Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez consiguen una agónica medalla de bronce en el C2 500

Había grandes esperanzas puestas en el remo olímpico. España es una de las naciones más potentes en esta disciplina y este jueves ha quedado demostrado. Los piragüistas Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez se han llevado bronce en la final del C2 500 después de un ajustado photo-finish.

Fue una carrera al sprint muy emocionante. Los piragüistas tenían 500 metros por delante para intentar meter la mayor distancia posible en la lucha por las medallas. La pareja española salió por la calle 1 y eso, a priori, le restaba opciones. Pero a la hora de la verdad, Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez demostraron ese talento que les había llevado a la gran final.

Los españoles fueron de menos a más en la final. No tuvieron un gran inicio y pasaron por los 250 metros en cuarta posición, por detrás de los chinos Hao Liu/Bowen Ji, de los rusos Zakhar Petrov/Alexey Korovashkov y los húngaros Adolf Balazs/Jonathan Daniel Hajdu.

Pero fue en los segundos 250 metros donde llegó la reacción española. Querían conseguir la medalla de bronce como fuera y así se esforzaron por llevársela. Sin embargo, se vivió suspense hasta el final. Cruzaron la línea de meta terceros, acto seguido la organización les dio como cuartos y, finalmente, regresaron a la tercera posición. Una vez confirmada la medalla de bronce, Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez se llevaron una alegría tremenda.

El mallorquín y el madrileño no eran favoritos y por eso la alegría fue tan grande. Al salir del agua, los dos se fundieron en un emotivo abrazo y se fueron a felicitar a los segundos clasificados, que fue la pareja italiana formada por Gabriele Casadei y Carlo Tacchini y a los campeones olímpicos que fueron los chinos Hao Liu y Ji Bowen.

En definitiva, Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez le dieron una nueva medalla al piragüismo español y cruzaron la línea de meta con una marca de 1:41.18, a tan solo diez centésimas de los italianos Casadei y Tacchini, que se acabaron llevando la medalla de plata en la categoría de C2-500, una de las disciplinas más exigentes del piragüismo olímpico y en el que casi no se puede fallar si se quiere ganar una medalla.