La España de fútbol femenino se engancha a la lucha por las medallas tras una épica remontada

España tiene más vidas que un gato. La campeona del mundo se ha visto contra las cuerdas y a solo 20 minutos del final estaba totalmente fuera de los Juegos Olímpicos. Nadie daba un duro por la selección española cuando el partido agonizaba, pero ellas no dejaron de creer y lograron empatar a dos un partido que estaba imposible. Madera de campeona se llama y más aún después de la tanda de penaltis que firmaron. Cuatro lanzamientos y todos dentro.

Nunca se esperó que el partido ante Colombia fuese a ser tan sufrido. A priori no era una rival dura, pero los Juegos Olímpicos son así y cualquier tarde de poca inspiración te manda a casa y tira por la borda cuatro años de duro trabajo. Lo sabían las españolas y no estaban por la labor de que eso ocurriera. Son conscientes de que la delegación española cuenta con su oro y están a solo dos partidos de conseguirlo.

No empezó bien la cosa para España. Las campeonas del mundo no salieron con el acierto de otros días y se las vio espesas. No era su día y lo peor es que se notaba, aunque no renunciaron a ser protagonistas del partido e intentaron abrir la lata y respirar más tranquilas. Sin embargo, la defensa de Colombia y el acierto de su guardameta, Tapia, chafó la idea de España, que se terminó de ir al traste con el gol cafetero en el minuto 11.

El VAR comprobó si había falta previa sobre Alexia Putellas (pudo serlo), pero no lo consideró suficiente y certificó el gol. Batacazo para España, aunque no tanto. Si en algo se han especializado las españolas desde que está Montse Tomé en el banquillo es en remontar, así que no había que hacer saltar las alarmas o al menos, no todavía.

Espesura total

Sin intensidad, sin energía y sin chispa. Así se estaba sintiendo España en la primera mitad. No había ideas y sí miedo. Nada salía como se esperaba y además las constantes pérdidas de tiempo de la selección colombiana eran una mala noticia. No se cortaron las cafeteras en demostrar que ya no tenían intención de jugar y ni siquiera esperaron a la segunda mitad. El 0-1 les daba el pase y estaban tan contentas. Ni siquiera los ocho minutos que se añadieron en la primera parte las hizo cambiar su idea. Poco fútbol

La segunda parte era la de la remontada de España, pero en cambio la cosa se torció aún más. Las de Montse Tomé estaban volcadas al ataque y de repente sucedió lo más inesperado. Otro gol de Colombia (min 52) para ponerlo casi imposible. No era el día de ninguna de las estrellas y nadie sabía a quién agarrarse para que liderase la remontada.

Tuvo que ser la siempre polémica Jenni Hermoso, que salió desde el banquillo en el minuto 60, la que comenzara la remontada. Se marcharon Olga Carmona y Alexia Putellas, para dar entrada a la jugadora del América y a Alba Redondo. Se la jugaba Montse Tomé y le volvió a salir cara.

Eso sí, tardaron en llegar los goles porque Tapia estaba firmando un partido magnífico. Terminó fallando y se lo agradeció Jenni Hermoso, que aprovechó un balón muerto en el minuto 80 para seguir creyendo en una remontada que hasta ese momento visualizaban muy pocas. Ahí cambió el partido y de repente todo empezó a fluir. El empate era cuestión de tiempo pero quedaba poco, o eso creíamos.

Irene Paredes para salvar a España

Los 10 minutos de añadido tranquilizaron a las jugadoras. No había que correr y Colombia empezó a estar cansada. Paralluelo cogió el balón y centró al primer palo un balón al que Irene Paredes no le perdió la fe y se metió entre las defensoras para definir por debajo de las piernas de la portera. Había vida y el oro seguía siendo posible.

No se arrugó Colombia tras ese doble mazazo y se mantuvo fiel a su plan. Que pasaran pocas cosas, intentar cazar alguna contra o sino a los penaltis. Pasó lo segundo porque España también empezó a flaquear, pero su experiencia en estos momentos le dio la victoria. La selección española vino a por el oro y ya queda menos. Qué manera de sufrir, pero que bien sabe ganar así.