Drama de Carlos Alcaraz en París: pierde ante Djokovic por culpa de molestias físicas
Triste adiós del tenista español en Roland Garros: cuando mejor estaba (y con la semifinal muy igualada) sufrió calambres y no se recuperó
Alcaraz quiso acabar el partido pese a no tener ninguna opción por esos problemas: 6-3 para Djokovic y 5-7 para Carlos en igualdad, 6-1 y 6-1 para el serbio con las molestias del murciano
Carlos Alcaraz ha perdido la oportunidad de jugar la primera final de Roland Garros por culpa de las lesiones. Tras sufrir molestias físicas en el tercer set, el tenista español agonizó ante Novak Djokovic al querer seguir cuando sabía que ya era imposible. Queda eliminado en unas semifinales que iban para la historia del tenis y que terminó de una forma triste.
Será Novak Djokovic el que juegue la final en París. Y será así porque a Alcaraz le llegaron unas molestias en el muslo de su pierna izquierda cuando mejor estaba. Pese a que no podía casi ni moverse, Carlitos quiso terminar el partido en un ejemplo de deportividad: 6-3 para Djokovic y 5-7 para Carlos en igualdad, 6-1 y 6-1 para el serbio con las molestias del murciano.
En el momento en el que mejor estaba, tras ganar el segundo set y en un partido que rozaba ya la épica (dos horas y media para dos sets), Alcaraz sufrió calambres al inicio del tercer set. Lo intentó el murciano, que vivió una agonía después de sufrir esas molestias: le atendieron, intentó seguir, comenzó a perder puntos en los que no se podía ni mover y así terminó una semifinal que iba para histórica y acabó tremendamente descafeinado.
Triste final para Alcaraz, que estaba dando un gran espectáculo deportivo junto a Djokovic. Los dos estaban protagonizando una gran semifinal y muy igualada: primer set para Djokovic (6-3), segundo para Alcaraz (5-7).
Sin embargo el final fue el peor de todos. Alcaraz sufrió calambres, fue atendido, quiso seguir jugando pero ya no podía ni moverse. Aguantó como pudo Carlos, que quiso finalizar el partido en un ejemplo de deportividad. Alcaraz no tenía ya fuerzas para nada: Djokovic le ganó todos los juegos desde esas molestias físicas y esa tercera manga terminó con un contundente e irreal 6-1 para el serbio. La última, 6-1.
Al inicio del partido Djokovic empleó su mejor tenis para poner nervioso a Alcaraz, que peleó hasta el final un set que se le puso de cara al serbio en el cuarto juego, momento en el que entre la igualdad que había Novak dio el golpe decisivo en forma de break. Sin una mínima desconexión, Djokovic aprovechó la primera oportunidad que tuvo para romper el servicio del español.
Sin embargo, Carlitos no pudo hacer lo mismo. Hasta tres opciones de break tuvo el murciano con 2-4 en el set, pero tres errores propios provocaron que Djokovic se salvara y se recompusiera. Fue un momento clave porque Alcaraz se preguntaba así mismo por sus fallos. «¿Voy a ganar a Djokovic a palos?», decía mientras se recriminaba así mismo que no había «un punto de más de cinco golpes».
El set lo terminó consiguiendo Djokovic a su saque y tras desperdiciar una bola al resto y una nueva oportunidad de Alcaraz de hacer un break que se le resistió en esa primera manga.
Una gran batalla
Diferente fue la segunda. Los dos grandes tenistas del momento defendieron su saque sin apenas problemas hasta que hubo una circunstancia clave que marcó este segundo set ganado por el español.
Con 4-3 para Alcaraz el serbio pidió una atención médica que por suerte no llegó a nada: el espectáculo deportivo tenía que seguir. Eso supuso un cambio mental de ambos: Alcaraz le quitó el servicio a Djokovic y cuando el murciano fue a sacar para ganar... se lo robó el serbio. Y ambos de forma idéntica: de ser seguros al saque a ceder dos bolas de break.
Lo mejor estaba por llegar. Con 5-4 y saque de Novak, Alcaraz se puso 0-40. Tuvo tres bolas de set... y las tres se las dejó por el camino. Djokovic hizo cinco puntos seguidos y alargó la lucha. Y la pelea entró entonces en un lujo, en un regalo para el tenis. Los dos se retaron para aguantar la brillantez del otro hasta que Alcaraz, con 6-5, volvió a repetir la anterior: 0-40. Y aquí sí que no perdonó. A la primera ahora (la cuarta en total) Carlitos se llevó el segundo set.
Alcaraz, con calambres
Con pitos a Djokovic por irse a vestuarios nada más perder esa manga, el tercero estuvo marcado por los calambres que le dieron a Alcaraz en el tercer juego, momento en el que sacaba. El español renunció a ese juego (y por tanto Djokovic le hizo break sin disputarlo porque así lo marcan las normas) y empezó una agonía con la que todo aficionado al tenis sufrió.
En un esfuerzo deportivo, Alcaraz quiso seguir. Lo consiguió a costa de perder todos los juegos siguientes menos uno, su último saque (de la igualdad total se pasó a un tercer set ganado por Djokovic por 6-1 y el cuarto por 6-1) al estar claramente incapacitado para estar luchando a este nivel.
Se fue a vestuarios entre set y set, peleó todo lo que pudo, hizo un esfuerzo mayor incluso del que se le pedía y terminó por concluir el partido en la pista (y no con una retirada) más por un ejemplo deportivo que por ganas. Estuvo perdido desde los calambres y no hubo forma de que lo remontara.
Triste final a una semifinal que no se merecía esto. Djokovic será el que dispute la gran final de Roland Garros, donde buscará el Grand Slam número 23, lo que le convertiría en el tenista con más títulos de toda la historia del tenis.