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20 de septiembre de 2024

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.EFE/ Raúl Caro.

Análisis económico

A la Contabilidad Nacional le faltan 40.000 millones para cuadrar con la deuda

Por el arte de la magia del Consejo de Ministros se han aprobado gastos adicionales hasta mayo de 10.145 millones. Estamos hablando de mucho dinero.

A la ministra de Hacienda no le cuadran las cifras. Realmente a ella le da lo mismo. A quien no me cuadran las cifras es a mí.

Ella está puesta por un presidente del Gobierno, que además de ser sancionado por la Junta Electoral, miente compulsivamente cada vez que abre la boca.

Y la ministra que se supone que tiene que cuidar de la Hacienda, es decir, cuidar de los bienes y riquezas que posee el Estado, no se entera de lo que pasa y publica unos datos que son una auténtica vergüenza nacional.

Siempre se ha dicho que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, y a medida que se empiezan a publicar datos, es cuando te das cuenta de que en la Contabilidad es muy complicado mentir. Automáticamente se disparan alarmas al hacer comparativos, al comprobar ratios o simplemente porque te das cuenta de que es imposible y los datos que ha colgado en su web el Ministerio respecto al resultado de gasto acumulado a mayo no cuadran por ningún sitio.

Para empezar, el presupuesto oficial de gasto no financiero de la Administración Central del Estado, presupuestados y aprobados por los Presupuestos Generales del Estado, fueron, para 2023, de 250.229 millones, pero en mayo ese presupuesto se ha modificado hasta llegar a 260.374 millones, o lo que es lo mismo, se ha incrementado un 4,1 %. Por el arte de la magia del Consejo de Ministros se han aprobado gastos adicionales hasta mayo de 10.145 millones. Estamos hablando de mucho dinero.

Ahora bien, las cifras que se presentan realmente gastadas, o como dice el Ministerio, «Obligaciones reconocidas», sobre los 260.374 millones de euros, son «solamente» 65.781 millones de euros. Representa el 25,2 % del presupuesto actualizado, si bien pagado solo hay 60.740 millones, y por lo tanto quedan por pagar unos 5.000 millones.

A mayo deberíamos llevar contabilizados 108.489 millones de euros, que equivaldrían al 41 % del gasto que le corresponde a mayo.

Resulta que a 31 de diciembre la deuda de la Administración Central del Estado fue 1,299 billones de euros, mientras que esta se incrementó a 1,340 billones a mayo, es decir, la deuda se incrementó en 41.033 millones de euros.

¿Cuál es la razón por la que se incrementa una deuda?, porque los gastos a pagar son superiores, y si restamos lo que Hacienda dice que se ha gastado y lo que debería de gastarse, resulta que la diferencia es de 42.708 millones, que casi cuadra con el incremento de la deuda.

Solo con esta comprobación que acabo de hacer, ya sabemos que nos faltan 40.000 millones a finales de mayo pendientes de contabilizar de gasto.

Pero para mirarlo de otra manera vamos a comprobar qué nos gastamos en 2022, a finales de mayo, y qué nos hemos gastado en 2023, y vamos a ver de nuevo que hay partidas que no son posibles.

El año 2023 es un año de dobles elecciones: primero las municipales y autonómicas y luego las generales anticipadas, y tenemos datos de cierre a mayo que nos dicen que el Gobierno más «gastón» de la historia de España ha pasado de un gasto de 480.000 millones a finales del 2017 a 634.000 millones a finales de 2022. Va y resulta que en pleno año de elecciones se gasta 198,7 millones de euros a finales de mayo menos que en 2022, teniendo presupuesto de sobra para gastar.

Vamos, que blanco y en botella suele ser leche, aquí es que nos están tomando soberanamente el pelo.

Resulta que, en Gastos Corrientes, con muchos más empleados públicos que en 2022, hemos reducido el gasto en 8,2 millones.

En este año, con una deuda a finales de 2022 de 75.000 millones de euros más, a la que hay que añadir 41.000 millones más hasta mayo, y a sabiendas de que ya estamos teniendo que acudir a los mercados financieros con tipos que cada mes son más altos, y conociendo que en lo que va de año hemos tenido que refinanciar 84.400 millones, cuyos tipos han ido del 3,1 % al 3,9 %, va el Ministerio y nos dice que en intereses llevamos 1.242 millones menos de gasto que en 2022.

Sabiendo que a la Seguridad Social en Transferencias Corrientes hemos tenido que enviar casi 7.000 millones a abril, que habrán sido 9.000 en mayo y que hemos incrementado las transferencias a las Comunidades en un 11 %, van y nos cuentan que llevamos 1.005 millones menos.

Y que solo han gastado más dinero en gastos de personal por 280 millones, y en transferencia de capital por 2.505 millones. Es el momento de decirle a la ministra que pare ya de mentirnos con los datos que nos da.

Esto es una vergüenza nacional, esto es inadmisible, esto es intolerable, es más, esto es tomar el pelo a los nuevos gobernantes, que cuando lleguen que se van a encontrar un pozo sin fondo de trampas, tales como que a la contabilidad nacional le faltan 40.000 millones de euros aproximadamente.

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