EL US Open se 'olvida' de sus tenistas masculinos y prioriza a sus jugadoras en la pista central
La organización del torneo ha dado mucho más protagonismo al tenis femenino durante las dos semanas de competición
El 'timo' del US Open con la venta de pelotas usadas en partidos que indigna a los aficionados
Siempre se habla de la desigualdad entre la categoría masculina y femenina en diferentes deportes. Normalmente, para señalar que los hombres tienen más visibilidad que las mujeres en la mayoría de disciplinas. Por ejemplo, en líneas generales, el fútbol masculino suscita más interés que el femenino, al igual que el baloncesto o el tenis, aunque esto no ocurre en todos los lugares del mundo.
Uno de los deportes que más veces se ha señalado como «injusto» a la hora del reparto de premios económicos o de la visibilidad que se da a las jugadoras es el tenis. El hecho de que gran parte del año el calendario sea compartido hace que siempre se esté comparado si en las pistas centrales hay más partidos de hombre o de mujeres. Más allá de los premios, que en los Grand Slams son idénticos, pero en algunos de categoría 500 o 1000 cobran más los hombres.
Normalmente, las pistas centrales están reservadas para los mejores jugadores del mundo y los tenistas locales. Esto ha llamado la atención en el US Open, pues la organización ha priorizado una y otra vez a sus jugadoras para la Arthur Ashe –pista más grande del mundo– sobre sus tenistas masculinos. Taylor Fritz y Tommy Paul, los dos mejores norteamericanos del mundo.
El primero de ellos ni pisó la central hasta su partido de cuartos de final, y eso que antes había jugado ante dos finalistas de Grand Slam, mientras que el segundo la pisó únicamente en octavos para medirse a Sinner, número 1 del mundo. Todo lo contrario ha pasado con las jugadoras estadounidenses. Jessica Pegula, Emma Navarro o Coco Gauff han estado jugando en la pista central desde que empezó el torneo, lo que ha llamado la atención de algunos aficionados por la diferencia de trato.
El tenis en Estados Unidos
Hay que destacar que lo ocurrido en el US Open es difícil de entender en países como España. Ver a tenistas como Nadal o Alcaraz fuera de la pista central del Conde de Godó o del Masters 1000 de Madrid es impensable. Sin embargo, ahí sus dos mejores jugadores (ambos dentro del top 15) no han tenido espacio hasta las rondas finales. El único partido masculino que se ha visto en la Arthur Ashe con norteamericanos fue el de Shelton - Tiafoe, dos estadounidenses que también están en el top 20.
Esto se debe a que allí el tenis se entiende de otra manera. Van ya 21 años sin que un jugador de Estados Unidos gane el Grand Slam neoyorquino, el último en hacerlo fue Andy Roddick. Eso ha provocado que, sumado a la aparición de las hermanas Williams, el tenis masculino fuese perdiendo interés en favor del femenino. De ahí que ahora se siga más el circuito WTA y la organización del US Open lo priorice. Se programa en central lo que el público quiere ver, tan sencillo como eso.
De hecho, Jessica Pegula ha alcanzado la final y tratará de recoger el testigo de Coco Gauff, la última campeona del torneo. Por tanto, el tiempo ha dado la razón al US Open y este sábado podrían tener una nueva campeona. Es por ello que las palabras de Rafa Nadal sobre quién debe cobrar más cobran valor nuevamente.
«Lo que no soy es hipócrita, lo que no me gusta es decir las cosas que me son fáciles decir y que no pienso. La inversión para las mujeres debe ser la misma que con los hombres, las oportunidades, las mismas, los sueldos, no. Eso no es injusto, lo que es injusto es que no haya igualdad de oportunidades», dijo en El Objetivo de Ana Pastor el pasado mes de febrero.
Al final, un torneo lo que busca es sacar el máximo beneficio económico y atraer el mayor número de aficionados posibles y está claro que el US Open femenino está teniendo más éxito en los últimos años. Eso se puede ver en las audiencias de televisión y también en la pista central, llena en cada partido a diferencia de lo que ocurre en otros eventos.