Alcaraz se aprovecha de los calambres de Machac y certifica el triunfo de España

Partido extraño. Esa es la mejor manera para definir el encuentro que se acaba de llevar Carlos Alcaraz por 6(3)-7, 6-1 y Ret. El murciano volvió a evidenciar que está pasando por una fase de muchas dudas y no fue hasta la aparición de calambres en su rival, Thomas Machac, cuando el español pudo cambiar el guion y llevarse una victoria que, aun siendo como ha sido, seguro que le sirve para subir su moral.

La Copa Davis es siempre una competición diferente –por mucho que Piqué la destrozara– y en muchas ocasiones el tenis transcurre de una manera distinta, algunas veces de forma inexplicable. Eso ocurrió en algunos momentos de este encuentro, donde Machac, con el público en contra y ante uno de los mejores del mundo, pareció por momentos el favorito al encuentro. Sin embargo, Alcaraz encontró la manera de sacar adelante el compromiso a pesar de no desplegar un buen tenis.

Salió Carlitos con ganas de disipar las dudas de fin de verano. Tres derrotas en cuatro partidos son unos números pocas veces vistos en la carrera del murciano y tocaba darle la vuelta a la dinámica. De ahí que empezara rompiendo el servicio de Machac para levantar un pabellón que estaba entregado. Había muchas ganas de ver al número 1 español y de llevarle en volandas para que vuelva a coger una racha ganadora.

Poco duró la alegría en Valencia y Machac respondió con una rotura en blanco en un juego horrible de Carlitos. Primeros contratiempos y primeras dudas. La superficie rápida bajo techo no es la especialidad de Alcaraz y lo mismo que tardó en intentar coger las riendas del choque tardó en evidenciar que en una pista así no se siente cómodo.

Mandaron los servicios

A partir de esas roturas ambos jugadores se pusieron firmes con el saque y desaparecieron las oportunidades. Solo una de Carlitos en tercer juego de la manga pudo evitar que todo se decidiera en el desempate. Ahí fue claramente superior el checo, que metió presión con el resto al pupilo de Ferrero y sirvió bien. Sus dudas con el servicio desaparecieron y no había manera de meterle mano. Resultado, 7-3, set y Alcaraz obligado a remontar.

Algo debía cambiar el español si quería darle la victoria a los suyos y cerrar la serie por 2-0. Encerrado en sus errores y sin encontrar las cosquillas al juego de su rival lo iba a tener muy complicado, por lo que le tocaba resetear para darse la oportunidad de encontrar de nuevo la victoria.

Dicho y hecho. Alcaraz supo interpretar el momento del partido y se dio cuenta que lo más importante era mantener sus saques. Un break tempranero en su contra podía dejar todo visto para sentencia, por lo que la clave estaba en ponerse por delante y esperar el momento. Llegó de la manera más inesperada, después de un juego muy exigente, le aparecieron los calambres a Machac y Carlitos se hizo con el break que cambió por completo el rumbo del partido. Ya no hubo más historia y el checo se retiró nada más empezar la tercera manga por unos calambres que igual son algo más.