El fracaso de España en la piscina, la explicación de estar abajo en el medallero

Como si fuera una maldición, el nadador español Hugo González acabó la final de los 200 espalda de los Juegos Olímpicos de París en sexta posición, en el mismo puesto que ocupó el pasado lunes en la final de los 100, la misma plaza en la que concluyó hace tres años en Tokio.

Todas las esperanzas de la natación española estaban depositadas en Hugo, después de que el mallorquín fuese medalla de plata en la prueba de 100 metros espalda en el campeonato mundial de Doha este mismo año, y oro en su prueba estrella de los 200 metros espalda. No pudo ser y España se va de estos Juegos con las manos vacías en la piscina.

«A nivel de Juegos son los mejores que he hecho. Son dos finales, mientras que en Tokio fue una y en Río ninguna, pero no hemos nadado al nivel que queremos, ni al que realmente tenemos. No es nuestra mejor versión», señaló el nadador de 25 años después de la final de los 200 metros espalda.

Cabe recordar que la natación es un deporte que reparte un total de 105 medallas entre hombres y mujeres, repartidas en 36 pruebas distintas. Pues España no ha conseguido ni un solo metal, lo que ayuda a entender que la delegación española vaya tan mal en el medallero. El desastre de la piscina penaliza mucho en los Juegos y el deporte español tiene mucho que mejorar en este aspecto.

El adiós de Mireia Belmonte

La natación española no ha encontrado un relevo para Mireia Belmonte. La catalana es la mejor nadadora de la historia en nuestro país. Belmonte cuenta con cuatro medallas olímpicas en su palmarés.

Entre los cuatro Juegos Olímpicos en los que ha participado, Mireia Belmonte ganó dos medallas de plata en Londres 2012, y una de bronce y otra de oro en los Juegos de Río 2016. Eso le valió para , junto a Saúl Craviotto, ser la abanderada española en la ceremonia de apertura de los juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Belmonte no ha podido estar en los Juegos de París para disputar los que hubiesen sido sus quintas olimpiadas. La de Badalona no logró su clasificación para la cita olímpica después de quedar sexta en la final de los 400 metros libres de los Campeonatos de España el pasado 22 de junio, terminando a 12.82 segundos de la marca mínima requerida por la Federación Española de Natación (FEN). Unos tiempos que reflejan mejor que nada los numerosos problemas que Mireia Belmonte ha sufrido en los tres últimos años, en los que lastrada por una dolencia en los hombros no podido entrenar ni competir con normalidad durante todo el ciclo olímpico.

¿Por qué España no triunfa en natación?

Ni Hugo González, ni Carlos Garach, ni Carles Coll, ni Jessica Vall, ni Carmen Weiler, nadie ha conseguido colgarse un metal al cuello. Los resultados en natación para la delegación española se resumen en sólo dos finales disputadas. Las dos de Hugo González.

Un dato preocupante para España, un país de 48 millones de habitantes, con múltiples piscinas en su territorio, y rodeado de agua que no consigue sacar grandes nadadores. Una explicación posible podría ser la falta de recursos económicos que se destinan a este deporte. Por ejemplo, en deportes como el fútbol o el tenis se invierte mucho más dinero en el talento y las canteras, así como el premio y los recursos en cada torneo. Un nadador, salvo casos aislados, no puede dedicar su vida a entrenar cuando llega a cierta edad y se da cuenta de que dedicarle ocho horas al día a la piscina como hacía Michael Phelps no es viable económicamente. Por tanto, la mayoría lo deja como un hobbie y opta por buscar otro trabajo.

Esto hace que los jóvenes nadadores españoles no tengan facilidad para compaginar su vida con este deporte. En el caso de que un nadador apunte alto, se necesitan patrocinadores que te aporten ese impulso económico que necesitas para estar viajando y participando en las distintas competiciones por el mundo.

En este deporte, como en muchos otros, ya han comentado muchos deportistas en varias ocasiones que no hay suficiente presupuesto, que dan pocas becas, que existe una falta de trabajo desde abajo, y que se le da poca visibilidad. Por estos motivos hay muchos nadadores que deciden irse a otros países como Estados Unidos o Gran Bretaña, donde sí que le dan mucha importancia a la natación.