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Foto: Europa Press / Edición: Paula Andrade

El BOE publica una norma que puede encarecer el precio de la vivienda

El acuerdo marco para el teletrabajo permite que ciudadanos extranjeros trabajen en España mientras conservan los beneficios sociales de su país de origen

La pandemia de coronavirus supuso el lanzamiento del teletrabajo como una modalidad laboral perfectamente válida. Y, como suele ocurrir, durante mucho tiempo los hábitos de las personas fueron muy por delante de las normas y las regulaciones.

Cada país ha ido estableciendo sus propias leyes pero no ha sido hasta los primeros días del mes de agosto cuando desde la Unión Europea se ha intentado unificar los criterios en cuanto a los beneficios sociales de esta práctica. El BOE publicaba el pasado 4 de agosto el acuerdo marco en materia de teletrabajo. Se trata de una normativa que viene desde Bruselas y que, además de cambios en el mercado laboral, puede tener implicaciones en el mercado de la vivienda.

Tal y como publicó este periódico, el acuerdo está firmado por 18 países miembros de la Unión Europea –Alemania, Francia, España, Suiza, Liechtenstein, República Checa, Austria, Países Bajos, Eslovaquia, Bélgica, Luxemburgo, Finlandia, Noruega, Portugal, Suecia, Polonia, Croacia y Malta–, lo que supone un territorio muy amplio que abre infinidad de oportunidades para quienes dispongan de teletrabajo y de libertad de residencia.

Por resumir la norma (aunque tiene letra pequeña) este acuerdo permite que las personas que teletrabajen fuera de su país de origen conserven los beneficios sociales, económicos y laborales del país para el que trabajan y no los del país al que han movido su residencia. El requisito principal es que el traslado sea real, es decir, que trabajen al menos el 50 % de los días fuera de su país.

Según algunos analistas, este cambio laboral puede tener implicaciones en el mercado de la vivienda. A nadie se le escapa que España cuenta con un clima y unos precios más competitivos que muchos de los países firmantes del acuerdo marco, y eso podría incrementar el interés de trabajadores europeos por vivir en nuestro país.

Los españoles, en desventaja

Aunque cada empresa negocia sus contratos de forma individual, podría darse la circunstancia de que trabajadores procedentes de Luxemburgo, Dinamarca, Alemania o Irlanda (con salarios más altos que los españoles) decidieran vivir en España 'tirando' para arriba el precio de la vivienda (tanto en el mercado de alquiler como en el de compra).

Por poner algunos ejemplos concretos, el sueldo medio de un luxemburgués o un danés duplica el de un español, según Adecco sobre la base de INE y Eurostat. A esto hay que sumarle que España es el país de la UE que más renta per cápita ha perdido en los últimos años, lo que deja a los españoles en una situación de desventaja.

Justo estos días conocíamos un informe del Observatorio de Emancipación elaborado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) según el cual los jóvenes españoles siguen retrasando la edad de emancipación hasta los 30 años, la más alta de las últimas dos décadas.