Carlos Alcaraz y Rafael Nadal: ¿Quién era mejor con 18 años y 335 días?
La comparativa de los dos precoces tenistas españoles a la edad que tiene ahora mismo el murciano deja interesantes sensaciones con casi una temporada aún por delante
Las comparaciones ya se sabe lo que son, y más en el caso de dos personalidades únicas. Nadal es Nadal y nadie es ni será como él, del mismo modo que Alcaraz. Pero resulta inevitable jugar a ellas, a las comparaciones, como un juego ligero y afortunado de poder jugarlo con dos tenistas españoles que apuntan a la historia que uno ya ha escrito y sigue haciéndolo con letras imborrables, mientras el otro acaba de empezar.
Récords de precocidad
18 años y 335 días es la edad del joven prodigio de El Palmar. Un niño que atesora varios récords. Es el tenista más joven de la historia en alcanzar los cuartos de final de un Grand Slam tras llegar a esa quinta ronda en el US Open en 2021. También es el más joven de siempre en ganar un título ATP 500 tras levantar el trofeo de Río en febrero, y el único español que ha conseguido ganar el Masters 1000 de Miami.
Suma tres torneos ATP (el 250 de Umag, el 500 de Río y el Masters 1000 de Miami) y un buen puñado de actuaciones memorables como la penúltima: las semifinales de Indian Wells, donde acabó siendo derrotado precisamente por un Rafael Nadal que llegaba (y se mantenía) invicto en el año.
El mejor resultado del mallorquín en Grand Slam a la edad del murciano había sido la cuarta ronda en Australia del mismo curso que afronta este, apenas una ronda por debajo de lo conseguido por Alcaraz, aunque apenas le faltaban 30 días para lograr su primer Roland Garros.
Fue el año en que Nadal se hizo con 11 torneos y se encaramó al número dos de la clasificación mundial tras Roger Federer
Su primer Masters 1000 lo obtuvo Rafa en Montecarlo, aproximadamente unos 15 días antes de que Carlos, proporcionalmente, lo lograra en Miami. Cinco días hipotéticos después de que Alcaraz ganase el domingo en Miami, lo haría Nadal también en Roma, su segundo Masters 1000 consecutivo. Ese año, 2005, ganaría un total de cuatro (Canadá y Madrid en pista dura a final de año), más los ATP 500 de Acapulco, Barcelona y Stuttgart, que entonces se disputaba en tierra batida, y los ATP 250 de Brasil, Bastad y Pekín.
Fue el año en que el máximo ganador de Grand Slams de la historia se hizo con 11 torneos de todas las categorías, más una final en Miami, y se encaramó al número dos de la clasificación mundial tras Roger Federer, un puesto, el uno, que asaltaría peldaño a peldaño tres años después.
No es fantástico pensar que Carlos Alcaraz pueda conseguir un curso similar al de Nadal entonces. La temporada casi acaba de empezar y el joven español es candidato a todo, con la excepción de la incógnita de Wimbledon, lo que también le empareja a su espejo nacional. Carlos es el campeón en Miami, un hito que reflejaban las lágrimas el domingo del gran Ferrero, y ahora llega la tierra de Montecarlo donde espera Djokovic sentado desde hace tiempo a un Alcaraz que llega volando.