiles, por lo que la IBA decidió excluirlas para no ir contra el espíritu del deporte, algo que en los Juegos Olímpicos deberían ser prioritario y que no se está viviendo en boxeo. Las atletas intergénero tienen mucha más fuerza que las femeninas y por tanto no deberían estar en la misma categoría.

Críticas por todos lados

Los Juegos Olímpicos son un evento mundial y un asunto de estas características no ha tardado nada en dar la vuelta a todo el globo. Ya hay boxeadoras que han asegurado que no van a subir al cuadrilátero a enfrentarse a estas dos competidoras porque quieren «jugar en igualdad de condiciones». Ese es ahora mismo el sentir de muchas púgiles en estos Juegos y esperan que el COI tome medidas.

También los políticos de distintas partes del mundo han pedido que se tomen medidas, sobre todo en Italia, donde están realmente molestos por lo que le ha sucedido a su boxeadora. «Con estos niveles de testosterona, esta no es una competición igualada. No se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos en competiciones femeninas», reflexionó la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Unas declaraciones en línea de las que han hecho otros políticos italianos como Matteo Salvini, o el ministro de Deportes, Andrea Abodi.

Imane Khelif (de rojo) gana su primer combate en los Juegos en solo 44 segundos

Imane Khelif (de rojo) gana su primer combate en los Juegos en solo 44 segundosAFP

Otros líderes destacados como Ayuso o Milei se han pronunciado en sus redes sociales. «La abolición de la mujer es injusta y perversa», asegura la presidenta de la Comunidad de Madrid. Por su parte, el presidente de la República Argentina ha sido más duro: «Si seguía la mataba».

El COI respalda a las atletas intergénero

Desde el COI comentaron el martes que Khelif figura como mujer en su pasaporte y cumple los requisitos para luchar en categoría femenina. «Son mujeres en su deporte y queda establecido que se trata de mujeres», explicó Mark Adams, un portavoz del COI. Ahora bien, después de todo el revuelo generado y del combate del jueves, no sería de extrañar que se pronunciase de nuevo.

Deportistas como la extenista Martina Navratilova o la nadadora Sharron Davies, junto a las organizaciones del Consorcio Internacional del Deporte Femenino y otras asociaciones se han dirigido por carta al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, para que no permita que esas dos boxeadores combatan contra mujeres. «Esto parece imposible de justificar, especialmente si se realizó una evaluación de riesgos integral», aseguran en su escrito.

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