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Sánchez y Díaz tras sellar el acuerdo presupuestario.

Sánchez y Díaz tras sellar el acuerdo presupuestario.Borja Puig

Coalición en riesgo

El Gobierno se olvida de la reforma fiscal y prepara la batalla con Podemos

Solo plantea pequeños ajustes y compromete las cuentas de 2023, año electoral

Pedro Sánchez comenta en los corrillos que las elecciones generales serán en diciembre de 2023. Necesita tiempo, mucho tiempo, para quitarse de encima las etiquetas de la extrema izquierda y sus exigencias. Sabe que Yolanda Díaz es un hueso duro de roer, aunque ya tiene experiencia tras sus años de gobierno con Pablo Iglesias.

Reforma fiscal

La reforma fiscal que el Gobierno tenía pensado sacar adelante en 2022 tendrá que esperar. Europa no exige grandes cambios y todo pasa por gravar el beneficio de las energéticas y cumplir el objetivo de que las empresas tributen más por el impuesto de sociedades.

Una reforma fiscal supone una subida de impuestos a la que el Gobierno no está dispuesto en año electoral. Un 2023 en el que tendrán que volver a aprobar presupuestos y convocar oficialmente elecciones. Demasiado para revalidar mandato cuando, además, las encuestas ponen punto final a los tiempos de Sánchez.

El pacto de Gobierno con Unidas Podemos que llevó a Sánchez a la Moncloa es agua pasada que no volverá. Sin Iglesias y sin ese mantra contra una supuesta derecha que representa todos los males de España, el PSOE no puede pactar con nadie para seguir gobernando.

Yolanda, candidata

Hasta Yolanda Díaz puede que concurra con su nuevo partido a las elecciones. De momento, lo que ve la extrema izquierda en Sánchez es a un enemigo. Los partidos de coalición ya votan diferente en el Congreso como pasó con la Ley Audiovisual y ahora se pueden quedar sin sus propuestas en la reforma fiscal.

La tasa rosa destinada a rebajar el IVA de los productos de higiene femenina, la prestación de 100 euros para todas las madres o que los permisos por nacimiento de un hijo o adopción se extiendan hasta los seis meses para ambos progenitores quedaron fuera de los presupuestos generales y ahora también podrían desaparecer de la reforma fiscal.

Hacienda tiene escondido en un cajón el informe de las conclusiones del comité de expertos sobre la reforma fiscal. Prometió a Europa ponerlo en marcha para tapar, entre otras cosas, el déficit estructural y el agujero de casi 50.000 millones de euros y seguir recibiendo ayudas.

Pero Sánchez se conforma con poner parches y no levantar la libre de impuestos como el de las grandes fortunas para seguir en la Moncloa. El problema son los 17 meses que tiene por delante para seguir sobreviviendo a sus socios.

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