Ayoub Ghadfa Drissi El Aissaoui celebra la medalla para España

Ayoub Ghadfa Drissi El Aissaoui celebra la medalla para EspañaAFP

Así es Ayoub Ghadfa, el medallista olímpico español que empezó en el boxeo para defenderse del bullying

Ayoub Ghadfa (Marbella, 1998) ha confirmado las buenas sensaciones del boxeo español y ha asegurado otra medalla, ahora falta conocer el color del metal. España llevaba 24 años sin colgarse una medalla en boxeo y el duro trabajo del capitán, el incombustible Rafa Lozano, ha servido para armar un equipo muy competitivo y que se presentó en París con ganas de hacer ruido.

El primer objetivo ya está cumplido y tanto Ayoub Ghadfa como Reyes Pla ya son medallistas olímpicos y ahora piensan en ganar el oro, una obsesión bastante realista viendo el nivel mostrado en sus dos primeros combates. No obstante, más allá del resultado que terminen obteniendo, resulta interesante conocer casos como el del marbellí, al que el boxeo le ayudó a superar el bullying que sufrió de pequeño en el colegio.

La infancia de Ayhoub no fue fácil. El púgil de 25 años es de padres marroquís que emigraron a Málaga buscando una vida mejor. Allí se crio el nuevo medallista olímpico y en el colegio no lo tuvo fácil, pues muchos de sus compañeros se metían con sus raíces y su físico, mucho más desarrollado que el de la mayoría de niños de su edad.

Sus malos momentos en la escuela le llevaron a buscar un refugio fuera de ella, un lugar donde sentirse entendido y ahí apareció el kickboxing. Ayhoub conoció esta disciplina gracias a un vecino que le empezó a dar clases a petición de su padre, que quería dar herramientas a su hijo para defenderse de quienes le hacían bullying. Así las cosas se fue aficionando y comenzó a experimentar un gran cambio físico.

Inicios complicados

A pesar de que mostró gran interés por el kickboxing, en su juventud Ayoub era el más alto de su clase y uno de los más altos de su generación, por lo que le costaba encontrar rivales para competir. Aun así, se siguió entrenando duro, logró ganar varios combates y soñó con poder dedicarse a ellos en un futuro.

Aun así, siguió interesado en los estudios y deseaba estudiar Ciencias de la Actividad física. No descartaba intentar vivir del kickboxing, pero sabía que era una aventura muy complicada y se centró en estudiar. Sacó un 9,7 en la Selectividad y apenas unas décimas le separaron de la posibilidad de hacer la carrera en Granada, cerca de casa. Se fue a Madrid y, a partir de ahí, empezó a cambiar su vida.

Ayoub Ghadfa Drissi El Aissaoui en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos

Ayoub Ghadfa Drissi El Aissaoui en los cuartos de final de los Juegos OlímpicosAFP

En la capital de España se apuntó al gimnasio de José Valenciano, cerca de la Universidad Autónoma, donde estudiaba. Allí le aconsejaron que se iniciara en el boxeo, que tenía condiciones para ello y se animó a probar, pues era un deporte que también le llamaba la atención.

Con menos de 19 años y apenas un par de combates de boxeo en su historial, Ayoub Ghadfa llamó la atención del seleccionador español, el doble medallista olímpico Rafa Lozano. Aprovechando su estudio en la Universidad Autónoma, que comparte instalaciones con el CSD en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, Ayoub decidió aceptar la invitación de Lozano. Para 2018, ya era miembro del equipo nacional.

Desde entonces, su progreso ha sido meteórico y se marcó el objetivo de llegar a París y destacar. En este ciclo olímpico, acumuló éxitos que auguraban su triunfo de este viernes. Obtuvo la plata europea en 2022, el bronce mundial en 2023 y, hace unos meses, se proclamó campeón de Europa. Finalmente, llegó el Preolímpico, donde consiguió el pase para los Juegos y París ha visto como el niño al que hacían bullying ahora es medallista olímpico.

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