La España de fútbol femenino cae también en la lucha por el bronce y se va de vacío de los Juegos

cuando las cosas se empiezan a torcer es difícil enderezarlas. España llegó como clara favorita al oro a estos Juegos Olímpicos de París y se va de vacío y por falta de opciones no ha sido. Alemania arrebató el bronce a las de Montse Tomé, que intentaron darle la vuelta al partido hasta el final, pero Alexia Putellas falló un penalti en el último minuto y las germanas se cuelgan el bronce tras vencer por 1-0.

Fue la forma más cruel de caer, pero no se puede decir que fuese injusta. España no ha convencido en ningún momento y las cosas siempre les han ido mal. Muchas selecciones ya saben jugarlas y deberán reinventarse, pues en estos Juegos Olímpicos su fútbol se ha quedado obsoleto.

En primer lugar este era el partido que se quería jugar. España llegó a París con el oro en la cabeza y le ha tocado luchar por un bronce que se terminó convirtiendo en pesadilla. Aun así, ya avisó Jenni Hermoso de que había que cambiar el chip y disfrutar de lo que quedaba, pues sumar una medalla para la delegación española es valioso independientemente de su color. Así pues, las campeonas del mundo salieron a dominar y sin desmerecer el bronce.

El balón, como ha ocurrido en todos los partidos de estos Juegos Olímpicos, era de España. Las de Montse Tomé buscaban mediante la posesión las primeras ocasiones. Alexia y Salma eran las más activas y Aitana estaba apagada. No han sido los Juegos de la actual Balón de Oro que ha terminado la temporada muy fatigada.

Alemania no dejaba espacios

No fluía el fútbol de España de la mejor manera, pero las ocasiones eran suyas. Entrar en el área era complicado y por eso Tere Abelleira se animó con un disparo lejano que repelió el larguero. Las germanas trataron de responder, pero con contragolpes que acabaron en nada o disparos que murieron en las manos de Cata Coll.

Volvió a ser España, con Salma y Jenni alternándose en la posición de delantera para despistar a la zaga alemana, la que tuvo otra ocasión clara. Aitana Bonmatí también se topó con el travesaño y Hermoso recogió el rechace para rematar un balón que salvó bajo palos la defensa de Alemania. De hecho, el efecto óptico provocó que en algunas partes del estadio se cantara el gol. Las campeonas del mundo rozaban el primer tanto y se fueron con grandes sensaciones al descanso.

Le sentó mal el parón a la selección española y dejó de dominar como hizo en los primeros 45 minutos. La Mannschaft dio un paso adelante y ya no había una dominadora clara, por lo que todo apuntaba a ir a resolverse por pequeños detalles. El tiempo corría y nadie abría el marcador así que un primer zarpazo podía ser también definitivo.

Pasaron los 15 primeros minutos de segunda mitad y el fútbol brillaba por su ausencia. El encuentro no tenía dueña y fue un error de bulto de Cata Coll –que ha hecho un final de torneo para olvidar– el que permitió a Alemania abrir la lata. Una balón que no iba a ningún lado y que debía ser claro para la guardameta del Barcelona lo midió mal y terminó derribando a Gwinn. Penalti absurdo, pero penalti al fin y al cabo.

Convirtió la propia Gwinn y España se vino abajo. Muchos partidos dando la vuelta al marcador y las remontadas se han acabado justo en el momento clave. No hubo reacción española y se marchan de París sin ninguna medalla. Vinieron a por el oro y se van de vacío y con Montse Tomé muy tocada. Eso sí, Alemania devolvió el regalo a España y le hizo un penalti innecesario a Lucía García con el que Alexia Putellas pudo forzar la prórroga. Lo falló y completó una tarde horrible para España.

Está claro que los Juegos Olímpicos no han sido su torneo. Quizás el exceso de favoritismo les ha pesado. También es cierto que España no está teniendo suerte en ninguna disciplina en París. Aun así, la despedida es cruel, pero no es el final. Quedan años de esta generación dorada y Los Ángeles 2028 será una nueva oportunidad. Quien se va muy tocada de Francia es Montse Tomé, pues muchas de sus decisiones no se han entendido.