Pablo Herrera jugó su último partido en unos Juegos después de perder en los cuartos de final

Pablo Herrera jugó su último partido en unos Juegos después de perder en los cuartos de finalEFE

Así fue el adiós de una leyenda del vóley playa español en los Juegos Olímpicos de París

Pablo Herrera cerró este miércoles su trayectoria olímpica con una derrota frente a los noruegos Anders Mol y Christian Sorum, ganadores del oro en Tokio 2020, pero con la satisfacción de formar parte ya de la historia del vóley playa y en un escenario majestuoso, a los pies de la torre Eiffel.

Herrera y Adrián Gavira no pudieron superar un reto mayúsculo. Los vigentes campeones olímpicos, con una victoria por 2-0 (21-16 y 21-17), les impidieron seguir progresando en la competición aventura parisina.

Antes de París 2024, Herrera, de 42 años, ya anunció que estos Juegos serían los últimos de su larga carrera. En la capital francesa, el jugador castellonense ha participado por sexta vez en una cita olímpica, un récord en la historia del vóley playa mundial. Debutó en Atenas 2004, formando pareja con Javier Bosma, y ganó la medalla de plata. Luego repitió el noveno puesto en Pekín 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.

En París, además, Herrera y Gavira se han convertido en la primera pareja masculina que disputa cuatro ediciones seguidas de los Juegos y el de Castellón también puede presumir de haber sido el más joven de la historia en ganar una medalla olímpica en vóley playa, con 22 años y 46 días, en Atenas. Veinticuatro años después, Herrera vivió una noche que nunca olvidará y fue despedido del estadio de la torre Eiffel con una sonora ovación de los miles de aficionados que llenaron las gradas.

Gavira, emocionado, elogió a su compañero: «A partir de ahora lo animaremos. Nos queda un mesecito aún de competición, pero lo animaremos desde la distancia. Sabe que yo voy a estar ahí para lo que necesite y empujando para sus nuevos retos».

«Increíble la gente. La verdad es que te abruma. Tanta gente aplaudiendo. Al final no eres consciente de la repercusión que tienen los Juegos Olímpicos y cuando la gente se pone en pie y ves a la gente aplaudiendo, muchas banderas españolas, la verdad que se te ponen los pelos de punta», reconoció Herrera al final del partido.

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