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Pedro Sánchez y Ursula von der LeyenEFE

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El Gobierno admite en documentos internos su incompetencia con los fondos europeos

El Ministerio de Transporte admite que el ritmo de ejecución debe «acelerarse más»

Algo no está haciendo bien el Gobierno de Pedro Sánchez con los fondos que llegan de Europa. Es público que los pagos a España se realizan, pero cada vez es más notorio que el reparto se hace mal y el dinero no llega ni a las comunidades ni a las empresas, particulares o autónomos que los solicitan.

Primeros avisos

CoFFEE-MRR es el sistema de información de gestión del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), un gestor del cumplimiento de los hitos y objetivos definidos en el PRTR. Pero CoFFEE no funciona, nunca lo ha hecho. La inoperancia ha obligó en su momento al equipo de Montero a recurrir a métodos de la tecnología artesanal como es el Excel.

Europa ya ha dado varios avisos y se esperan recortes como castigo por incumplir el reparto y por el caos burocrático que han generado los ministerios a muchas autonomías con innumerables procesos para acceder al dinero.

Documento interno

Ahora todo eso es cristalino. Un medio cercano al Gobierno como es El País, publica un documento interno del Ministerio de Transportes donde hace una valoración sobre el Plan de Recuperación en el que se afirma «Cuando se lleva más de un año transcurrido desde la aprobación definitiva del Plan en julio de 2021 y dos años y medio desde el punto de inicio de las inversiones elegibles en febrero de 2020, cabe concluir que el ritmo de ejecución (el mejor indicador de la actividad real) debe impulsarse más y acelerarse».

Sobre las cantidades desembolsadas, el documento desvela que «Actualmente la inversión ejecutada directamente por el Ministerio de Transportes o sus entidades vinculadas no alcanza los 500 millones de un total de 7.600 millones de inversión directa contemplada en el Plan. Considerando solo los últimos 12 meses, el ritmo de ejecución es de menos de 40 millones de euros al mes, un ritmo insuficiente».

Peor es el caso de los fondos transferidos a las Administraciones. Las trabas burocráticas han desembocado en una crítica interna dura, «No se disponen de datos comparables para evaluar la inversión indirecta. Pero cabe conjeturar que, pese a que ya se han transferido a las comunidades más de 3.300 millones de euros y que se han convocado ayudas a entidades locales por valor de 2.600 millones, la ejecución real es incluso proporcionalmente menor que la de la inversión directa, debido a la mayor complejidad en la tramitación administrativa (transferencias, convocatorias o ambas, previas al inicio de las obras)».

Alta Velocidad

Los proyectos relacionados con Adif y la Alta Velocidad tampoco se ejecutan como deberían, «los proyectos, en gran parte ejecutados por las entidades públicas empresariales Adif y Adif-Alta velocidad, conllevan una inevitable demora entre la transferencia de los fondos y la ejecución de estos, como también sucede en el caso de las ayudas y subvenciones que gestionan las comunidades».

El Gobierno pone excusas, aunque cada vez suenan más a la realidad que se vive con el dinero que llega de Europa y la forma de repartirlo «Es claro que, pese al tiempo transcurrido y los esfuerzos realizados, el Plan no ha desplegado aún todo su potencial en el empleo y la actividad y es importante que lo haga» y pone el foco sobre un problema histórico en España, la «complejidad administrativa».

Los números dejan clara la incompetencia del Gobierno. La Comisión Europea explica que España solo gastó 2.400 millones de euros en 2021. De los 28.000 millones presupuestados, se reconocen obligaciones de pago por valor de 11.000 millones hasta agosto, 9.600 solo en transferencias que luego deben activar la burocracia para el reparto.

En 2026 las inversiones deberán estar ejecutadas, proyectos energéticos, construcción, electrolineras… tienen que cumplir con un estricto calendario que supervisan con lupa desde Europa.