La arenga de Mbappé en el descanso que cambió la final del Mundial
La selección francesa reaccionó tras el descanso aunque finalmente murió en la orilla
Kylian Mbappé sufrió en la final del Mundial disputada el pasado domingo una de las mayores decepciones en su carrera. El delantero francés comenzó el partido algo ausente, pero tras el descanso se vio el nivel que tiene y estuvo muy cerca de darle la vuelta al partido él solo.
Francia no se presentó al duelo en la primera mitad. Los galos perdían todas las disputas y estaban varios peldaños por debajo en cuanto a intensidad. Sin embargo, al comenzar la segunda parte las cosas cambiaron y eso fue en gran medida por una charla que dio Mbappé en el vestuario. La estrella del PSG trató de levantar el ánimo de los suyos. «¡No podemos hacerlo peor! ¡Es una final de la Copa del Mundo! ¡Es una Copa del Mundo muchachos, es el partido de nuestras vidas! No podemos hacerlo peor de lo que hicimos», le dijo a sus compañeros.
«Volvamos al campo y pongamos un poco de intensidad, nos metemos en los duelos y hacemos otra cosa muchachos. ¡Es una final de la Copa del Mundo! Estamos perdiendo por dos goles. ¡Podemos remontar! Chicos, esto es algo que solo sucede cada cuatro años», les comentó Mbappé a sus compañeros para finalizar la arenga.
Como es lógico, otro de los que tomó la palabra fue el seleccionador Didier Deschamps. El técnico de Les Bleus se mostró visiblemente enfadado por como le estaban yendo las cosas a los suyos. «Necesitamos más precisión en los pases, más precisión en las decisiones. No sois compactos. Tenéis que estar más cerca uno del otro. ¡No estáis allí! No estáis en ninguna segunda pelota. ¡No estáis jugando una final del Mundial!», les comentó mientras daba un golpe en la mesa.
Tras el golpe en la mesa Deschamps bajó el tono y buscó llegar al corazón de los suyos: «Señores, yo les voy a decir sin enfadarme. ¿Saben la diferencia que tenemos enfrente? Se la voy a decir. ¡Que ellos juegan una puta final y nosotros no!».